Al tiempo después, la Señora Michelle se levantó de la mesa y nos dijo que iba a descansar un poco junto a su esposo en su habitación.
Andy y yo seguimos con las prácticas de Química. Desde hace un rato, sentí que él quería decirme algo, pero quizás no sabía cómo hacerlo, mi instinto me hizo tocarle levemente le hombro con mi mano y sonreírle.
—Sabes, preciosa, creo que venir a vivir aquí fue lo mejor para mí— Mencionó con una sonrisa.
—¿A qué te refieres?— Pregunté mientras lo miraba.
—Es que.. Yo vivía con mis padres en otra ciudad, pero ellos siempre me han odiado, me hacían sentir inútil, me trataban mal, me gritaban, me decían cosas feas, todo esto desde que yo era un niño, algo que casi nadie sabe es que mi verdadero nombre es Andrey, pero no me gusta porque mis padres solían decirme así, por eso prefiero que me digan Andy, porque mi tía Michelle es la única que me dice así de cariño... Una vez, mi madre me dijo que hubiera sido mejor si yo nunca hubiera nacido, muchas veces lloré y salía de casa para juntarme con unos pandilleros que habían cerca de mi hogar, pasé por muchas secundarias y más de una vez casi quedo en el correccional de menores, por ese motivo, mi tía Michelle se dio cuenta de todo esto, como hace un tiempo cumplí 18 años, me dio la opción de venir a vivir aquí con ella y mi tío, Alfred, mientras que mis padres nada más dijeron que sí a secas y se fueron lejos, abandonándome por completo, mis papás son ateos, por eso nunca me enseñaron a creer en Dios... Pero...— Decía con la voz entrecortada.
—¿Pero?— Pregunté intrigada.
—Pero tu Dios, sé que Él sanó a mi tío Alfred, sabes, mi tío tenía daño hepático desde hace mucho tiempo, ya lo daban por muerto, aquel día que estuviste aquí, él se puso muy mal y tuvimos que llevarlo al hospital, en toda la noche, mi tía Michelle estuvo orándole a tu Dios, yo creí que era una fantasía, pero... a la semana siguiente, los doctores le hicieron unos exámenes a mi tío y... Ya no tenía nada, su enfermedad se había esfumado, su hígado estaba funcionando a la perfección, estaba totalmente sano, los médicos no podían creerlo, mucho menos yo, lo dejaron en el hospital unos días para asegurarse de que había sanado totalmente, y así fue... Justo ahí, en ese momento, vi la mano de tu Dios moverse a través de mi familia, creo que eso es lo que llaman milagro— Decía mirándome.
Yo estaba impresionada, no sabía de esa situación del Señor Alfred, ellos nunca mencionaron nada de eso, escuchar algo así es maravilloso, algo que solo Dios puede hacer.
—¡Bendito sea Dios!, qué alegría escuchar eso, él es un testimonio del poder y la misericordia de Dios, claro que es un verdadero milagro— Dije emocionada mientras limpiaba mis lágrimas.
—Tienes razón, preciosa, de hecho, yo también hice una promesa, en esas noches en el hospital... Primero, creí que era una tontería, no sabía con qué fuerza o entidad estaba hablando, pero luego, le pedí a tu Dios que por favor escuchara las súplicas de mi tía, también le prometí que yo me iba a entregar a Él, no por obligación, sino porque quiero conocerlo y servirle, quiero cambiar mi forma de vida, sé que no estoy bien teniendo vida de rebeldía y desobediencia, y soy un hombre de palabra, por eso, quiero acercarme a tu Dios— Decía con una sonrisa.
Yo limpiaba mis lágrimas, era realmente asombrosa la obra de Dios en esa familia, en ese instante, entendí las actitudes de Andy, el porqué se metía en problemas cada vez que podía, él era un chico incomprendido, solo y triste, pero eso podía cambiar a partir de hoy.
—Eso es verdaderamente admirable, Andy, Dios siempre te va a recibir con los brazos abiertos, yo te ayudaré a conocer más sobre Dios, puedes tenerme confianza— Dije sonriéndole.
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Cuando Dos Mundos Se Alinean (Novela Cristiana)
Novela JuvenilKristel Wilson es una estudiante de secundaria, una chica cristiana que vive con su madre, Helena, y su hermana mayor, Katherine. Su sueño es convertirse en psicóloga para ayudar a muchas personas. Un día, aparece el chico más rebelde del instituto...