Capítulo 5.

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ZACK.

Me asomé por la puerta de la habitación de mamá, observando como miraba el mapa que había colgado en la pared, así como se movía de lado a lado rascando su barbilla.

Suspiré y toqué un par de veces la puerta, sin embargo no escuchó, así que decidí entrar sin más.

—Hey, buen día —saludé— Te he hecho un poco de té para que te tomes un descanso. Pasaste toda la noche despierta.

—Gracias, cariño —Se giró a verme y tomó la taza que tenía en mis manos para darle un sorbo y luego dejarla en una mesa.

Me senté en la cama, intentando descifrar los mil puntos que marcó en aquel mapa de la ciudad. Mi curiosidad aumentó cuando volvió a marcar en rojo otro punto.

Aún era difícil asimilar que todos estos años mi madre ha estado cuidando de la caja y que yo no haya tenido idea de nada. Pero creo que lo más tenebroso de todo, es que quien robó el miraculous de la mariposa, sabe que mi madre es la guardiana, y eso la pone en peligro.

En el momento, cuando esa bomba cubrió de humo la casa, fue difícil comprender lo que había ocurrido, hasta que al poder ver, mi vista reparó en mi madre en el suelo, contando los miraculous, llorando y pidiendo perdón a Adrien una y otra vez.

—Mamá —susurré— Debes dormir.

—No puedo —se negó— ¡Es que no entiendo! Se supone que nadie conocería mi identidad como guardiana, a menos que yo haya sido descuidada durante estos meses. Cuando llegaba tarde a casa no era por sesiones extra de esgrima como te decía, era porque Fu me entrenaba para seguir protegiendo de la caja, que por cierto, aún debo hablar con él, y explicarle lo que pasó.

—No creo que importe mucho de quien se trata —opiné— Lo importante ahora es que sigas manteniendo los miraculous escondidos en otro lado como ya lo hiciste, aquí ya es peligroso si esta persona conoce quien eres  —continué—, por suerte pensaste en esconder los miraculous importantes en otro lugar que no fuera la caja, de lo contrario, este villano habría tomado el miraculous de la mariquita y el gato.

—Es una mujer —dijo— Quien entró a la casa era una mujer.

Yo suspiré. No sabía que hacer para que se alejara de ese mapa que de solo verlo me daba dolor de cabeza. Entendía que era un tema serio y por supuesto, era peligroso no solo para ella, también lo era para mi, pero no quitaba el hecho de que me preocupara por la salud de mi madre.

Esta persona debe conocerla bien como para saber que herirme haría que ella actuara por impulso y protegerme.

—Lo que no entiendo es... ¿Qué está haciendo? —preguntó mamá— Ya van dos días desde que se llevó el miraculous de la mariposa, y no ha hecho nada para atacar la ciudad o llamar la atención.

—Puede que no quiera causar daño... —susurré— No lo sé, está más que claro que venía por los miraculous principales, pero al no encontrarlo se llevó a Nooroo.

Por fin, pude hacer que se acostara en la cama mirando el techo. Me acomodé a su lado, observando como sus ojos volvían a nublarse.

—Mami... —musité abrazándola— De verdad, no es tu culpa.

—A-Adrien me confió los miraculous —sollozó— ¿Qué pensaría de mi?

—Que serás capaz de recuperar el miraculous —la animé— Y con mi ayuda, todo será más rápido.

—No, Zack —negó— No te quiero meter en esto.

—Pero...

—Sé que descubriste el secreto —dijo con firmeza—, pero eso no quiere decir que vendrás a ayudarme y volverte una clase de asistente o algo parecido. Te quiero fuera de esto, es más, sería mejor que hagas esa gira internacional que tenías planeada, así estarías lejos de París y realmente a salvo.

The meaning of a friend [MLB] #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora