Capítulo 1: "Ma Belle Rose~"

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Joseph Desaulniers

Todos los días salgo a caminar por ese pútrido pueblo, lo único que me gusta es que la gente huye cuando me ve, para ellos soy como un diablo o algo así, les doy miedo, desde los campesinos y esclavos, por eso prefiero hacer las cosas yo mismo, sería un horror tener esclavos, y hasta los nobles me temen, mi posición están más arriba que ellos, así que tengo el poder en mi mano, además me gusta vivir en solitario, salvo de mi mayordomo que es una mujer, no necesito a nadie en mi vida, las mujeres que veo son unas zorras de verdad, esos escotes que muestran todo su pecho, que asco, pareciera como si perdieran la dignidad... y me imagino que perderán otra cosa también...

El fin, empecé esta estúpida caminata ya que el rey no me ha querido dar más trabajo, me aburro si no trabajo, empecé a caminar y lo mismo de siempre, apenas m even corren lejos de mí, eso me hace feliz, me da la sensación de que tengo poder, después de pasar por los nobles, llegué a la parte de los campesinos, lo mismo de la vez anterior, y cuando caminé por el campo para pensar en mis cosas, alguien me llamó la atención, me escondí detrás de un arbol para ver mejor, una belleza que recolecta flores, cuando escuché que llamaban, se me pareció algo raro, no sabía que semejante belleza fuera un hombre, aunque veo que no pasa mucho tiempo fuera de casa, regresó pero solo se concentró en acariciar los pétalos de la flor con una delicadeza...

Al regresar a casa, sonreí al tener la idea que haría que ese bello chico fuera mío, así que empecé a escribir una carta... primero debo mandar la carta a sus familiares para que se vayan despidiendo de él, en el pueblo dicen que cuando un hombre con poder manda una carta a gente de clase baja, es para avisar que se llevan su territorio o que uno de sus parientes no volverá jamás a su hogar, mandé a unos hombres a que llevaran la carta...

Unos días después...

Las cosas se complicaron un poco, pero logré lo que quería, la familia se había rehusado, así que tomé las medidas necesarias, hoy mi rosa viene en camino, su familia no estaba en casa, así que me lo llevé sin su permiso ya que no me lo quisieron dar por las buenas, pero no lo sabrán, ya que cuando lleguen serán asesinados, y por eso debo asegurarme de que mi rosa no regrese jamás a ese lugar, él pertenece aquí, a mi lado, lejos del resto de esas personas, aunque ni deberían llamarse así, les digo seres inútiles e insignificantes, al ver que el carruaje se acercaba, me puse ansioso, pero debo mantener la calma, le dije a Emma que lo recibiera de la mejor forma, y que se acostumbrara, es mejor que hable con él en la noche cuando estemos solitos, además quiero estar de buen humor, y en la noche me veo más amable que en el día.

Aesop Carl

Pensé que hoy iba a ser un día como cualquier otro, pero de la nada llegó un guardia, o eso parece, me dijeron que debía irme ya que un conde quiere que vaya con él, no sé porque mi familia no me lo había dicho, pero no tengo opción, así que me fui de forma tranquila, he escuchado que hay aldeanos que los golpean porque se resisten, y no quiero eso, no soy muy fuerte que digamos...

Cuando llegué me impresioné, jamás había visto un lugar tan enorme,  cuando me bajé del carruaje, una dama con traje de hombre me recibió, fue muy amable, me dejó en mi nueva habitación y me acomodé, aunque no es que tenga muchas cosas, solo un peluche que tengo desde pequeño, pueda que sea un adulto, pero siempre he necesitado de él, me ha ayudado en mis tiempos difíciles, ya que no tengo una persona con quien expresarme...

En la noche...

Me encontraba en el jardín ya que estaba mirando las bellas flores, en eso me centré en unas bellas rosas amarillas, ahora que lo pienso, soy como una rosa, bonito, pero a la vez tan débil...

Joseph: Buenas noches- miré atrás mío y estaba el conde.

Aesop: Buenas noches- se sentó al lado mío y nos quedamos en silencio un momento.

Joseph: ¿Te gustan mucho?- asentí con la cabeza- me alegro, soy Joseph Desaulniers, ¿puedo saber tu nombre querido?

Aesop: Me llamo Aesop, Aesop Carl- vi que tomó una rosa y me la puso en el cabello, no sé porque, pero se sintió bien.

Joseph: Te ves mejor así, mi rosa- me sonrojé cuando me dijo de esa forma, nadie me había llamado así- con el tiempo te diré porque estás aquí, pero si sientes una incomodidad, no dudes en avisarme- besó mi mano y se puso de píe- te recomiendo que entres antes de que el viento se vuelva violento, descansa- ahora que sé que el conde es buena persona, debo saber comportarme, pero lo único que sé es que debo ser amable y humilde, ahh, eso servirá.

Hasta el próximo capítulo....

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