Capítulo 14: " Travail"

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Joseph Desaulniers

Me llamaron para otro de mis viajes de trabajo, pero al ver que iba a tardarme más de lo esperado, no pude dejar a mi esposo en casa, así esté con Emma no me parecía justo, así que dejé que Emma se encargara de la casa y me llevé a Aesop conmigo, además creo que es buena idea de que conozca otras cosas, por ejemplo los jardines reales y ese tipo de cosas, en estos días lo siento muy encerrado, muy... apartado del exterior, y mejor por otro lado porque pasaremos tiempo juntos, y esa oportunidad no la desaproveché.

Al ver a mi Aesop dormido en el camino, me hizo sonreír, nos va a ir bien, después me la pasé mirando al paisaje, me pregunto que trabajos me pondrá el rey, ojalá no sea tan complicado como la última vez, y me preocupa que Aesop se entere de la forma más cruel posible, he logrado mantener algunas cosas de mi trabajo en secreto, incluso de mi familia, pero con Aesop siento que las cosas se van a complicar un poco, él es inteligente, demasiado podría decir, descubrió que le ocultaba Claude unos papeles familiares, insignificantes para que no se preocupara, pero lo descubrió, y si pudo descubrir lo que le oculté por 15 años, puede descubrir lo que estoy haciendo por el rey, su curiosidad se despierta en todo momento, ya sea cuando me ayuda con las cartas o papeles, en las cosas que se la pasa inventando Emma, hasta en las cosas más comunes de las que no tiene conocimiento, siempre, mi Aesop es así, y solo lo hace ver más adorable, pero debo tener cuidado.

Aesop: ¿Ya llegamos?- sonreí al ver como se despertaba, le acaricié la cabeza y se recostó en mi pecho- aún tengo sueño, no importa por cuanto tiempo duerma, no siento que esté descansando.

Joseph: Ya falta poco amor, y si me doy cuenta de que tienes sueño- acaricié sus ojeras y cerró los ojos- ya podrás descansar una vez que lleguemos.

Aesop: ¿No vas a estar conmigo?- miré al piso en ese momento.

Joseph: Debo hacer unas cosas antes, pero te prometo que estaré contigo apenas termine amor- me abrazó, que consentido eres, aunque no puedo defenderme, yo soy peor con él.

Apenas llegamos acomodé mis cosas y las de Aesop, le dejé por fuera el camisón para que se acostara de una vez, y eso hizo, lo dejé bien arropado y salí de la casa, apenas llegué, esperé a que me llamaran, aunque fue en poco tiempo, me dieron la carta, el rey habló formalmente conmigo y fue muy amable como siempre, no son muchas labores, pero algunas son muy extensas, nada difícil que no pueda cumplir, por hoy me dijeron que solo investigara los lugares frecuentes y esas cosas que no son nada difíciles, al menos no me tocó algo tan pesado de una vez, aún recuerdo cuando empecé la primera misión, tenía 11 años y me tocó matar a un líder del ejército francés, no sabía como iba a hacer o siquiera hablar con ese tipo de gente, pero me enseñaron en tres días, y logré matarlo en un segundo, si debo ser honesto no me importó mucho la sangre en mis manos, no sentía nada de culpa, así que me lo tomé de la mejor manera.

Aesop Carl

Desperté mucho mejor, ahora si me siento bien, me puse algo normal para no mostrar las piernas todo el tiempo, y me paseé por la casa, es muy bonita, es grande, muy grande, pensé en ir a la biblioteca a mirar que podía leer, pero al agarrar un libro, vi que algo en la pared se abrió, vaya, y pensar que eso de los pasadizos secretos eran cosas de fantasía o de niños, empaqué unas cosas en mi maleta y me metí, seguí un camino raro, pero está mediana iluminado por fuego, después bajé unas escaleras y en la roca, pude ver que había algo de... ¿raíces? pegadas en ella, la toqué, es dura y resistente, seguí caminando teniendo el cuidado de no pisar alguna, y cuando se fue volviendo más verde, me encontré con un jardín secreto, que al parecer está bien cuidado...espera, no jardín, sino más bien un bosque, hasta hay animales, me imagino que la persona que debió vivir aquí le encantaba conectarse con la naturaleza.

Me senté con el libro que había tomado y empecé a leer, pero eso duró poco tiempo al momento que un conejo se me acercó, cerré el libro y lo cargué, bonito, pasé tiempo jugando y cuando sentí que había pasado mucho tiempo, subí con el conejito en mis manos, cuando me aseguré de que quedara bien cerrado, cerré la puerta de la biblioteca, pero vi que Joseph se me quedó viendo, ya no será mi secreto.

Joseph: ¿Se puede saber como conseguiste uno de esos?- miré el conejo y me reí.

Aesop: ¿De verdad quieres saber?

Hasta el próximo capítulo.... 

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