{Mi Amado Destino}

Cap. 0_ INTRO

En un mundo dónde la magia existe, y las criaturas de leyendas y cuentos viven... dónde apenas ya no se ven humanos normales caminando por las calles... hubo un soberano en el pasado, que intentó dominar sobre todas y cada una de las razas.
Ordenó capturar a los Omegas y a las mujeres Betas de cada Clan para obligarles a darle descendencia, o hacer de ellos sus juguetes sexuales... esclavos fáciles de someter, sin importar de que Clanes fuesen o la magia que tuviesen. No eran oponentes para él.
A los Alfas que no le obedecían, los mataba entre torturas de gran agonía frente al resto de su especie, y los pocos que decidieron seguirlo por miedo... fueron sometidos y esclavizados hasta que perdían el control de su bestia interior, volviéndolos locos y convirtiéndolos en simples monstruos violentos. Al llevarlos hasta ése extremo, eran liberados en zonas inhabitables, dónde su propia magia se volvía oscura y tóxica para ellos mismos y para la zona donde estuvieran... dañando así el lugar y convirtiéndolos en puras zonas de muerte para cualquiera que se adentre en ellas.

Pero, como se suele decir,
dónde haya oscuridad... también habrá luz.

Un joven guerrero con una fuerza descomunal y con una poderosa magia de Luz, se enfrentó a ése cruel Soberano y a su ejército.

La lucha fue muy larga y dura para todos pero, por eso mismo, todos deseaban con desesperación recuperar aquellos tiempos de paz y sin miedos, que con el tiempo habían olvidado como se sentían... por eso no podían rendirse.

En la batalla final, aquél noble y justo guerrero de Luz, usó todo el poder que poseía para acabar con el terrible poder de la Oscuridad del Soberano, atravesándolo con su lanza de Luz Pura... pero éste, en su último intento por destruir todo aquello que el guerrero amaba, mientras su cuerpo se iba desintegrando, creó una esfera comprimida completamente oscura, del tamaño de una cabeza humana adulta, y en un idioma extraño pronunció las palabras de un conjuro. Entonces, del interior de la esfera brillaron unos ojos escalofriantes y la esfera voló a gran velocidad hacia la lejanía, perdiéndola de vista al instante.

El cruel Soberano fue destruido, convirtiéndolo en nada más que polvo en el viento.

El guerrero miró sus manos mientras caía de rodillas en el lugar... rodeado por sus fieles guerreros. Éstos miraron con tristeza y asombro, cómo el cuerpo del Salvador de todo el Reino de Yuei iba desvaneciéndose, hasta que con una sonrisa dirigida a su más fiel amigo, se despidió de ellos con un último mensaje...

<<Encontrad la Esfera Oscura>>

Los años pasaron uno tras otro, y no hubo rastro de la Esfera Oscura.

Con el cambio generacional, la búsqueda de la esfera quedó en el olvido de todos.

Los Clanes habían vuelto a sus territorios.
La gran mayoría de ellos no deseaban más contacto con los otros Clanes, por lo que acabaron aislándose ellos mismos del resto del mundo... incluso siendo algunos olvidados por el resto.
Otros Clanes preferían mantenerse unidos, en caso de que la oscuridad volviera a emerger de las entrañas del mismo infierno.

A causa de aquella terrible batalla, los Omegas fueron degradados en la mayoría de los Clanes, convirtiéndolos en el eslabon más debil e inútil de todos los subgéneros... y en otros, eran terriblemente protegidos, hasta el punto de privarles de su libertad y su libre albedrío.
Pudieron haberse hecho escuchar e intentar convencer al resto para así recuperar su auténtica libertad pero, lo habían pasado tan mal siendo usados y sometidos por el Soberano y sus más fieles hombres, que ya no tenían la voluntad de hacerse oír... sin sentir terror a las consecuencias de sus propias palabras.
Ése miedo lo transmitían a sus hijos, y éstos a los suyos... haciendo que con el tiempo, para todos fuera normal esa clase de trato hacia los Omegas.

Ahora, en la actualidad... han pasado 200 años de toda aquélla batalla y sus consecuencias en la sociedad.

Las cosas para los Omegas ya no son tan radicales. Por suerte hubo descendientes Omegas que sí se hicieron escuchar, consiguiendo que les devolvieran el derecho a trabajar, a caminar por las calles sin un escolta... y ante todo, derecho a opinar, a ser escuchado.
Aunque la mayoría aún los consideraban inútiles y debiles, por lo que, no los tomaban en serio en ciertos trabajos.
Siendo Omega, no importa si eres hombre o mujer, no será tomado en serio si desea entrar a la Guardia del nuevo Soberano del Reino de Yuei, tampoco si desean un cargo importante como Hechiceros Reales, o tan siquiera simples Curanderos en sus respectivos Clanes.

Para el resto de géneros... nunca serán tan hábiles como un Beta o un Alfa.

Aún así, por lo menos, ya tenían de regreso su libertad.
Eso hace que miren las cosas con algo más de positivismo.
Si se pudo cambiar a mejor con el tiempo, significa que, nada les impide que vuelvan a mejorar las cosas de nuevo.
Solamente hay que seguir esforzándose, y sobre todo, no rendirse.

Ése es el pensamiento de un joven Omega llamado Izuku Midoriya, de 18 años.
Él es un gran experto Curandero. Ha visitado a algunos buenos Curanderos en Clanes cercanos a la Capital del Reino, que no se negaron a enseñar a un Omega el oficio.
Aprendió lo bueno y visto lo malo de ellos, por lo que sus fallos al tratar con enfermos o heridos son cero.
Aún así, está el factor "Omega"... y esos logros son solapados cómo si nada por ello.
Él pone buena cara siempre y sigue hacia delante, tal y como le dijo su madre hace tiempo.
Él sigue expandiendo sus conocimientos, sin importarle el tema del libro. Éste es leído mil y una veces.

Izuku no pertenece a ningún Clan, él es un humano normal sin magia, por lo que expandir sus conocimientos cómo Curandero es lo mejor que tiene.
Él desea poder ayudar a los demás de alguna forma... y ésta es la única manera que él puede hacerlo, por él mismo, sin tener magia propia.

Él nunca se rendirá.
Le digan lo que le digan.
Ésta es su vida, y él será el único que decida cómo vivirla.
Le pese a quién le pese.

✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨✨
Fin de la INTRO (1079 palabras). Lo sé, muy cortito.

Ésto sólo es la base de la historia que se avecina 😄.

En el siguiente capítulo, todo empieza a moverse😉🧡💚.