{Mi Amado Destino}

Cap. 21_ Un Pasado a Medias (2/2)

_____Izuku Midoriya_____

Todos en la sala estaban completamente atentos a las palabras de la Sra.Mitsuki, pues comenzó a narrar la historia del pasado de mi madre.

¿Cómo era posible que ella fuera del Clan Dragón cuando, al igual que yo, no tenía magia?

¿Por qué y cómo fue que separaron mi poder mágico de mí?

¿Por qué nunca me contó nada?

Tantas preguntas en mi cabeza... Y al fin tendría mis respuestas.

_Sra.Mitsuki:
Todo comenzó hace 300 años, Izuku, 100 años antes de que la gran guerra contra el anterior soberano llegase a su final.
_comentaba mientras seguía con su mirada perdida en el techo.
_Inko y yo salimos del huevo el mismo día. El lazo de hermandad que creamos en ese momento era tan fuerte que hasta podíamos hablarnos mentalmente sin siquiera intentarlo. Fue un tanto problemático al principio, pues no teníamos ninguna intimidad mental entre nosotras.
_comentó, mostrando una pequeña sonrisa nostalgica al recordarlo. Yo quería preguntar más sobre ese lazo, pues recordaba a Eri y a los mellizos como parecían comprenderse sólo con la mirada, pero no quería interrumpir la historia por saciar otra curiosidad más de mi ya larga lista. Tendría que tener paciencia.
_La abuela del Clan se encargó de entrenarnos a ambas personalmente, para ayudarnos a controlar cuanto antes nuestro poder mágico. Eso incluía, obviamente, transmitir los pensamientos a causa del lazo de hermandad.
Al poco tiempo fuimos instruidas para la batalla, tanto física como mágica, pues la guerra y la crueldad del anterior soberano estaba tan fuera de control que era peor que vivir en el infierno. Solamente le quedaba por someter a nuestro anterior líder y al del grupo de rebeldes.
Nuestro líder vió venir a tiempo su ataque y plantó un inmenso escudo alrededor de todo el Clan, el cuál repelía la magia negra en su totalidad. Eso hizo que sólo las otras especies, que eran obligadas a luchar en su nombre, pudieran atravesar la barrera y eran contra ellos que nos enfrentábamos.
_nos contaba, dejándome bastante sorprendido, pues los únicos libros con la historia de la antigua guerra estaban únicamente en manos del actual soberano. Haciendo con ello que cada generación olvide gran parte de la información sobre aquel trágico episodio de nuestra existencia. Lo poco que yo conocía sobre el tema era por que Ochaco me lo llegó a contar, pues en su Clan no se permitían olvidar el pasado.
_Cuando transcurrieron los primeros 50 años de nuestras vidas, tanto Inko como yo logramos la Fusión Dragónica. Eso sólo significaba una cosa en ese tiempo... el líder nos mandaría fuera de la barrera a estar en primera línea de batalla. Allí nos unimos al grupo de rebeldes que estaba compuesto por los sobrevivientes de muchos otros clanes que habían perdido la batalla, su hogar y a sus seres queridos. Todos en busca que conseguir tanto justicia como venganza.
_con esas palabras, la sala se comenzó a llenar de una sensación realmente pesada, pero ninguno se atrevía a decir nada que pudiera interrumpir a la Sra.Mitsuki.
_Gracias a nuestro poder como Dragones conseguimos, poco a poco, arrebatarles territorios a los Generales del anterior soberano.
Los años seguian pasando y al fin solamente quedaba conquistar la capital, para así derrocar al soberano que había llevado a todo el continente a algo peor que el infierno.
_al momento, la Sra.Mitsuki dirigió su mirada hacia mí bastante seria.
_La noche antes del ataque final a la capital, Inko subió al árbol donde yo hacía guardia, por un momento creí que venía a relevarme, pero no fue así...
_dijo soltando un pesado suspiro.
_Ella me abrazó y se disculpó conmigo. Yo no entendí a qué venía eso, pero entonces me dijo mentalmente que debía irse esa misma noche, que no debía buscarla y que tampoco debía preguntarle nada.
Todo eso me hizo enojar bastante e iba a reclamarle todo el abecedario, pues que huyera de esa forma antes o durante una batalla, haría que la desterraran para siempre de nuestro Clan. Yo no podía permitir eso, pero entonces percibí un aroma especial que venía de ella...
Leche y miel.
Inko esperaba un bebé.
_dijo mirándome a los ojos mientras me mostraba una pequeña y tierna sonrisa.
_Todo enfado se me fue al instante. Pensé que era normal querer estar en un lugar seguro si esperaba a un cachorro, pero algo en mí me decía que había algo mucho más complicado que la obligaba a huir de esa forma.
Yo confiaba en ella. Nuestro lazo de hermandad era más fuerte que ninguno en el Clan, así que, la dejé marchar... sin saber a dónde iría, con quién iría, o si algún día volvería a verla.
_dijo mientras dirigía una mirada triste hacia el suelo y dejaba salir otro suspiro.
_La guerra finalizó una semana después de haberse ido. El líder que dirigía al gran grupo de rebeldes murió combatiendo contra el soberano, haciendo que ganáramos la guerra y recuperásemos la paz en todo el continente.
Cuándo regresé al Clan, nuestro líder preguntó por Inko y yo no respondí nada. Él creyó que murió en la última batalla y de ahí mi actitud, por lo que no quiso indagar mas. Yo no quise decirle que huyó y mucho menos que esperaba un hijo.
Al cabo de poco más de un mes, el líder notó ciertos problemas con los territorios de otros clanes y para prevenir que nos pudieran afectar de algun modo, decidió separar todo nuestro territorio del continente.
Con el poder que le quedaba hizo flotar el territorio en medio del océano, donde sólo criaturas aladas podrían llegar. Entonces el líder murió.
Después de haber usado por más de 50 años el hechizo de barrera anti-magia negra para proteger nuestro hogar, después de usar otro para alejarnos de los demás clanes que tenían sus propios problemas tras la guerra, agotó su magia y fuente de vida por completo.
Al quedarnos sin líder, la abuela del Clan tomó temporalmente las riendas hasta que considerase quien debía de ser el siguiente líder.
Sinceramente a mi no me importaba lo más mínimo ése asunto, así que decidí seguir una rutina de entrenamiento para mantenerme activa, pero sobre todo, para no lanzarme a la búsqueda de Inko.
Con el pasar de los años conocí a un buen Alfa y decidí formalizar mi relación con él. Pasados los primeros 100 años de paz, tras la guerra, quedé embarazada y al año puse nuestro huevo.
_volvió a dirigir su mirada hacia mí y me habló directamente.
_Izuku, desde la huída de tu madre no supe nada de ella. El lazo de hermandad que nos unía se mantenía firme y por eso mismo sabía que ella estaba viva... Un día, hace apenas unos 10 años, llegó al Clan una Ninfa del aire, la cuál pude reconocer como alguien que Inko había salvado en la guerra... Ella me trajo un mensaje de su parte. El primero y único mensaje en todo ese tiempo.
_dijo, volviendo a fijar su mirada al suelo mientras entrelazaba su mano derecha con la de su Alfa. Respiró profundamente para darse valor y continuar.
_En el mensaje me decía que lo sentía por no comunicarse antes conmigo, decía que tuvo un lindo Omega. También que, tuvo que recurrir a cierto Clan para que le ayudasen, pero no especificaba para qué exactamente... Pero lo peor fue cuando supe que... no le quedaba más de un año de vida.
Eso me dolió en el alma y también parecía una estúpida y cruel mentira. Después de todo pertenecía al Clan Dragón, una de las criaturas más longevas que existen. No podía, ni quería creerlo.
Le pregunté a la Ninfa del aire donde demonios se encontraba Inko. Debía de verla...
La Ninfa negó con la cabeza en silencio y se alzó en el aire mientras me hacía una señal de guardar silencio... Entonces ella comenzó a brillar con intensidad y explotó, convirtiendose en ondas que le permitieran borrar nuestra conversación en el aire, impidiendo así que otras Ninfas del aire supieran de algo relacionado con Inko.
Realmente no sabía cómo tomarme todas esas precauciones.
La Ninfa del aire debió de sentir que al fin quedaría en paz con Inko por salvarla en la guerra, por eso tomó esa decisión sin vuelta de hoja.
_contó, dejando a todo el mundo en la sala sorprendido.
_Izuku, eso es todo lo que se de tu madre. No se al 100% la razón por la que huyó, tampoco qué Clanes debieron de ayudarla, y mucho menos se el cómo o porqué hizo que tu magia se separase de ti.
_concluyó con la historia, haciendo silencio para ver mi reacción.