Harry Potter The Gamer

Capítulo 36 - Lo Desconocido que tememos

"Tenga en cuenta que desde ayer tuvimos que dispersarnos preventivamente, el procedimiento de hoy será breve y decisivo. Ambas partes han preparado sus argumentos y solo tendrán una oportunidad para presentar sus casos, después de lo cual nos dispersaremos y nos reuniremos mañana. para el veredicto final. Con eso entendido, que comiencen los procedimientos de hoy", dijo el juez, golpeando su mazo.

Dumbledore se deslizó hacia el centro de la sala del tribunal, sus anteojos de media luna brillando a la luz del fuego. "A la defensa le gustaría presentar primero a su señoría", dijo, y Harry se inclinó hacia adelante, escuchando ansiosamente cómo estaba a punto de presentar su argumento.

El último día había sido difícil, y habían sido horas de discusiones serias, ocasionalmente tensas, entre Dumbledore y Nicholas antes de que finalmente llegaran a la conclusión de que usarían la idea.

Harry tardó un tiempo en convencerse de que no condenaría al hombre. Nadie sabía adónde había ido Filch, y si lo encontraban, podrían ocultarlo fácilmente hasta el momento en que la mente y la magia de Lisa se hubieran curado por completo y se pudiera saber la verdad. No tenían que condenar a Filch. Solo tenían que arrojar suficientes dudas en la mente de los votantes.

Nicholas lo había llamado, 'ganar tiempo'.

Harry no estaba muy seguro de estar de acuerdo con la evaluación, pero fue él quien tuvo la idea después de todo e incluso si no le sentaba bien, era lo mejor que tenían por ahora.

Con un profundo suspiro, se giró para mirar la compañía que tenía hoy.

Desde hoy, no se le había pedido que fuera testigo, le habían dicho que se sentara aquí en la galería de visitantes con la madre de Nicholas y Lisa, Margaret Turpin, quienes eran las únicas personas a las que se les permitía entrar debido a la naturaleza restringida del juicio. La naturaleza del arresto de Lisa se había mantenido mayormente fuera de la vista del público, y en realidad poco había llegado a los periódicos, lo cual era bastante sorprendente.

"Me gustaría pedirle al Auror Dawlish que suba al estrado una vez más".

La voz de Dumbledore atrajo la atención de Harry hacia el centro de la habitación, que se veía mucho más pequeña desde la vista de pájaro que tenía desde la Galería de Visitantes. Pero aún así, la forma de Dawlish era fácilmente identificable a sus ojos mientras se dirigía al estrado de los testigos.

"A lo largo de las últimas semanas, la fuerza de Aurores ha estado revisando cada centímetro del castillo de Hogwarts, verificando los encantamientos de seguridad, entrevistando al personal, investigando los registros e informando los hallazgos al DMLE. ¿Estoy en lo correcto?" preguntó Dumbledore amablemente.

"Lo eres", respondió Dawlish concisamente.

"¿Y en qué momento se dio cuenta el DMLE de que Argus Filch, el cuidador de la residencia, no estaba en el campus?"

El manto casi tangible de curiosidad se solidificó sobre el Wizengamot mientras los miembros viejos y jóvenes miraban atentamente, preguntándose a dónde iba esto. Dawlish también pareció un poco desconcertado por esa pregunta, y se tomó un momento antes de responder: "Nos dimos cuenta de que estaba desaparecido hace unos cuatro días, y lo confirmamos ayer por la noche después de que terminó nuestra búsqueda".

La declaración mostró debilidad, y Dumbledore no perdió el tiempo en decir eso: "¿No has estado en Hogwarts durante semanas? ¿Por qué, en tu opinión, le tomó tanto tiempo a la fuerza de Aurores darse cuenta de que uno de los miembros del personal era ¿perdido?"

"Bueno... ya sabes", Dawlish se retorció incómodo, "Él... él es uno de ellos, ¿no es así? Un squib. No puede hacer magia. Realmente no pensamos en buscarlo hasta que tropezamos con su oficina durante una de nuestras rondas.