🌒 Segunda noche, un reencuentro.

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Tras la emotiva llegada y el reencuentro, los gemelos subieron a su cuarto, comenzaron a desempacar Mabel con entusiasmo y euforia, Dipper apenas estaba feliz por haber regresado.

──No ha cambiado nada desde la última vez que vinimos ¿No lo crees Dippy?

──Al contrario Mabel todo es nuevo ahora.

Las horas continuaron pasando sin que los gemelos volvieran a hablar del pueblo, el ambiente dentro de ese cuarto era extraño. Mabel se sumió en un profundo aburrimiento sobre su cama, mirando las mismas revistas y leyendo los mismos chismes de famosos, los horóscopos y la moda del momento.
Dipper por otro lado se sumió en su libro favorito del momento, lejos de los viejos policiales o los reportes científicos, ahora estaba interesado en el arte y de eso se trataba su nuevo libro, la biografía de Vincent Van Ghog, un famosos pintor de viejas épocas que lo hacían perder noción del tiempo.

Mabel estaba aburrida, divagaba por el cuarto buscando cosas con las que entretenerce y entonces los vio, en una caja de zapatos viejas bajo su antiguo closet estaban los viejos diarios que Dipper siempre solía usar.

──Mira Dippy, son tus diarios.

──Deja eso Mabel ya no tenemos 13 años ⸻ Su hermano ni siquiera sacó la cabeza del libro.

⸻Oh vamos, tú amabas hacer investigaciones científicas, mira ⸻ Mabel se acercó a su cama y dejó el diario abierto sobre el libro de Van ghog, Dipper lo iba a apartar cuando se percato de un pequeño mensaje en aquella hoja.

El gran gnomo del bosque es una criaTura dEl tamaño dE un oSo, sus dientes son Puntiagudos como un jabalí y sE cree que es extRemadamente viOlento si detecta miedo en sus Presas. sI lo cruzas, NO asustarse.


Dipper estaba asombrado, no recordaba a nadie que le hubiera hecho esa broma la última vez que vino y ciertamente no se la hizo él mismo. Se levantó de la cama, buscó un viejo chaleco azul que siempre tenía guardado en el closet. Y una vieja mochila.

──¿Sales? ── Preguntó su gemela con una sonrisa entusiasta por hacer algo más divertido q ver el techo.

──Me di cuenta de que hay unas anotaciones mal y creo que puede ser una buena despedida de todo esto de anomalías y bosques mágicos── Tras despedirse de la gente en la cabaña salió rumbo al bosque. Se adentró en él rápidamente puesto que lo conocía muy bien y ya se sabía el camino al corazón del mismo.

Entre los altos árboles la luz del sol apenas podía abrirse paso, las ramas tapaban casi todo su ratro y el bosque se sumia en la más profunda oscuridad. Dipper caminaba mirando su diario, buscando el último lugar donde había estado haciendo sus anotaciones hace años atrás.
De vez en cuando su mirada se dirigia al camino, apenas pequeños recuerdos caían a su mente y él cambiaba de dirección a medida que recordaba.
Llegó hasta un pequeño círculo en el suelo, marcado por los árboles a su alrededor pero libre de ellos en el interior, la luz entraba en aquel pequeño espacio y alegraba las flores con su calor, Dipper se rindió, sentándose en un tronco caído muy cerca de ahí. Su diario quedó en el suelo junto con la vieja mochila a unos centímetros del dueño, no tan cerca, no tan lejos.

Apoyó su cara entre sus manos, intentando recordar, pero su mente dolía y no podía concentrarse en tratar de adivinar quien podría haberle dejado aquel mensaje. De pronto su mente se desvío de sus recuerdos cuando escuchó como las ramas secas se rompían a sus espaldas, alguien lo había estado siguiendo y aquello despertó sus alarmas. Miró detrás suya, buscando una persona, sin lograr ver nada entre la negrura del bosque, giró su cabeza en la dirección derecha y entonces lo vio, dos hermosos rubíes flotaban en el aire, Dipper entrecerró sus ojos, totalmente desconcertado cuando empezó a divisar pelos increíblemente grandes tanto como los colmillos, sus oídos empezaron a agudizarse y escuchar los pequeños gruñidos de caza que el enorme gnomo hacía en señal de caza.
Se levantó con prisa para apurarse a huir, apenas había hecho unos pasos cuando recordó sus diarios, intentó volver para tomarlos, pero la criatura ya se encontraba casi encima suya y lo hubiera aplastado de no ser por el campo de magia que lo cubrió en ese momento, símbolos totalmente desordenados que aparecían dibujados en el campo asustaron a la enorme bestia quien se apartó rápidamente y abrió sus alas para verse aun más grande ante su amenaza. ¿Pero que podría ser tan amenazante para una bestia como aquella?
Entonces su cerebro reaccionó, aquel campo no era producto suyo, sino más bien de un ser ajeno al cual busco con sus ojos. Ahí estaba, parado detrás suya a pocos metros Bill Cipher en su versión humana. Mantenía sus manos extendidas, creando el campo qué protegía a Dipper y alejaba al gnomo de miedo. El castaño estaba atónito, sin poder pronunciar palabra.
Bill comenzó a caminar hacia la bestia quien cada vez se veía más acorralada, intentó usar sus ojos hipnoticos y buscar su peor pesadilla, pero el rubio lo destruyó en pocos segundos con sus propios miedos. La bestia abrió sus alas de nuevo y emprendió vuelo sin quedarse un minuto más.
Una vez que Bill lo vio desaparecer entre las nubes destruyó el campo de magia que rodeaba a Dipper, caminó de regreso y alzó la mochila al paso. El chico estaba aún en el suelo, agitado, alzó la cabeza para intentar orientarse e irse, pero en cambio vio una mano tendida.

⸻Que bueno que hayas visto mi mensaje aunque yo no esperaba esto en absoluto, ¿éstas bien Pino?


~♡~
Ella.
Publicaciones cada semana.
Esperen la próxima el 10/05/22

al filo de la oscuridad || Billdipp's story #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora