No, ¿me gusta?
Me levanté en la mañana para ir a visitar a Joann antes de mis clases, pero para mi desgracia otra persona estaba atendiendo, al parecer Joann solo tomaba el horario de las tardes porque en las mañanas también asistía a clase, por lo cual me tuve que resignar a hacerle una pequeña visita más tarde.
— tú qué has pasado más tiempo con ella, ¿qué la has visto comer? — Le pregunté a Zoé mientras descansábamos a la sombra de uno de los árboles más grandes de la facultad.
— ¿hablas de Joann?
— sí.
Zoé se quedó pensando por un momento con su cabeza sobre mis piernas. No podía contar las veces en las que habíamos estado en esa misma posición por años. Zoé y yo nos conocimos hace algún tiempo en el centro comercial, el día en el que su madre cumplía años, la pobre tenía que comprar el pastel, pero lo hizo tan tarde que tuve que correr con él por los pasillos... no fue una idea brillante, la verdad.
El pastel terminó aplastado por su cuerpo, y ella manchó su suéter favorito de glaseado azul. Yo fui la única persona que hizo un ademán de ayudarla, por lo que desde ese momento nos hicimos grandes amigas... sobre todo porque parte del pastel también había volado en dirección a mi rostro.
Tiempo después, mientras hablábamos dé universidades, casi por casualidad coincidimos en la misma, por lo que terminamos ahí, en nuestro segundo año de universidad.
— la vi fumar una vez...
— ¿eso es todo? — Ella intentó volver a recordar, pero yo sabía que estaba demasiado adormilada como para hilar algún pensamiento.
Zoé terminó dormida, así que suspiré y también me dejé llevar al mundo de los sueños.
Desperté sobresaltada, con la imagen de unos ojos medianos café oscuro. El sol ya se estaba escondiendo por el horizonte y la respiración calmada de Zoé acompañaba el golpeteo de un pájaro a mi lado.
Mierda.
Iba demasiado tarde. La última vez la había visto cerrar a esa hora, si tenía suerte, todavía podía seguir ahí.
Desperté a Zoé antes de salir corriendo hacia la tienda más cercana, compré un par de barras de chocolate en la primera tienda que encontré y continué con mi pequeño maratón personal hasta la tienda de antigüedades.
En cuanto vi a Joann con los pies apoyados sobre él mostrador y un libro en la mano titulado "Artemisia Gentileschi y más pintoras ignoradas por la historia" sentí que el aire volvió a mis pulmones, ella levantó la cabeza con indiferencia y hasta con cierta pizca de confusión.
— hola. — Sonreí de manera cordial.
Joann bajo sus botas del mostrador para luego enderezarse en su silla.
— hola.
— oye, me estaba pregonando si tú crees que yo le gustaría a tu hermano. — Solté claramente sin pensarlo.
Directo al grano, Valery.
Joann comenzó a repiquetear los dedos sobre el mostrador.
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dulce pecado
FanficValery está segura de muy pocas cosas en su vida, una de ellas es que tiene un enamoramiento con Max... o por lo menos hasta que conoce a una chica que hasta este punto le es completamente desconocida y ajena a ella, aunque no hay mucho que decir, s...