PART 4

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                                                            VIVA ALMA EN PENA 



   Esa chica... me traía lo que se llama loco... era todoen ella lo que envolvía puramente mis sentimientos yme hacía entregarme en silencio a ella y a su amor.... era creo que, perfecta, o al menos así la percibían missentidos... era una cosita rara en este mundo tannormalmente extraño y parecía poseer su propio Universo dentro de sí... era una esquina, un refugioandante para mi ser... un escondite viviente y andantepara escapar por cuanto tiempo deseara de estemundo tan sólidamente frío y escurridizo... a cierta hora quise dedicarle clásica yrománticamente el atardecer... sólo que ella no losabía exactamente, pues yo le dije que le mostraría unbello paisaje sin filtros artificiales, que la atmósfera ylas nubes se teñían solitas a gusto con el Sol y, de vezen cuando, la luna también quería salir, era digna defigurar ... estuvimos largo rato sentados en un bancode madera de roble situado en un buen apartado delparque... me dolían las nalgas por la falta de algoacolchado, e imaginé que a ella también... entonces,nos sentamos en la grama que, queriendo parecer uncamaleón, se teñía sutilmente de acuerdo a loscolores del atardecer... fue un momento realmentehermoso. 

   Volvimos a casa y, luego de cenar y hacer todo loque rutinariamente hacemos antes de dormir, ella medijo que me regalaría una escena excitante... yo sentígusto e intriga, pero guardé mis preguntas para luego,pues se responderían solas cuando llegara elmomento. Luego de un rato, me llevó con ella a lacama y me dijo que me quedara en un sitio y mirara...la aprecié masturbándose ante mis ojos, hicimos elamor y conjuramos el sueño juntos, abrazados en unasola alma... hasta que amaneció. Me despierta el sonido del agua de la ducha... y almirar la hora, las 5:41 AM... 

-¿Amor? 

-¿Sí? 

- ¿Está todo en orden? 

- ¡Todo en orden, cariño! 

   Y vuelvo a dormirme... ésta vez, no me despertó elsonido del agua de la ducha, sino un silencioso sollozo,entonces me preocupé y fui a ver qué sucedía... ellalloraba, y lo hacía cada vez con mayor sigilo, como sipretendiese llorar en secreto. 

-Cariño... no me ocultes algo, ¿Qué sucede? 

-Solo resbalé en la ducha por tonta. Está todo bien. 

-Permíteme revisarte. 

-No es necesario... estoy bien. 

-Vayamos a la cama, te llevo en la espalda. 

-Gracias, mi amor. 

   A la hora de levantarnos... despierto y me percatode que mi esposa no está en casa... entonces se meocurren dos lugares a los que pudo haber ido, uno eraun bar restaurant que solía frecuentar antes y alcomienzo de nuestra relación, cuyas visitas abandonópor la misma, por el bien de nosotros; el otro lugar erauna roca, sí, una roca bastante curiosa por cierto, quenos ha llamado mucho la atención desde haberla vistopor vez primera al pasar por allí buscandodirecciones... una roca bastante grande; le gustaba ira verla a menudo. Fui al lugar donde se hallaba la roca,ya que se me hacía absurda la idea de que pudiera iral bar restaurant de nuevo y en estos momentos, seme hacía ilógico y poco de ella. Entonces... fui a visitara la roca. Mi esposa estaba allí, de pie sobre el picomás alto de la roca, que parecía un pico de cerro enminiatura, mirando hacia abajo como si le castigaraduramente a alguien... 

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2022 ⏰

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