🚀 "Como perros y gatos" 🏹 BoxBrock ❤️

Pt. 3 "Entre cuerdas"

*Narra Edgar*
—¿Quién se cree Brock? Diciendo que El Primo y yo podemos formar un dúo, ¿cómo ves? -le dije riendo burlonamente a Colette.
Colette me sonrió y también rió un poco.
Estaba acostada en la cama tapadita con una sábana, estoy empezando a creer que lo mejor sería quedarme a cuidarla en lugar de asistir a ese evento.
—Dime algo, Ed... ¿En verdad crees que es tan mala idea formar un dúo con El Primo? Quizá sea esa la manera para que ambos demuestren ser los mejores y ya no exista tanta rivalidad. -dijo Colette mientras se acercaba un poco a mí, ya que yo solo estaba sentado en una orilla de la cama.
—Bueno... Aún no sé de qué pueda tratar el evento... Pero todo parece indicar que es algo así como un torneo por dúos... Aunque considero que sería mucho mejor que en ese caso sea de manera individual, no por dúos, como sea... -dije mirando fijamente hacia una esquina.
—No has respondido mi pregunta. -dijo Colette con un tono cantadito.
—Bueno... La verdad, la verdad... No lo veo como mala idea si se trata de lo que dices... Pero dudo que alguien tan egocéntrico como él quiera participar con alguien a quien ve como su "enemigo". -dije haciendo comillas con mis dedos.
Colette solo me sonrió.
Al final de cuentas... Empiezo a creer que es una buena propuesta...

*Narra Brock*
¿Por qué tengo tanto dolor de cabeza? Apenas y puedo abrir los ojos... ¿Qué me pasó? ¡¿Y por qué estoy... ATADO?!
Realmente tenía mis piernas y brazos atados y estaba acostado frente a una larga mesa de madera.
Volteé a mi lado derecho y se encontraba un niño que parecía un camaleón por su traje; volteé a mi lado izquierdo y vi a una niña que tenía un gorro de oso y un vestidito verde aqua, que por alguna extraña razón recuerdo...; Miré hacia mis pies y vi que se asomaban unas orejitas rojas, pero de pronto me di cuenta que era un gran oso ya que se había levantado en dos patas y gruñó.
Me quedé sin palabras por la gran impresión y porque no sabía lo que estaba pasando, y cuando tiré mi cabeza hacia atrás, ví a un gran tipo con un gorro de águila calva que estaba justo detrás mío viéndome fijamente.
En ese momento se me salió la voz y grité fuertemente, a lo que el tipo me tapó la boca con la mano, la cual ocupaba más de la mitad de mi cara.
—¿Quién es usted? -me dijo susurrándome al oído, y de inmediato quitó su mano de mi boca.
—S-s-soy... -no terminé de hablar y en ese momento volví a gritar.
El tipo me volvió a tapar la boca.
—¿No me va a decir? -me volvió a preguntar susurrándome al oído, y nuevamente me quitó su mano de la boca después de la pregunta.
—S-soy... Brock... -dije con mucho nerviosismo.
—¿De dónde viene? -me dijo sin susurrar, y su voz era realmente grave e intimidante.
—D-del pueblo... Q-Que está... Aquí cerca... -dije con miedo.
—¡¿Del pueblo?! -dijo alterado, y los niños empezaron a alterarse también.
—¡¿Qué tieneeeee?! -grité alterado nuevamente.
El tipo solo me miró y sin decirme otra cosa, se alejó de donde yo estaba y tranquilizó a los niños que habían salido corriendo.
Después de un momento regresó a mí y poniéndose en donde estaba antes, me preguntó firmemente...
—¡¿Qué hacía aquí en el bosque dañando a los árboles?! -dijo alterado.
En ese momento recordé qué era lo que había ido a hacer y recordé que no tenía ni mi lanzacohetes ni las gafas oscuras que siempre llevaba alzadas en la cabeza.
—Discúlpeme, señor, no sabía que era su jardín, yo solo vine aquí a entrenar y ya... -dije con un poco de valentía fingida.
—¿Entrenar qué? Y no, no es mi jardín pero ¡es naturaleza y está viva al igual que usted! -gritó acercándose casi frente a frente conmigo, como al estilo de Spiderman con Mary Jane.
—¡Perdóneme, señor! Yo le ayudo a reforestar el bosque y vendré a regar las plantitas todos los días, pero, por favor, ¡deje que me vaya! -le dije casi llorando como un adolescente, y es ahora cuando recuerdo por qué Rosa me protege demasiado.
—Escuche, yo no le haré daño, a menos que se meta conmigo. Así que, en este momento se desaparece y se olvida que algún día estuvo en el bosque. -dijo después de quitarme las cuerdas de las piernas.
En ese momento se me ocurrió golpearlo de una patada, y lo hubiera hecho... Si tan solo fuera Fang...
Después me miró tan fijamente que me dejó sin palabras y me desató lentamente las cuerdas de los brazos. Igual pude haberlo golpeado a puño cerrado... Si tan solo fuera El Primo...
—S-señor... ¿Me devuelve mi lanzacohetes? -le dije aún acostado en la mesa señalando el lanzacohetes que estaba en otra mesa.
—¿Su qué? Eso ya no le pertenece. Con eso hirió a los árboles. -dijo simplemente sin verme y mientras agarraba una de las cuerdas.
—Por favor, lo necesito... Y una disculpa de verdad por lo que hice... -le dije al momento en el que me intentaba levantar de la mesa en donde estaba.
—¿Para qué necesitaría ese artefacto? -dijo.
No quise decirle que lo usaba para luchar con otras personas, así que le dije que simplemente era ocio, a lo que me miró y negó con la cabeza.
—Lo llevaré muy lejos de aquí, pero de la manera más amable que tengo, le pediré que simplemente... NO REGRESE. -me dijo acercándose a mí otra vez.
En ese momento tragué saliva y fue algo bastante notorio... Ahora era definitivo que no podría participar en el evento al no tener ni siquiera mi arma.

Yo soy alguien muy amigable, solo que no a todos les caigo bien y de eso me acabo de dar cuenta apenas hace unas horas... Pero... Este tipo no me conoce, y... quizá... si le doy otra impresión, por fin podría tener un amigo humano...
—Señor, no me iré... Lo ayudaré con los daños que ocasioné, se lo prometo... -le dije con la voz más amable que ahora yo tenía.
Él me miró fijamente y se hizo obvia su cara de duda y desconfianza.
—Si usted me lo permite, puedo demostrarle que soy alguien en quien puede confiar. -le dije extendiéndole mi mano.
—NO. -dijo fuertemente y se alejó de mí un momento para ir por una bolsa que parecía un costal.
Creo que es un poco difícil... ¿Y ahora qué podía hacer para recuperar mi lanzacohetes y mis gafas también? Realmente me daba un poco de miedo estar en una casa completamente desconocida de un tipo con dos niños y un oso. No es muy común que digamos...
Él empezó a agarrar una de las sogas con las cuales me tenía atado y las comenzó a amarrar a sus brazos, como si fuera a cazar.
—Tengo 26 años, vivo en el pueblo con mi hermana mayor y trabajo en un Arcade... Solo vine aquí porque quería pasar un rato a solas... Me di cuenta que no tengo amigos... Solo a dos, pero ni siquiera son humanos... y la gente de carne y hueso tiene tan mal concepto sobre mí que me hicieron dudar de mis capacidades... -dije y noté que él dejó de amarrar las cuerdas a sus brazos. —Solo... Solo quería eso... Pasar un rato a solas... Apenas hoy noté que de nada me sirve ser tan hablador ya que ni siquiera caigo muy bien... Y que solo me buscan si no tienen otra opción... Realmente... Realmente me siento solo... Aún cuando creía que era amigo de todo el mundo... Y estar un rato aquí en el bosque me hizo pensar que quizá si me alejara un rato de todos, podría ser mejor para mí... No contaba con que aquí vivía alguien... -dije mirando hacia abajo, y aunque en verdad lo dije con tristeza, fue muy fingida para causar lástima y ganarme su confianza.
Escuché sus pasos cerca de mí y solo escuché un fuerte suspiro suyo, ya que todo estaba completamente silencioso.
Cuando alcé la mirada para verlo bien, él miraba hacia el suelo y posteriormente me miró sin ninguna expresión.
—Soy Bo. -dijo estirando su mano hacia mí.
—E-es un gusto, señor Bo... Soy Brock, como le mencioné antes... -le dije agarrando su mano en forma de saludo.
Él de inmediato quitó su mano y se dió la vuelta otra vez para seguir amarrando las cuerdas a sus brazos. ¿Qué rayos fue eso? ¿Es lo único que dirá? Creo que empieza a ser inútil esto... Como sea... Lo intentaré una vez más...
—Entiendo su sentir. Me sucedió hace algunos años. ¿Por qué cree que vivo completamente alejado de todos? Esta fue la mejor decisión que pude haber tomado. -dijo estando de espaldas y sin verme.
—Pero... Usted parece alguien que forma parte de una tribu, sin ofender... Es lo que parece... Quienes están en una tribu siempre están rodeados de los demás integrantes, ¿no? -dije mientras cerraba el ojo derecho y hacía una mueca. Espero no haberla cag...
—Sí... Y esas son explicaciones que realmente no debería darle. -dijo volteando a verme.
—Tranquilo, no se las pedí, es solo que... -en ese instante se escuchó cómo rugía mi tripa. Ni siquiera había desayunado.
Él me miró con otra expresión, como de sorpresa.
—¿No ha comido? -me preguntó.
Yo tapándome el abdomen le negué con la cabeza.
—Vaya... -dijo con pena.
Me bajé por fin de esa mesa y le dije que lo mejor era que me retirara ya que no quería causar molestias y que necesitaba regresar a mi casa para comer un poco.
Él no dijo nada...
Me di la vuelta para salir, aún sin mis gafas ni mi lanzacohetes... Y estando a solo un paso de la puerta, sentí que su gran mano agarró mi hombro y me detuve de inmediato.
Por un momento tuve una sensación extraña... Como si me hubieran hecho cosquillitas...
.
.
.
.
.

1668 palabras owo
No tengo nada más que decir jsjsjs