4. café

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Eran las 4 de la tarde y el cielo comenzaba pintarse de morado, mis amigos y yo llegamos a un café bastante lindo, pedimos una mesa circular para 5 personas y comenzamos a platicar mientras esperábamos a Timothée quien leería lo que llevábamos del guión del cortometraje, si le gustaba se uniría a nosotros.

—Nick ve sacando tu laptop— dijo Nat apurada.

—Sí señora— dijo Nick sarcástico -¿Creen que le guste?-

—No lo sé, se ve difícil de complacer— respondí.

—Yo creo que sí, hablamos de un tema importante, real y creo que el personaje de Timothée va muy bien con él— respondió Cole, el chico de Canadá a quien no conocíamos mucho, casi no hablaba.

—Ojalá sí porque realmente lo necesitamos— dijo Nat nerviosa.

Yo giré los ojos pero no dije nada, no me gustaba sentir que el éxito de nuestro proyecto dependía de alguien más, que todo estuviera en manos de un actor que ni siquiera había escrito algo del guión.

—Hola, ¿Interrumpo?— dijo una voz detrás de mí.

—¡Para nada bro! Siéntate— dijo Nick dando una palmada en la espalda de Timothée.

—Hola Nick, Nat, Alexia y...—

—Cole. Un gusto—

—Oh mucho gusto Cole. ¿Ya pidieron algo?—

—No, te estábamos esperando. Disculpe, ¿puede tomarnos la orden por favor?— dijo Nat a una mesera que pasaba por ahí.

Por un momento me perdí en mis pensamientos mientras todos pedían lo suyo y charlaban como si se conocieran mucho, no quería ser molesta para ellos pero había pasado por unos malos días, días en los que me sentía atrapada, estancada, sin creatividad, lo peor es que ni siquiera me había pasado algo realmente grave, creo que mi autoestima había estado muy mal, sentía que toda la carrera y el lugar era demasiado para mí, me sentía pequeñita en ese gran mundo, y de pronto solo estaba allí, sentada sin saber que hacer en esta carrera, en esta industria, si el dinero y los contactos lo son todo ¿por qué esforzarse en estudiar? Me enfermaba un poco ver a Nick y Nat actuar tan emocionados adulando tanto a Timothée, tanto interés me desesperaba y me deprimía, ¿ellos realmente eran mis amigos? O solo querían seguir manteniendo contactos y yo era eso nada mas, un simple escalón. Un contacto de conveniencia, eso es lo que representaba Timothée en nuestro proyecto y eso me decepcionaba.

—¡Lex!— dijo Nick fuerte mientras tomaba mi brazo —¿Estás bien?—

—Uhmm. Sí—

—¿Qué vas a pedir?—

—Yo... un capuchino chico nada más, por favor—

—Bien Chalamet, tenemos gran parte del guión listo, abordaremos el tema de la depresión en una ciudad como Nueva York donde supuestamente se cumplen los sueños pero la salud mental no está priorizada— dijo Nick acercando la laptop a Timothée.

—Mhhmm... Lo voy a leer ahora si les parece— dijo Timothée acariciando su barbilla.

Estuvimos unos minutos en silencio mientras Timothée leía nuestro avance del guión, parecía que le gustaba pero a la vez estaba serio, por momentos murmurábamos nuestras opiniones sobre el café y los bisquets pero nuestro nerviosismo aumentaba, honestamente, temía que el guión fuera una basura.

Sonder • Timothée Chalamet Donde viven las historias. Descúbrelo ahora