Capítulo 20: La centencia

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Tanto Akarui como Jin estaban impactados. Se encontraban en shock con la boca abierta, sí, en una que otra razón alguien se había puesto de su lado, pero cuando la situación era difícil o se jugaban su permanencia en el lugar de estudio pues les daban la espalda, aunque para la loba era prueba de que no debían confiar en nadie, el chico no lo veía así, al contrario lo veía como algo lógico, no podían arriesgar sus estudios, su futuro o a perder el resto de sus amistades solo por ellos dos, no tenía sentido, cada uno tenía algo que quería, que deseaba, no podía solamente odiar a todos por hacer algo sensato como lo era el no involucrarse, él ya había estado en muchos lugares de estudios diferentes, con ideologías diferentes y con estudiantes con mentalidades sumamente opuestas, similares o iguales a otros que ya había conocido, pero esa siempre era una constante que se daba al momento en que ambos eran amenazados o directamente expulsados del lugar.

Para Jin lo que dijo cada una no tenía nada de esto por ello no entendía que estaba pasando, incluso Yukari quien le parecía la más neutral en todo esto pues no sé involucraba directamente en absolutamente ninguna de las situaciones le estaba brindando su apoyo o al menos tiempo para que pudieran resolverlo, ella realmente creía que él podía encontrar una manera de resolver esto, pero no entendía porqué, aún así su mirada llena de confianza y afirmación con su cabeza le decía que ella le estaba brindando su confianza al igual que todas.

Jin no pudo más y rompió en llanto pues recordó a un grupo, a unos individuos y más importante aún a alguien muy especial para él, alguien que le hizo más fuerte, más abierto a la perspectiva de los demás y más seguro de sí mismo, de sus decisiones, alguien que al recordar su rostro, su sonrisa; se llenaba de alegría, de una gran felicidad aún cuando vivieron más momentos malos y terribles que buenos o gratos.

El chico con tan solo recordar a aquella persona que al igual que él y Akarui era de mente cerrada en un inicio, pero que a base de conocimiento, experiencia, pero sobre todo conversaciones se ganó su total confianza y esto fue algo mutuo verdaderamente le hizo llorar.

Se preguntaba cuantas cosas hubieran sido diferentes sí él hubiera dejado que esa persona hablará, que le defendiera, tenía miedo de que también le expulsaran, aquí era igual. Sin embargo, el poco control que tenía de la situación y el estado emocional en el que se encontraba ya le impidió hablar primero, le impidió mantener el rumbo de la conversación y pudo ver los sentimientos de cada una dejándolo paralizado, tantas preguntas en su mente, tantas situaciones del pasado, tantos problemas que debió enfrentar que creía perdidos desde un inicio, es más ya incluso antes de entrar a la oficina lo daba todo por perdido, pero al menos intentaría ser solo él, únicamente él ser el responsable de todo, que todo el peso cayera únicamente sobre él y nadie más, pero ellas no lo permitirían, Miyubi y Hitomi querían mitigar su culpa haciéndose responsables de sus acciones, una diciendo que ella era la causante de todo y la otra diciendo que las cosas jamás fueron de esa forma. Por otro lado, Yukari puso otro punto a la mesa y esté fue el tiempo, necesitaban tiempo para asegurarse de que esto no era un error, no era algo precipitado.

Mientras todas querían compartir la culpa, ella confiaba en que no todo estaba perdido ni todo había sido dicho, la koala pensaba que aún habían posibilidades así como ella vio un mundo de posibilidades en la comida, en probar diferentes platillos en lugar de limitarse siempre al mismo, sabía que aquí también había más posibilidades, más resultados y eso para el chico fue más fuerte que cualquier golpe que hubiese recibido en toda su vida.

Él recordó también las palabras de su padre, las de su madre, el guiar a otros, ayudarlos, protegerlos, siempre ese había sido su papel, el rol que cumplía con su mejor amiga, pero ahora era alguien más quien le estaba mostrando que era él quien necesitaba ayuda, necesitaba que le abrieran nuevamente los ojos y entendiera que nada se a dicho aún hasta que se efectúe y aún así no significa que no haya solución.

Murenase Seton Gakuen: El uno para el otroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora