•Pådrę Søltęrø•

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Actualmente,me encuentro trabajando como empresario.Llevo trabajando en esta empresa desde que el falleció.Para poder sacar adelante a mis hijos.

Aunque,la empresa ha estado cayendo,la empresa ya no gana el mismo dinero que antes,y por ello el jefe esta muy molesto.Por lo que decidió hacer una reunión...

-Hoy os he reunido a todos ya que...Como todos sabemos,la empresa esta cayendo,ya no ganamos el mismo dinero.-

Un compañero levantó la mano en señal de duda...

-¿Y sabemos el motivo de la caída de la empresa? A lo mejor estamos haciendo algo mal,estamos a tiempo de cambiarlo.-

Estaba totalmente de acuerdo con mi compañero...

-No hemos cometido ningún fallo Quon...Es otro tema aparte...-

-Pues diganos cual es jefe...No nos puede mantener todo en secreto...- Decidí hablar.

Si he de admitir que estaba un poco nervioso,mi relación era educada con el jefe,pero si daba miedo,más ahora...

-No puedo Shu...-

Me moleste ante su respuesta,mis compañeros reaccionaron igual que yo,pero ninguno decidió hablar...

-Para que la empresa valla por un buen camino,y el futuro de la empresa no se derrumbe,he decidido con que,vosotros ocho,los mejores trabajadores de la empresa,os voy a mandar a Londes...-

-¿¡C-Como?!- Grité.

-El vuelo esta pagado,sale esta noche,a las diez.Buen día...-

Y sin más el jefe se fue.

¿Dónde iba a vivir?

¿Mis hijos?

¿Que haremos?

No obtuve respuesta de mis dudas,y probablemente nunca la tendré.

Pero,no me queda de otra que ir.

Ya que,tengo dos hijos a quien cuidar,pero,sus estudios.

En Londres.

Mis hijos no saben inglés a la perfección,lo estudian pero no lo saben a la perfección.

Espero que no se molesten con la noticia.Me siento mal por ellos.

Tras la reunión,fui en dirección a recoger s mis hijos del colegio.Que orgulloso me tienen sus notas son excelentes.

Sin duda como su madre,unas notas excelentes...

-¡¡Papa!!.-

Gire mi cabeza y ví a mis hijos correr hacia mi y me abrazaron.

Correspondí el abrazo y sonreí...

-Vamos? Seguro tenéis mucha hambre...- Dije con una sonrisa.

-¡¡¡Si papa!!!.- Gritó Shun.