NARUTO, LA CAÍDA DE UN HÉROE.

La Caída Del Héroe

Esta historia es un fanfic creado por mi persona y hecho para fines de entretenimiento propio y de quien decida leer, todos los personajes le pertenecen al señor Masashi Kishimoto, las imágenes y otros materiales que puedan aparecer pertenecen a sus respectivos creadores.

Konoha, 2 años después de la cuarta Guerra mundial shinobi.

Naruto estaba sentado sobre la cabeza de su padre en el monumento de los hokage, tenía la mirada ensombrecida, su cabello ahora más largo cubría sus ojos mientras lágrimas se deslizaba por sus mejillas.
Ya se lo habían arrebatado todo, su sueño, la mujer que amaba y también el respeto de su pueblo.
No que ya no amaran, era venerado pero amaban más al uchiha que una vez fue un traidor.
El estaba aquí luego del anuncio de flamante rokudaime hokage; sasuke uchiha. Fue invitado a la ceremonia pero no se presentó.
En su corazón ardía la ira, la desesperación. Podría haber vivido con que sus compañeros se casaran entre ellos si sakura era feliz, pero no tolerará que lo menospreciaran, que insultaron sus sacrificios dándole el manto a alguien indigno. Estaba tan furioso que lanzó un ataque de viento a donde el sabía que hinata lo seguía, no necesitaba que ella lo siguiera, necesitaba pensar... Las palabras de madara resonaban en su mente,
*te traicionaran, uzumaki naruto*
El no lo creyó, pero ahora estaba seguro, está aldea no cambiaría, seguiría siendo el mismo pozo de inmundicia donde una vez lo torturaron de niño, no podía soportar más esto, era desgarrador sentir que tu existencia no tiene un propósito. Ya no sería hokage, que sentido tenía quedarse? Estaba decidido, se iría de konoha y veria lo que él mundo tiene para ofrecer. Luego veria si regresa o no,
Levantó la vista a la luz de la luna y de revelaron, dos orbez púrpuras con anillos concentricos alrededor de una pupila pequeña, el rinnegan que una vez empuño rikudo sennin, nagato uzumaki, obito y madara uchiha ahora brillaba en sus ojos, ese era el resultado de que madara le diera su chakra concentrado en sus ojos, unos ojos tan poderosos que pusieron al mundo de rodillas.
Naruto se levantó con su mirada puesta en la Luna llena.

Fue a su apartamento ahora muchísimo más cómodo y grande, empezó a sellar todo, sus nuevas ropas que consistían mayormente en piezas oscuras. Una capa negra fue su última visión. No la selló, se la puso sobre su traje y luego de sellar en su cuerpo sus pertenencias salió de ahí, caminando por la frías calles de konoha avanzó hacia la entrada principal, no le preocupaban los ambu o los jonin, era insectos ante el, no podrian detenerlo aunque quisieran, quizás sus tres restantes compañeros del equipo 7 podrían contra el normalmente, pero nadie sabía de su rinnegan. Los aplastaria ya que el propio sasuke no dominaba su ojo.

Sakura avanzaba por las calles de konoha, un chunin se había lastimado en una misión de patrulla y era un conocido. Así que decidió ir y curarlo.
Regresando a casa fue cuando notó a esa figura extrañamente familiar, una capa negra con capucha ocultaba sus rasgos pero ella lo sabía mejor, era naruto, su mejor amigo que caminaba hacía la salida de konoha, no tenía una misión porque sasuke las había cancelado para obligarlo a ir al nombramiento. Sin saber lo que había provocado.

Naruto caminaba con tranquilidad, sus ojos amatista le permitían ver todo con claridad. Incluso el chakra de su compañera, sakura.
Miró hacia ella por un segundo y continuó caminando hacia la libertad.

Sakura tuvo en dejavu, acaso naruto se marchaba de la aldea? No era posible, era por ella y sasuke, no, el rubio lo había aceptado. Quizás por el nombramiento del rokudaime? Naruto no sabía que sasuke fue forzado a tomar el manto y que le cedería su puesto una vez que haya lidiando con el consejo.
Pero ella supo que naruto consideró tal nombramiento como un insulto hacia el.
Ahora el héroe del pueblo se marchaba en la noche aún sabiendo que sólo tendría que reportarse y dado su título de zorro sannin podría irse sin inconvenientes.
Ella corrió hacia el y lo abrazó.
-por favor no te vayas - dijo con desesperación.
El no devolvió el abrazo.
Su cabello dorado ocultaba sus ojos, los mismos ojos que ella necesitaba ver para ser completamente feliz.