Capítulo 5

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Después del escándalo del comedor, las clases fueron tranquilas. Tanto cristhoffer como Alexa no habían hecho acto de presencia. Pues si, también teníamos clases juntos.

No soy de agredir a las personas, me estaba arrepintiendo de lo que había hecho. Y si esto salía a reducir, Bianca mi madre iba a pegar el grito en el cielo.

Así que estaba decidida a pedirle disculpas a la chica, becca no había comentado nada de como logro bañarlos de pintura roja y tampoco me esmere en preguntarle.

Busque a Alexa, pregunté y una chica me hizo saber que ya se había retirado.

Buscando a becca, me dirigia a los baños. Cómo me lo imaginé la mencionada estaba en uno de los cubículos. Y muy bien acompañada.

—Becca, muevete tenemos asuntos que resolver— Comenté sin timides alguna, interrumpiendo su polvo.

Trate de no reír, al escuchar su resoplido de frustración.

—Ash, eres una aguafiestas— argumento.

—Lo siento, cariño— respondí sonriendo a mi reflejo.

No lo siento ni un poco.

Retocando mi maquillaje, visualizo por el espejo  saliendo del cubículo a uno de los amigos de cristhoffer. Dejo el brillo a mitad de camino a mis labios, mi boca se abre en un perfecta (o) está chica si que está vez me sorprendió.

—Rebeca, el no es uno de los amigos de cristhoffer— pregunto sin dejar de ver al chico sonrojado.

Dios nunca voy a entender la necesidad de becca, de estar con alguien diferente.

—Si me estaba disculpando, Ash—responde arreglando su camisa.

Disculpando un cuerno por dios, pensé.

El chico salió del baño después que becca le dijera que le avisaba para verse y terminar lo que habían empezado.

—Becca, ¿porque siempre tengo que lidiar con tus ocurrencias?— pregunté viéndola con incredulidad.

—¿Porque? A ver no se, soy un encanto y me quieres ¿Cierto?— murmuró riendo mientas ruedo mis ojos.

Salimos de la universidad por fin camino a la empresa, había comenzado literalmente nuestro trabajo.

Fotos con ropa interior de mejor calidad, vestidos, trajes de baño, maquillajes súper cargados que sentías la cara de cartón poses sensual. Fueron el final de mi dia.

Becca déjalo claro que tenía planes así que me digiria a casa, en el camino decidí parar en un supermercado y comprar gomitas, tenía ansiedad cosa que para mí era normal.

Estacionado mi coche entre, dirigiéndome al pasillo número tres viendo todo a mi alrededor encontré lo que estaba buscando. Y también otra cosa, mejor dicho alguien.

Cristhoffer, con un carrito también estaba en el pasillo viendome con una ceja arqueada. Sin decir nada me di la vuelta y camine a la caja a pagar mis gomitas tenía a seis personas por delante así que me tocaba esperar.

—Hola, Ashley— escuché a mi espalda su voz logrando erizar los vellos de mi nuca.

¡Demonios!

Dándome la vuelta para plantarle cara, y responder su saludo.

—Hola, cristhoffer que sorpresa encontrarte por aquí— murmurre.

El me observa y sonríe, logrando hacerme sonrojar.

Pero que me sucede, no es primera vez que hablo con un chico guapo.

—Si una sorpresa, vivo cerca— respondió viendo mis gomitas.

Tras El CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora