Capítulo 6

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La claridad del nuevo día se cuela por las rendijas de la cortina, me tomo mi tiempo en el baño salgo con mi cuerpo enrrollado en una toalla mientras busco la ropa, uno suaves toques se escuchan en la puerta.

—Adelante— Sugiero buscando en el closet mi atuendo de hoy

—Buenos días, Ashley — habla la persona entrando en la habitación.

Una voz masculina fuerte,sexi,  que hace que los vellos de mi cuerpo se ericen. Volteo en dirección al invitado.

Cristhoffer, sentado en la cama sin camisa y dándome una sonrisa pícara mientras me observa.

—¿Que haces en mi habitación? — chillo tomando con fuerza la toalla que cubre mi cuerpo.

— Vine a darte los buenos días como te mereces— respondió poniéndose de pie, acercándose a mí .

Tomando mi mano con delicadeza mientras  pega mi pecho al suyo, dandome un beso en mi mejilla sigue hasta llegar a mi oído, pasando su lengua por el lóbulo de mi oreja.

Su caricia, hace que una sensación extraña me recorra el cuerpo y mis partes íntimas aclamen atención

—¿Que... haces?— tartamudeo tratando de respirar.

—Tu aroma es increíble, Cariño —  susurra sin dejar de besar mi cuello.

Sin fuerzas dejo que me bese no siempre se tiene un Adonis en tu habitación tratando de seducirte.

Con un movimiento rápido hace que la toalla resbale de mi cuerpo, mientas que con sus manos acaricia mi espalda, empieza a ascender tomando está vez mi boca. Le respondo con timidez al principio mientas el besa con sortura robándome el aire. Haciendo que de mi garganta salgan sonidos de placer.

Apreta mi trasero mientras sigue besando con posecividad con fuerza toma mis muslos logrando así que mis piernas se enrollen en su cintura. Rosando  su erección en mi feminidad, mis pezones se endurecen cuando sin previo aviso toma uno con su boca .

Mis jadeos se escuchan en todo el lugar.
Exitada como nunca empiezo a meser mis caderas haciendo fricción ya no puedo más me duele todo.

El me apoya contra la puerta del closet mientras su respiración se vuelve entrecortada, colocando sus manos en mis mejillas sin dejar de ver mis ojos.

—¿Me deseas?— pregunta viéndome fijamente.

¿Que si lo deseo, creo que me moriré si en este momento no lo tengo dentro de mi por dios.

—Si, cristhoffer—respondo con la voz ronca.

Con una de sus manos baja su pantalón junto a su boxer dejando su erección al descubierto, rosando su glande por mis labios mojados, haciéndome gemir.

<< Ah, si no pares>>

Ring, ring ring

Abro mis ojos, algo desorientada apagó el despertador y me fijo en la hora ¡Mierda! Voy a llegar súper tarde.

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Tomo una una ducha rápida, me coloco un vestido rojo  sangre y unos tacones negros peino mi cabello dejandolo suelto, no me da tiempo de maquillarme así que tomo unos lentes de sol y salgo sin tomar el desayuno voy a mi coche .

Con una hora de retraso llegó a la universidad  salgo del coche tomando mi mochila cuando me decido a correr, el timbre suena y pues si he perdido la primera clase...

Resignada y con mal humor me dirijo al comedor, entro y lo primero que veo es a mi mejor amiga sentada en las piernas de un chico.

Becca levanta la vista y me ve haciendo señas para que me acerque.

Tras El CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora