¿Mitad Humano Mitad Maldición?

𝐂𝐚𝐩.𝟏: 𝙻𝚊𝚣𝚘𝚜 𝚝𝚛𝚒𝚜𝚝𝚎𝚜.

⚠️𝗔𝗱𝘃𝗲𝗿𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮: 𝑬𝒔𝒕𝒆 𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓 𝒂𝒃𝒖𝒔𝒐𝒔 𝒇𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂𝒓𝒆𝒔, 𝒗𝒊𝒐𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔, 𝒕𝒆𝒏𝒅𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒔𝒖𝒊𝒄𝒊𝒅𝒂𝒔.
𝑳𝒆𝒆𝒓 𝒃𝒂𝒋𝒐 𝒔𝒖 𝒑𝒓𝒐𝒑𝒊𝒂 𝒓𝒆𝒔𝒑𝒐𝒏𝒔𝒂𝒃𝒊𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅.
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Era de mañana, concretamente las 10:00am, estabas teniendo el mejor sueño de tu vida, exacto, soñabas que volabas. Raramente no soñabas eso, ya que siempre lo tenías en la cabeza, un sueño que se sentía al 100%... Sentías el viento en tu cara, tan fresco que parecía real, sentías como tu cuerpo fluía solo... Se sentía tan bien, veías el cielo cerca, muy cerca, tan cerca que casi lo podías tocar. Pero... Como siempre sentiste la desesperación, sentías como tu cuerpo comenzaba a pesar y caía y caía... Y despertaste.
—Mierda... Otra vez—Te quejaste.
—Sigo sin entender... Porque siempre caigo...

Estabas en la cama tumbada boca arriba, todos los días era una tortura para ti levantarte, te costaba muchísimo.
Tu cuerpo pesaba, estabas cansada.

— ¿A qué esperas para levantarte? Vaya niña tan inútil— Escuchaste a tu padre gritar, probablemente desde la cocina.

Tú, con esfuerzo y valor, te levantaste de la cama. —Que pereza tener que hacer la cama ahora...—Te quejaste.
Acto seguido hiciste la cama lo más rápido que pudiste, estaba mal hecha, pero bueno... ¿Está hecha igual no? No debe de haber problema por eso.
Te pusiste de ropa lo primero que viste y fuiste hacia la cocina.

—Buenos días cielo— Te dijo tu madre sonriendo.
—Buenos días mamá— Le respondiste, dedicandole una suave sonrisa, seguido de un beso en la mejilla.

—A ver cuando estudias de nuevo... O trabajas, haz algo en esta casa— Dijo tu padre.
Tú te limitaste a mirarle cansada, no entendías como después de que él fuera el primero en presenciar como casi te suicidas, te hablara de esa forma tan irritante.
Estuvisteis los tres en la mesa, desayunando, tú hablabas tranquilamente con tu madre sobre lo que haríais juntas hoy, ya que ella para animarte suele llevarte de compras.

—Sigo sin entender que hacéis hablando como si nada, cuando he tocado un tema serio como es el trabajar por la familia, que no se mantiene sola— Mencionó tu padre con tono alto.

—Cariño... Tienes que entender que nuestra hija sigue en un proceso duro... Ella es la que más está sufriendo aquí...

Antes de que tu madre pudiera terminar de hablar, ese hombre que se hace llamar padre la agarró por el pelo e hizo que le mirara fijamente a los ojos.
—Salió de estar internada eso quiere decir que está bien sana... No vuelvas a defenderla, siempre la defiendes, ya estoy cansado— Dijo con furia.

No sabías que hacer... Sabías que si te metías de por medio ella sería la que se llevase la paliza. A la mierda.
Es tu madre y la ibas a defender pasase lo que pasase.
Rápidamente agarraste a tu padre del brazo para que la soltara.
—Papá... Sueltala...— Le ordenaste.

—¿Te crees mucho solo porque tu madre te tenga en un pedestal?— Te preguntó con tono prepotente éste. Antes de que pudieras decir algo más, él te agarró del brazo y te tiró al suelo.
—No vuelvas a levantarle la mano a tu propio padre— Te dijo él mientras te miraba con odio, acto seguido miró de reojo a tu madre.
—Me voy a trabajar... A la noche espero llegar y ver mi cena— Le dijo a tu madre sin pudor y se fue.

Te levantaste del suelo, cansada, todos los días pasaba algo gracias a tu abusador padre... Tu madre te miró con los ojos llorosos y fue a abrazarte.
—Lo siento cielo... Lo siento tanto...— Te decía mientras sollozaba.