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Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y antes de darme cuenta mi vida pasaba a una velocidad que no parecía tener frenos, a mis veintitrés años ya había pasado por mucho y a la vez vivido tan poco

Había tenido amigos nuevos, los había perdido e incluso había perdido contacto con gente que quería muchísimo y extrañaba

Llevaba tres años sin saber nada de Mikey, Sanzu y de ninguno de su pandilla, solo sabía por Shinichiro que habían creado una pandilla que estaba haciéndose muy famosa con el paso del tiempo, pero su camino se había desviado tanto del propósito que tenía la ToMan que sinceramente me preocupaba

Bonten era conocida como una organización integrada por gente realmente peligrosa y sin escrúpulos, ellos vendían drogas, órganos e incluso personas, y si eso no te asustaba lo suficiente, también asesinaban a sangre fría a quien le molestase

Debería estar asustada y querer alejarme, pero Mikey y Sanzu habían estado siempre para mí y realmente estaba preocupada por ellos, aún más cuando me enteré por Takeomi que su hermano estaba consumiendo drogas y al parecer era un vicio muy constante.

Lo peor de todo era que ellos eran inalcanzables, no había podido encontrarlos aunque lo intenté por mucho tiempo hasta que me dí por vencida, ellos parecían no querer que los encontrara y a menos que eso cambiara me sería imposible hablarles

Mi relación con Black Dragon no cambió mucho, la pandilla creció y ahora todos nos reconocían fuéramos donde fuéramos, la delincuencia había bajado un poco por la zona, pero era difícil hacerlo "Compartiendo" territorio con Bonten

La relación con mi hermano se hizo aún más estrecha con el pasar de los años ya que estábamos todo el día juntos, peleábamos y convivíamos uno junto al otro y aunque amaba molestarlo con Takeomi, ambos sabíamos que estábamos para el otro sin dudarlo

Takeomi era el mejor amigo que podría tener en la vida, lo malo era que me celaba mucho y no dejaba que ningún chico se me acercara, lo que prácticamente me había convertido en una solterona, porque Wakasa rechazaba o ignoraba todos mis coqueteos y ya estaba dándome por vencida, llevaba años intentando llamar su atención en vano y aunque me encantaba, parecía ser una causa totalmente perdida

Shinichiro era un amor, siempre estaba al pendiente de si necesitaba algo y de ser así enseguida me lo conseguía, podía contar con él para lo que fuera y amaba pasar tiempo a su lado, tanto así que desde hacía tres años trabajaba en su taller siendo su aprendiz

Al comienzo mi hermano no estaba de acuerdo con mis decisiones, él había insistido que al terminar el instituto me inscribiera en la universidad, ese había sido su condición para dejarme entrar en la pandilla, pero solo había aguantado un año antes de abandonarla, y aunque no le gustó tuvo que aceptarlo tarde o temprano

Y ahora me encontraba como siempre en la tienda de Shinichiro, limpiando el motor de una de las motocicletas a las cuales debíamos darle mantenimiento ese día

Pasé mi mano por la cara suspirando, limpiar los motores era lo que menos me gustaba, siempre terminaba llena de grasa y me costaba varios baños antes de que mi piel volviera a oler bien, pero si le decía eso a Shinichiro dejaría de pedirme que lo hiciera y la idea era ayudarlo, no darle más trabajo

¿Estás bien, Kyo?- el azabache se acercó para pasar su pañuelo por mi mejilla limpiando una mancha de grasa que había dejado sin querer

Love me better | Tokyo revengers | +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora