Love me better | Tokyo revengers | +18 (Terminada)

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Ser madre no había estado en mis planes, al menos no aun, pero debía admitir que tener a esos dos pequeños entre mis brazos me hacía olvidar de todo

Tener dos niños no es fácil, a pesar de que uno de ellos sea un ángel y no llorase casi nunca, Kenji lo hacía por ambos.

Ambos niños eran muy diferentes del otro, Kenji, mi niño con Sanzu, era un pequeño terremoto, desde que nació se removía, gritaba y lloraba, era el más ruidoso de ellos, y a medida que fue pasando el tiempo, eso empeoró... él era nuestro pequeño demonio, uno que amábamos con todo el corazón, no importaba el desastre que hiciera o la hora en la que nos despertara llorando y gritando, solo era cuestión de mirarlo a los ojos y se hacía imposible regañarlo o enojarse con él

En cambio Kazuya era un ángel, el pequeño rubio apenas lloraba, y lo hacía muy poco solo para llamar la atención, él amaba estar brazos y en cuanto escuchaba la voz de Sanzu una enorme sonrisa se formaba en sus labios y comenzaba a buscarlo desesperado, él sin duda seria la voz de la razón entre ambos hermanos, podía asegurarlo, porque desde pequeños cada vez que Kenji estaba en uno de sus ataques de gritos, si dejábamos a Kazuya a su lado, se tranquilizaba enseguida y comenzaban a balbucear entre ellos

No entendía muy bien cómo era posible que fueran hijos de dos padres diferentes, la doctora me lo había explicado nuevamente al ir a nuestro primer chequeo médico, pero era algo que no lograba comprender y aunque me lo explicaban me sonaba tan irreal

Ambos niños eran muy inteligentes y hábiles, aprendían casi todo juntos, Kazuya siempre era el primero en aprender algo y era como si se lo enseñara a su hermano, porque solo días después Kenji terminaba haciendo lo mismo

Tenía que admitir que los primeros días e incluso los primeros meses habían sido muy difíciles, los niños apenas y nos dejaban dormir, yo intentaba no despertar a Sanzu en las noches porque no quería que luego cuando fuera a Bonten estuviera cansado, sabía que su vida podía estar en peligro en cualquier momento y debía estar al cien por ciento, pero a pesar de intentar controlarlo todo, no había podido, y eso me había hecho colapsar una tarde mientras estaba con los Haitani, lloré y lloré por horas, desahogándome de todo con ellos, sin tener en cuenta que los traidores irían con el chisme a Sanzu...

Y ya luego de que los hermanos me traicionaran y le fueran con el chisme a mi novio las cosas cambiaron para bien, al comienzo me negué a que él me ayudara en las noches, como dije quería que descansara y estuviera alerta en su trabajo, pero aunque yo puedo ser testaruda, y mucho... Sanzu lo era más, lo cual aunque teníamos discusiones por ello, siempre terminaba ganando y gracias a eso el estrés que cargaba disminuyó mucho y trabajando en equipo con él las cosas mejoraron rápidamente

Me encontraba preparando la comida mientras Sanzu estaba en la sala con los niños, nuestras vidas quizá se habían vuelto un poco caóticas, pero sin duda no había aburrimiento en ella, ¿Cómo podría con dos niños que nos mantenían ocupados todo el tiempo?

¡Kyo, ven! ¡Corre!- solté las cosas para correr hacia el pelirrosa asustada, pero me detuve al entrar a la sala, encontrándome a Kenji de pie en el medio de la alfombra, mirando a Sanzu mientras balbuceaba cosas que no se le entendían antes de caer sobre su trasero al intentar dar un paso, comenzando un berrinche, haciéndome reír levemente- por poco- me miró con una pequeña sonrisa sentado frente al pequeño que estaba golpeando uno de sus juguetes contra el suelo- creí que comenzaría a caminar, casi lo logra

Pronto lo hará- afirmé caminando hacia él para apoyar mis manos en sus hombros sin quitar la mirada del niño- bien hecho Kenji, tu puedes- lo alenté y Kazuya se bajó de las piernas del pelirrosa para acercarse a su hermano acariciando su cabeza como si fuera un perro, haciendo que detuviera su berrinche, lo cual me hizo sonreí- estoy orgullosa de ellos- me dejé caer sobre mi novio que me hizo caer sobre sus piernas antes de comenzar a llenar mi rostro de besos haciéndome reír- Haru...