Cap.25

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La perilla de la puerta no parecía ser muy fuerte como aparentaba, con una cara tan pálida que podía quizás hasta compararse con una hoja de papel, temblando de miedo, así que tomo la toalla y se la envolvió en ella no quiere ni imaginarse lo que sucedería, le aterraba, entonces de un momento a otro. Entró aquel hombre de voz gruesa al baño, derribando la puerta.

—Ves, si entre —en su rostro se reflejaba una sonrisa un poco siniestra— me vale si te bañaste o no.

       Ella se encontraba pasmada en el mismo lugar, luego el la tomo de su brazo izquierdo con fuerza y la tiro hacia el con impulso, ella soltaba pequeñas lágrimas, eran visibles.

 —¿A-a d-d-donde m-m-me lle-llevas? —tartamudeo con miedo, vio en las películas que a las chicas después las tiraban al sótano y las encerraban ahí que el lo decidiera. Vaya, no se creería eso de ella misma, se preguntaba 'solo será ciencia ficción, ¿verdad?' Se preguntaba cada vez que sentía algo de miedo, ella era demasiado terca, su hermano Samuel siempre le repetía que no viera ese tipo de cosas, ya que la perjudican, pero como ella es ella.

—¡Hey! ¡Hey! ¡Llamando a tierra Andrea! —exclamando enojado el man, agitandola de un lado a otro, llegaran tarde y eso le molestaba a el.

—¿U-umm d-dim-me? —pregunto cautelosamente Andrea, sin ni siquiera mirarle a los ojos, cayendo en cuenta que se encontraba en la habitación, desviando sus ojos hacia los lados noto que había algo de ropa encima de la cama, luego devolvió su vista hacia el suelo.

—¡Habla bien! —le reprendió empujándola fuertemente hacia el suelo, y la observaba con lastima.

—¡No es justo! ¿Porque me tratas tan mal? ¿Que te hice yo? —le expreso lo que le molestaba, la verdad.

—Ve, te explico las reglas del juego —en un instante la tomó de la mano levantandola y empujándola hacia la cama. Tomando su mentón para que lo viera a los ojos directamente—Esta es mi casa y acá se hace lo que yo diga mi muñequita preciosa. Si yo ordeno algo tu me obedeces sin rechistar ¿captas? Pues si no lo haces tendré que ayudarte de otra manera...

—¡No soy tu muñeca! Soy la cosita linda de mi hermano —afirmó tomando impulso y se levantó de la cama, dejando extrañado a aquel hombre. Tomo la ropa y se dirigió al baño de esa habitación, y procedió a vestirse.

    Un momento... ¿Andrea, tomará el valor para comportarse como es en realidad? Oh

—¿Cuál será tu jugada niña? —tomó asiento en la orilla de la cama, reviso su teléfono respondiendo algunos mensajes, luego escucho como la puerta del baño se empezaba a abrir. Levantó su rostro y la miró, inspeccionando su vestimenta.

—Esta, escucha yo hago lo que a mi me parezca mejor mientras no estén mis hermanos cerca para regañarme —dio un par de pasos hacia adelante, y se detuvo en el espejo preguntándose si la que se reflejaba en el espejo era ella.

—Vaya estilo, te ves vestida como una muñequita bella —la alago, se veía bien en realidad. Pero el tenia algo que le llamaba la atención de aquella jovencita sera su... ¿Carácter? ¿físico? ¿Estilo?El punto es que ni el mismo lo sabe.

 —Gracias, lo heredé de mi madre... —detallando el doblez de su falda de cuadros negra con rayas horizontales en color rojo, vendo su abrigo del mismo estampado, que se podía detallar dentro del abrigo una camisa de color blanca.

—Lo he podido notar.... pero no en todo te pareces a ella. En ciertas cosas te pareces a tu padre —soltó de la nada aquellas palabras que pusieron a pensar a Andrea.

—¿C-como a-así? —quizás sea que ella no le entendió bien, si puede que sea eso. No se va a poner a sacar oto tipo de conclusiones donde no se encuentran.

—Continuará...

Vivienfo con mis 7 hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora