Cap.35

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—Vamos a ir a desayunar en un nuevo restaurante que colocaron cerca del centro —dijo mi hermano Erick entrando a mi habitación como si se la conociera por completa.

Rebusco y rebusco en el desorden de mi closet. Sacando un bolso que yo daba perdido o utilizado en uno de los inventos de mis hermanos, ese chico si es creativo para algunas cosas.

—¿Te vas a levantar si o no? —inquirió mi hermano Erick aún de espaldas moviendo de un lado a allá todo mis cosas.

Sí, lo admito mi gemelo y yo somos lo que se definimos la palabra desorden.

Tome iniciativa y me levante, fuí al baño saque un jean pero dí una mirada rápida a los pantalones de mi hermano y como eran azul claro, los mío también lo serán.

Lo combine con una camisa blanca iba a ser holgada hasta que fuí interrumpida.

—Que sea como un body —aclaró mi hermano sonriendo y entregandomelo.

Hice mi aseo personal, un maquillaje rápido y manifestar que hoy será un gran día. Me he vuelto la chica de las manifestaciones y se cumplen eh.

Al salir note el cuarto no diría ordenado pero sí transitable, las camas tendidas el closet de milagro cerró y mi cartera y mi chaqueta en la cama. La puerta estaba abierta.

Dí unos pasos justos para ponerme mis converse, que son del mismo color que las de mi hermano en estos momentos.

—Vamos linda —dijo tomando mi cartera y corriendo me prácticamente de mi habitación.

Ya estaban algunos en la sala, pero me imagino que estarán afuera acomodando todo.

—¿Te vas a ver con tu novio no presentado o que? —comentó Victor, creo que disimulando su enojo en estos momentos. Se ha vuelto celoso, necesita una novia para ya.

—Vamos a comer ¿no? —le dedique a mi hermano una caminata de modelo —Tengo que enseñarle al sol como se brilla —sonreí y desvíe mi camino por agua. Dando un toursito por la cocina que tiene vista al patio, no es muy grande pero se puede tener animales y plantas, claro todo bien proporcionado.

—¡Nos fuimos! —exclamó mi hermano mayor desde afuera, salieron dos de mis hermano primero y luego yo.

Andrés seguía sujetando mi chaqueta y mi cartera, al estar dentro del vehículo mi hermano nos entrego a cada uno nuestros teléfonos.

Mis hermanos se han vuelto más educados y caballerosos, me alegro de que sea así.

—¡Cálmate! Si va a continuar.
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Vivienfo con mis 7 hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora