capítulo 4

1.3K 144 41
                                    

Después de un rato los usuarios de magia comenzaron a platicar. hablaron sobre su vida, hobbys favoritos, comida también el como terminaron con poderes y entre más cosas.

── ¿Es enserio? Jajajaja debió ser divertido para ti ──la mujer trata de contener su risa al escuchar como los hechiceros del santuario le jugaron una broma al azabache.

── ¿Qué? Para nada. Esa "broma" sobre una entidad molestando en el santuario me causó problemas.. ──suspiro para después dar una pequeña sonrisa al escuchar reír a la pelirroja── Hubiera tocado exorcizar la casa.

── ¿Tenías miedo? ──dejó de reír para darle sonrisa al hombre.

── No. Por qué debería? Ya eh lidiado con ese tipo de cosas antes. ──al ver la mirada curiosa de Wanda se puso algo nervioso──

── Entonces supongo que fue fácil  deshacerte de eso, no?──puso su mano en el hombro del doctor dándole unas palmaditas.

── Sí, Sabes? Ahora que eh pasado el rato contigo, me doy cuenta que no eres como las personas dicen ──ve como la bruja le queda viendo algo perdida── me refiero a.. tu incidente.

── Ah.. pues sólo puedo decirte que en ese momento no estaba en mis casillas. ──agacha la cabeza y junta sus manos── haber perdido todo lo que queria me dejó psicológicamente mal..

── Te entiendo.. pero no te preocupes, no estarás tan sola desde mañana ──pone su mano encima de las manos de la pelirroja.

Wanda quería responderle pero se fijo en la cicatrices que tenia en las manos y grande fue su curiosidad que al final le preguntó.

── ¿Qué sucedió con tus manos?

El hechicero no sabía que responder, se puso algo incomodo al escuchar eso. No le gustaba hablar sobre el incidente que tuvo con sus manos.

── Tuve un accidente automovilístico muchos años y perdi la movilidad de mis manos.. ──ve como la pelirroja al escuchar aleja sus manos── ¿Sucede algo?

── Lo siento.. No debí preguntarte, fui imprudente..──ahora se sentía mal por haber preguntado y si nisiquiera pensar en como se sentía el contrario respecto a eso.

── No te preocupes, esto es pasado. Tendría que habértelo dicho en algún momento. No te sientas mal, no hiciste algo malo ──le dedico una leve sonrisa a la mujer al ver que esta se siento mal.

── Está bien. ──bajo la mirada para observar las manos del hombre, se veían las cicatrices que tenía── Tus manos estan bien, son preciosas, no te sientas mal al mostrarlas.

El hechicero se quedó viendo como la mujer toma su mano la veía y a la vez las acariciaba sutilmente, por primera vez le gustó que alguien vea su manos y hiciera eso. Iba a decir algo, pero escucha como tocan la puerta.

── Que oportunos son ──Pensó el doctor medio molesto por la interrupción, pero al mismo tiempo aliviado.

── Iré a ver quien es, no me demoro ──la pelirroja se levantó del sofá para dirigirse a la puerta y abrirla── ¿Qué haces aquí?

Dos mujeres estaban en el marco de la puerta. La pelinegra ve a la bruja y le sonríe y la castaña que estaba atrás de ella la saluda.

── Es un gusto volverte a ver ──dice Lina con una diminuta sonrisa── ¿Te acuerdas de mi amiga?

── Sí, la recuerdo. ──ve como la castaña le extiende la mano.

── Hola señorita Maximoff, me alegro verla otra vez. ──siente como la sokoviana estrecha su mano.

𝘽𝙚𝙝𝙞𝙣𝙙 𝙩𝙝𝙚 𝙢𝙖𝙧𝙧𝙞𝙖𝙜𝙚 [ScarletStrange]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora