Volteó su cabeza hacia la pizarra llenas de ecuaciones aburridas, después de una hora y media, terminó el turno del profesor, la chica dark se levantó y me dio un papel doblado en dos, mi cara expresaba confusión, toda era tan raro y tan único en esa chica, que me dio la curiosidad de abrir el papel para solamente leer "Te odio, no pienses que me caes mal, traes pines en tu mochila de las bandas que más escucho, así que me caes bien". Al terminar de leerlo y al terminar matemáticas, salgo con mi mochila en la espalda para ir al laboratorio por las clases de ciencias, en el camino de una pared salé la chica que me dejó el papel doblado y me habla.
- ¿Soy Inés, cómo te llamas? – Dijo tranquilamente
- Joder, casi me matas de un susto... me llamo Adrián – Respondí casi con el corazón en la boca
- Adrián... bonito nombre – contestó mientras miraba mi cabello
- Bonito y común – respondí amablemente
- ¿Cuántos años tienes? – Dijo mientras agarraba los pines de mi mochila
- Tengo 18, y tu? – Contesté medio dudoso
- Mierda, no crees que deberías estar en otro lado y no en el colegio? Tengo 17 – respondió muy sorprendida
- Pues... si, pero cometí algunos errores de los cuales no estoy muy orgulloso, asi que este es mi último año – Contesté mientras ingresaba al laboratorio
Entré al laboratorio olvidándome de ella y yendo al otro extremo del salón para estar solo, mientras la profesora nos daba la bienvenida, estaba concentrado mirando a Inés mientras se retocaba los labios color negro. Su cabello era un poco castaño, tal vez de 1.72, ropa holgada y tenis con dibujos "diabólicos", cuando miraba lo que estaba haciendo ella también volteó a verme, en seguida bajé la miraba hacia mi cuaderno, perdiéndola de mi vista, cuando de un momento a otro siento la silla de mi izquierda moverse para atrás, al alzar la mirada era Inés con una casi sonrisa que se dirigía a mí, era raro porque recién nos conocíamos y ya había esa clase de confianza, era toda una locura.
De su mochila sacó el cuaderno de Ingles, lo abrió y arrancó una hoja de ella, empezó a escribir aparentemente más de una línea, me entregó la hoja doblada en dos, al abrirla decía: "Tonto", arrugué la hoja hasta hacerlo bola y botarlo por la ventana, la miré de una manera un tanto molesta, pero eso no la frenó a abrir la boca.
- ¿Seguro que te molestaras por esa tontería? – Dijo mientras reía
- No, simplemente creo que eres graciosa – contesté de forma sarcástica
- No te molestes, vainilla – usó un tono rudo
- ¿Cómo me dijiste? – Dije mientras hacía notar mi molestia
- Vainilla... – sonrió
- ¿Por qué vainilla? – pregunté de manera desesperada
- La vainilla me agrada y tú también, ¿entiendes? – respondió seriamente
- Si, entiendo – Dije tratando de cortar la conversación
- ¿Te gusta el apodo? – preguntó mientras jugaba con su esmalte negro en la mano
- Pues... nadie me había puesto un apodo, supongo que si – respondí de forma amable
- Vi que hablaste con Arturo en el salón, ¿de dónde se conocen? – Dijo Inés
- Recién ayer, fue el primero en darme la bienvenida cuando llegaba – Contesté de manera agradable
- Comprendo, él también me cae bien, tal vez sean buenos amigos – Dijo muy entusiasta
- No lo sé – Dije de manera cortante
Faltaban 15 minutos para que termine la clase, Inés seguía sentada al lado mío haciendo cualquier garabato en su cuaderno, cuando estaba apuntando la tarea de la nada aparece la mano de ella con un lapicero negro dibujando un "Ψ" (Sai) el cual era el logo de mi banda favorita, la miré y solamente pensé que era una persona con buenos gustos. Sonó el timbre avisando que las clases habían terminado, pensé que solamente eran dos clases, luego recordé que había llegado a la mitad de las horas de clase, cogí mi mochila guardando mi cuaderno y lapiceros, salí del laboratorio para dirigirme a la puerta de salida, el edificio donde vivía quedaba a algunas cuadras del colegio, así que podría caminar con tranquilidad hacia mis aposentos... cuando volteo mi cabeza hacia la izquierda veo que en la vereda de al frente estabaInés aparentemente chateando, yo estaba un poco más adelante que ella, supongo que no notó que yo estaba a escasos metros de ella.
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Ahora no, Cállate
Teen FictionAdrián se muda a un país nuevo para él, llega por motivos de trabajo de su madre, ahí conoce el placer y el amor. Deberá decidir lo más antes posible, todo depende de Adrián mientras siga en un tipo de triangulo amoroso