1ra Parte

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A veces ir a otro país para disfrutar... conocer... aprender... y probar es una experiencia increíble ya que las costumbres y su cultura es interesante, pero no para ir a vivir como me pasó a mi, solo quería unas vacaciones relajantes para evitarme del estrés que siempre anda presente. Llegué al edificio donde iba a vivir un poco incómodo por el cambio tan repentino de país, al llegar al piso 22 observé que habían 3 departamentos 404, 405 y 406, al parecer mi madre habría comprado el 405... al esperar que mi mamá vuelva con las llaves del departamento que dejó en el auto, del 406 salió un chico apuesto... cabello castaño, de tez blanca, delgado, nariz respingada, ojos marrones oscuros, tenis negros, bajo, con una camiseta de ACDC, jean azul, cuarzo colgando de su cuello y anillos en sus manos.

- Hola, buenos días... eres tú el que se mudó al 405, ¿verdad? – usando un tono un poco amiguero.

- Buenas... pues sí, recién acabo de llegar hace unos cuantos minutos – traté de ser lo más amable posible

- Pues me llamo Jorge, creo que ya sabes donde vivo asi que sería tonto decirte que soy tu vecino del 406 – usaba una actitud muy buena para ser alguien que no me conocía

- Un gusto, mi nombre es Adrián, pues creo que yo tampoco, ya que sabes dónde viviré y estamos cerca, ¿Hay una escuela cerca por aquí? – Miraba sus ojos claros por el sol que tenía en ellos

- De hecho si, el único cerca está a dos cuadras de aquí, los padres de este edificio y los otros dos que están alrededor mandan a sus hijos e hijas solo ahí, supongo porque es el único cerca – miraba mi cinturón de vez en cuando mientras me lo decía

- Gracias, le diré a madre... de todas maneras me matriculará en esa escuela – lo decía seguro mientras tapaba con mi camiseta mi cinturón

Mi madre llegó haciendo que Jorge se despida con un movimiento de mano, hice lo mismo viendo como su cabello en la parte de atrás brillaba con el sol igual que con sus ojos. Entramos al departamento, todo estaba bien... con algunos muebles cubiertos por sabanas con un poco de polvo, tenía algunas telarañas en las esquinas del techo, era muy rustico, con un entapizado que me agradaba, tenía una vista maso menos a toda la cuidad ya que vivía en el piso 22 y las montañas de tierra/piedras no eran de su color habitual, sino que todo era verde... me agradó mucho porque ya sabía dónde iba a ir para leer, ya que a lo lejos veía un pequeño parque con unas bancas con una posible vista hermosa.

Entre a mi cuarto a dejar mi mochila llena de pines de mis bandas favoritas como Queen, Green Day, System of a down, Slipknot, Coldplay, Måneskin, Oasis, Guns N' Roses, Twenty one pilots, ACDC, Linkin Park, Metalica y Gorillaz, el cuarto tenía una vista a uno de los dos edificios donde justo daba con la de una chica, me vió en la ventana y me saludo con la mano, rápidamente salí de la ventana sintiéndome un poco avergonzado porque la estaba viendo bailar de una manera muy chistosa y tierna, al parecer todo iba estar bien.

- Hugo, iré a la tienda... quieres que te traiga algo? – usando un tono agitada por las cajas que habría cargado

- Claro, u-un jugo de manzana en caja, sino hay manzana... durazno – tartamudeando por la vergüenza

- Dejaré la puerta abierta, porque la señorita de la compañía de cable e internet subirá ahora – abriendo sus ojos sabiendo lo que iba a hacer

Estaba viendo algunas pinturas que colgaban de la pared, cuando tocan la puerta y era la chica que venía a instalarme las conexiones de cable e internet.

- Hola, ¿que tal? Vine por la instalación, justo vi a tu mamá bajar – usaba un tono demasiado tierno

- Ah hola, pasa... en la bolsa de ahí están los cables y los routers – Dije mientras señalé la bolsa, parecía de mi misma edad o un año mayor

- Está bien gracias y un gusto, me llamo Martina – bajo la mascarilla presentía una sonrisa

- Mi nombre es Adrián – los nervios me ganaban

- Eres nuevo en la ciudad, ¿verdad? – su camiseta de la compañía le quedaba bien, creo que el rojo vivo me gusta

- Si... recién llegué hoy – respondí muy tímido

Ella seguía con su trabajo... no era tan evidente pero la miraba con atención a lo que estaba haciendo, como conectaba los cables a los puentes del televisor, su cabello es lindo.

Ahora no, CállateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora