Photograph

Me permites este baile?

La semana se pasó rápida, para Margo, que había esperado con ansias ese baile, era la oportunidad de conocer de una mejor manera al chico; en cambio para Maria, era mantenerse despierta por más tiempo, lo cual era lo que menos quería. Ella solo pensaba en dormir y descansar para recobrar las energías que las actividades extras le habían robado.
-No puedo creer que falte una hora para poder verlo de nuevo.
-Vamos Margo, apenas lo conoces. Es ridículo que ya te veas con él, además que tal si es un loco que solo le gusta abusar de inocentes pelirrojas? O si es un mujeriego?
-No creo que lo sea. Dijo Margo, que en el interior estaba empezando a molestarse por la actitud de su amiga.
-Bueno, pero por si acaso quiere hacerte algo llevate tu gas pimienta.
-Como sea, como te vas a peinar?
-Tengo que peinarme? Margo rodó los ojos- Era broma, solo me haré un chongo despeinado. Ya sabes demasiado aerosol te puede hacer daño.
...
La noche se encontraba fresca y la luna irradiaba tranquilidad. Las dos chicas se encontraban esperando a sus citas. Una más emiconada que la otra. Ambas se veían hermosas en sus vestidos de noche, por lo que, cuando los dos muchachos pusieron sus ojos en ellas se quedaron pasmados sin nada que decir. Entraron a al enorme edificio adornado en un estilo muy a los premios Oscars. Y se detuvieron a tomar la foto en pareja.
-Alguna vez te dije cuán ridículo son estos bailes?
-Sí, varias veces. Venias gruñendo todo el camino aquí. Supongo que pensabas en voz alta.
-Deberíamos posar de una manera diferente, es decir, todos se la toman igual. Abrazando a la chica de la cintura. Intenta cargarme. Como si yo no quisiera venir y tu me hubieras cargado para hacerlo.
-No es lo que estamos haciendo ya?
-Sí, pero ahora hay que transmitirlo.
Y así fue, Michael la cargaba en el hombro sosteniendo su trasero con una mano para evitar que el vestido se le alzara. Maria volteaba a la cámara y tenía una expresión de locura, ya que según esto quería que la bajara. Y ese fue el principio de aquello que no estaba contemplado en los planes de Maria.
Por dentro la decoración del salón se veía extravagante. Y todos los jóvenes se encontraban emocionados esperando a la banda local que se iba a presentar. Había tanto ruido que la institutriz decidió dejar a la mitad su discurso y cenar.
-Pobre de ella, creo que nadie le prestaba atención.
- En serio Margo? Yo creí que se moría de hambre. Además se lo merece por ser una amargada.
-Así que... Qué estudias Margo?
-Pedagogía. Planeo ser una buena maestra. Y tu que estudias Owen?
-Estudio leyes, mi padre tiene un gran despacho en Londres, y como soy su único hijo lo heredaré.
-Wow! Supongo que se ha de sentir genial. Resoplo Maria.
-Disculpa?
-Bueno es que a comparación de los que estamos sentados aquí tu no tendrás que luchar por un puesto en un rango alto.
-Así es, que hay de malo en eso?
- No, nada solo decía.
Maria estaba en contra de aquello que era conseguido sin esfuerzo, como las plazas a maestros, el dinero mal habido, y cosas por el estilo. Le había dicho tantas veces a Margo sobre eso, que hasta le había hecho jurar que has en su vida cometería un acto de corrupción.
Cuando la banda llegó la multitud se puso de pie al centro de la pista para comenzar a bailar, si es que podía llamarsele así.
-bailamos?
-Claro
Maria tomó la mano de su acompañante y se dirigieron al centro de la pista. Se movieron en un ritmo diferente a los demás, los cuales solo daban brincos y vueltas, mientras sus cabezas eran casi desprendidas de su cuerpo debido a la extrema fuerza con la que las agitaban. Maria y Michael daban círculos tomados de la mano cada vez con mayor rapidez. Hasta el punto en que ambos se marearon y no les quedó otra más que reír de sus tonterías. Intentaron bailar un tipo de tango pero fracasaron.
La noche fue tan cautivadora que a Maria se le olvido todo aquello que no estuviera presente. Su cansancio, el dolor en sus brazos y hasta de Niall. No se dio cuenta de eso hasta que salieron al jardín para sentarse en el pasto y después rodar hasta estamparse con una reja divisora. Una vez acostados y con la adrenalina fuera de su cuerpo se relajaron. Fue tanta su tranquilidad que le recordó esos momentos silenciosos pero perfectos que sucedían con Niall.
Michael al verla tan perdida le causó cierta curiosidad, el saber qué pensaba. Pero lo que él no sabía que la posible respuesta lo decepcionaría.
-En qué piensas?
-No en qué, en quién.
Michael sintió algo raro en su cuerpo, tal vez era envidia de la persona a la cual le pertenecían los pensamientos de la chica. Por otro lado Maria se percató tarde lo que había hablado.
-Es decir, solo pienso en si éste chico piensa en mi lo mucho que yo pienso en él. A veces siento que no es mutuo. Y me siento una tonta al creer que, teniéndolo todo (chicas, dinero, autos, etc.), seguirá pensando en mi. Tal vez es egoísta, tal vez debería dejarlo, pero me es difícil sabes. No quiero, sería como empezar de nuevo y no soy buena comunicándome con la gente. Supongo que ya te habrás dado cuenta- ambos rieron ante aquel comentario- Él me tiene tanta paciencia, pero al mismo tiempo siento su ausencia. Debería quedarme estancada con él o seguro adelante.
-En tus cartas no mencionaste a un "alguien"
-Esas cartas son sosas, no sé porque hacen eso. "Se conocen, se invitan al baile y se escriben por una semana para conocerse más". Debería ser al revés. Sin ofender-hubo una pasusa algo incomoda- Margo me dijo que no pusiera nada de él. Dijo que si lo hacia tu podrías haber salido corriendo.
-Y aún es tarde para que yo corra?
-Lamentable mente sí.
Ambos se rieron fue una risa que se extendió al punto en que a uno le daba risa la rusia del otro. Cuando se tranquilizaron él prosiguió.
-Pues si ya no te hace feliz no veo el punto de que sigas igual. A veces como personas nos da miedo el seguir adelante o las cosas nuevas, pero el cambio siempre es para bien.
Michael, sabía que aquellas palabras nunca debieron haber sido mencionadas. Él la quería a ella, y la intentaba alejar del " otro", estaba siendo egoísta y lo sabía, pero él quería que ella fuera feliz a su lado y no del de alguien más. El remordimiento corrió por su espina dorsal. Pero lo que menos pensó fue la respuesta de la chica.
-Tal vez tengas razón, si a él le intereso se debe esforzar más, siento que antepone sus gustos, y siempre yo estoy al final de la lista, le pondré una advertencia y si no hace nada, yo haré algo al respecto.
-Creo que vas a hacer lo mejor para ti. A veces es necesario ser un poco egoístas, de otro modo la gente nos aplastaría.
-Has sido muy lindo conmigo, creo que debería compensarte.
La chica se giro para encararlo y plantó un beso en los labios del chico, fue un beso calmado, pero con el paso del tiempo fue tomando más intensidad. Él chico cuidadosamente recorrió el cuerpo de la chica, por temor a que lo rechazara, pero ella no se inmutó en lo las mínimo. Al contrario ella se sentó arriba de él mientras este se sentaba y se recargaba en la pared de ladrillo, mientras la cargaba. Se perdieron en el tiempo, y cada vez querían más del otro. Se separaron un poco y apoyaron sus frentes, para poder recobrar el aliento.
-Y esto que significa?
-No lo sé. Contesto la chica.
-Significa señorita Maria y Joven Miller, un mes de castigo para ambos. Dijo como una olla exprés la institutriz.