La sensación de querer conocerte pero saber si tú quieres lo mismo me está matando, la sensación de nerviosismo que me causas pero no saber si se causa el mismo efecto en ti.
Todos los días como de costumbre llego a mi trabajo vestida como odio vestirme, un saco, blusa blanca, falda, medias y tacones; solía llegar Justo en tiempo 5 minutos antes de las 14 porque ya te había visto pero no me causaste una gran impresión, ahora llego 45 minutos antes para vestirme rápido y subir casi corriendo con la sensación de emoción dentro de mi estómago, paso por el pasillo largo que está saliendo del elevador, cada paso que doy hace que me suden las manos que tiemble de ansiedad por saber si estás y podré verte o si he llegado demasiado temprano.
En el día esos 3 segundos después de que abro la puerta son los que espero desde que abro los ojos cada día, no importa si no me notas al abrir la puerta o si hago alguna estupidez pero he cambiado mi entrada usual, ya que entraba por donde casi nadie pudiera verme o saludarme, porque odio que la gente me vea pasar, se me quede viendo fijamente, eso me incomoda tanto que no puedo disimular los nervios que me causa, pero me conformo con que tu me notes y me sigas un poco con la mirada.
Estos últimos años me he acostumbrado a no estar correspondida pero la duda de saber si solo es por inercia que me ves al pasar o sientes lo mismo que yo cuando escucho tu voz o se que debo de acudir a tu área, tal vez deba de afrontarlo para descubrir si es necesario invertir en ti.