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[Pov Jiyong]

Estaba furioso y lo admito, de ver a Seungri hablando con el idiota de YoungBae. Incluso le dio su número, sabía que lo que Ri me decía era verdad, que debía confiar en el pero aún así no era mala idea mantenerlo vigilado.

Estaba camino a casa de mis padres, se suponía debía llevar a mi pareja conmigo y presentársela, pero pensándolo varias veces...era mejor así. Ri no tenía porque pasar por esto, conque Dami lo supiera estaba bien.

Al entrar la mesa estaba puesta, vi a mi madre bajar junto a Dami.

—Llegas temprano.— me abrazo y dejo un beso en mi mejilla.—y donde esta?

—Mamá primero vamos a sentarnos si?

—Jiyong si vas a decirme algo solo dímelo, es sobre tu pareja verdad?

—Bueno, si.

—Entiendo que no quieras traer a Seungri a esta casa por tu padre...pero en mi si puedes confiar.

—Pero...como supiste...

—Soy tú madre Kwon, además era obvio desde aquella vez que vino aquí y además Dami me lo dijo.

—¡Dami!, porque le dijiste eso a mamá!

—No era mi intención, además era obvio. No puedes culparme a mi si no a tus miradas de amor que le dabas, ademas la vez que fui a tu oficina oí cosas que no hubiera querido oír.

—¡Mamá dile algo!

—Ya deja a tu hermano; que se supone que le dirás a tu padre? Sabes cómo es y el no aceptará del todo esto...

—No lo se, esperaba decirle que surgió algo.

—Solo ve a casa con Seungri, yo le diré a tu padre que llamaste o algo.— la abrace con fuerza, no esperaba que ella me dijera esto pero me sentía tan feliz ahora.— Pero, quiero que traigas mañana a Seungri a desayunar, tu padre se va temprano y regresará en dos días así que no tienes excusas.

—Si, tráelo, prepararé pay para ti novio.

—En verdad son novios?—pregunto mi madre algo divertida, aunque no sabía que era lo divertido.

—Bueno...hace unos días que ya vivimos juntos.—dije algo bajo.

—Eso quiere decir que puedo ir a visitarlos cuando quiera.

—No Dami, no te he invitado.

—Seguro Seungri si me dejaría.

—Ya dejen de hablar, mejor ve a casa Jiyong yo me encargo de tu padre.

—Gracias mamá.

Salí feliz, tenía un peso menos. Solo quedaba mi padre, que era lo más difícil; llegue a casa antes de media noche, al entrar lo vi dormido en el sofá con el televisor encendido.
Me acerqué hasta dejarle un pequeño beso sobre sus labios.

—Vamos a la cama bebé, hace frío aquí.

—hmmm... acaba de llegar?