ECLIPSE - ATSUMU MIYA

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Ansiedad, ocho letras que describían emociones que duraban más de ocho minutos.

Chloe, la castaña de pálida piel que le tenía terror a la atención de la gente, o más bien, a la gente.

Tener ansiedad social, con una voz que con suerte se escuchaba, era el infierno. No la veían, no la tomaban en cuenta porque no alzaba su voz, pero es que no sabía cómo hacerlo. Su voz tiritaba y ni hablar de sus manos. Y cuando menos lo pensó, conoció a un sol completamente opuesto a ella. Digamos que ella se consideraba la silenciosa luna y acababa de conocer al fuerte y poderosísimo sol que salía iluminando a todos por la mañana.

Atsumu no entendía por qué los labios de la chica tiritaban de vez en cuando, pero era todo nuevo para él. Normalmente, cuando empezaba a hablar estupideces, la gente lo echaba y estaba completamente acostumbrado a ello. Pero ahora, cada que hablaba o hacía cosas consideradas como estúpidas, sentía una pequeña risita tímida que venía de la pequeña chica que había conocido hace poco. ¡Todo era nuevo para él! Número uno, hablar bajito y agacharse para escucharla bien ya que ella no podía hablar fuerte, y si él alzaba la voz, ella se intimidaba y no era para nada la idea. Número dos, compartir con alguien que se avergonzaba por la más mínima cosa, ¡él era todo lo contrario!. ¿Socializar? fácil para Atsumu, era cosa de poner sus sonrisas coquetas y llegar con alegría a la fiesta, pero ella era todo lo contrario, a ella le costaba mucho acercarse a la gente.

—¡Vamos! te prometo que te ayudaré y no será vergonzoso. Además, si logramos hacerlo juntos, podrás subir de nivel para ir superando tus miedos, juntos también.

<<Juntos, juntos y juntos>> escuchar hablar a Atsumu en plural sobre sus miedos y como los superarían juntos, era llenador y conmovedor.

El rubio estaba de rodillas rogándole a la castaña conocer al equipo, la quería presentar para que hiciera nuevos amigos.

—Tsumu...

—Linda y hermosa Chloe, recuerda que no estarás sola ahí.

La chica se detuvo a pensar y aceptó cuando imaginó a Atsumu feliz por conocer a sus amigos.

—E-Está bien.

—¿Has dicho que si? ¡Joder! ¡Vamos!

Sin más, tomó la mano de la chica y corrieron hacia el gimnasio de la escuela. Chloe empezó a sentir el pánico al tener todas las miradas fijas en ella cuando comenzaron a acercarse hacia los chicos. Se escondió detrás de Atsumu buscando consuelo y el rubio le sonrió y le dio un juguetón apretón de manos que la motivó.

—No le griten, y sean amables porque Chloe es muy tímida. Es mi mejor amiga, y quería que la conocieran así ella podría hacer más amigos.

La castaña se asomó por el hueco y se sintió intimidada por los gigantes frente a ella, pero se relajó al recibir una media sonrisa del gemelo de su mejor amigo, que la saludaba con cuidado y delicadeza.

Todos en el equipo movieron su mano con una sonrisa, saludándola.

—¿Tienes novio, Chloe? —Un chico con ojos de gato se le acercó con una sonrisa burlona.

—¡Rintaro imbécil!

Los miedos de pronto pasaron a segundo plano cuando vio como su mejor amigo trataba de golpear al de ojos gatunos. Soltó una risita avergonzada. Después de todo Atsumu siempre estaba ahí para distraerla y hacerle entender que la burbuja aislante la creaba ella misma.

—¿Te gusta el volleyball, Chloe? —Le preguntó un moreno con una tierna sonrisa que le dio confianza de inmediato. La chica asintió con su cabeza. —Me imagino que Atsumu te tuvo que haber enseñado...

𝗛𝗔𝗜𝗞𝗬𝗨𝗨 𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗦𝗧𝗢𝗥𝗜𝗘𝗦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora