Bajé del taxi, estaba lloviendo y corri los pocos metros para entrar al edificio. El vigilante me saludo con una sonrisa, como siempre, se la devolvi amable. Caminé al ascensor y apreté el botón para subir, de inmediato se abrió la puerta y entré. Toqué el botón del quinto piso y esperé con cierta impaciencia el llegar a mi destino. Se abrieron las puertas y rápidamente saqué las llaves de mi mochila, abri y entré al departamento, miré el reloj y faltaba justo una hora para que Pete pasara por mí, así que de inmediato me meti al baño y me di una rápida ducha. Terminé de arreglarme justo 5 minutos antes de las 8, sali de la habitación y me senté en el sillón a esperarlo. Me di cuenta que el botón de la contestadora estaba en rojo y parpadeando, señal de que tenía un mensaje. así que lo presioné y escuché la dulce voz de mi novio.
-¡Feliz Cumpleaños Tweek! Mi amor, no sabes cómo lamento no poder llevarte hoy a cenar, pero es imprescindible para la empresa que cierre hoy este contrato, representa muchos millones y por más que le supliqué al jefe que enviara a alguien más no quiso, me reiteró que sólo yo podía convencer al cliente. Te prometo que te lo recompensare, recuerda que te amo.
Cerré los ojos resignado y dejé caer mi cabeza en el respaldo del sillón. Que inconveniente,
resulta que tu cumpleaños caiga en un martes y que la única persona que tienes cerca para celebrarlo tenga que cumplir con un compromiso laboral. Deseé en ese momento seguir viviendo en la casa de mis padres al menos tendría compañía, entonces recordé que odiaba muchas cosas de mi familia y además no tendría el magnifico empleo que ahora tenía que, aparte de disfrutar, me permite darme varios lujos.
Me levanté del sillón y me dirigi a la cocina, busqué en la alacena de abajo y encontré una botella de vodka a la mitad. La saqué y la coloqué en la mesa. Abri el frigorífico saque unos hielos, un zumo de naranja y de la alacena de arriba un vaso. Coloqué un par de hielos en éste, un poco de vodka y llene el vaso con el zumo. "Feliz cumpleaños Tweek!,
me dije y alcé mi vaso, como brindando con el aire, y le di un trago considerable.
Me sente en una silla del comedor y puse un poco de música, era mi cumpleaños número 24 y lo estaba celebrando solo, lo que orilló a que hiciera un recuento de mi vida. A decir verdad. la gran mayoría de mis cumpleaños habían sido aburridos, a excepción de número 21 que Pete me organizó una fiesta sorpresa.
En general, mi vida era bastante monótona, centrada básicamente en mi trabajo y en mi novio, un importante corredor de bolsa que me dedicaba las pocas horas que su trabajo le permitia. En cuanto a amigos, sólo dos, uno casado y la otra madre soltera, genial, no tenía opciones de con quién pasar este cumpleaños.
El sonido de mi teléfono me saco de esas cavilaciones. Me levanté y tomé mi mochila
que había dejado en el mueble junto a la puerta. Empecé a buscario y entonces encontré con que entretenerme un rato, mi mochila era un completo desorden. Justo cuando tome el celular dejó de sonar, era mi mamá, al menos este año lo recordo, pero la verdad no tenia ganas de escuchar a mi alocada madre, así que volví a sentarme en el comedor y me preparé otro vodka con zumo.Vacié todo el contenido de mi mochila sobre la mesa, había un gran surtido, entradas de cine, notas de restaurantes, servilletas, mentas, plumas, lentes, tarjetas, así que empecé a seleccionar lo que podria servirme y lo que era basura.
De pronto, una servilleta con algo escrito llamó mi atención, era un número de móvil y una frase escrita debajo, "Clave: ¿Estás libre esta noche?", entonces recordé la conversación fortuita que había tenido con un chico en el baño de aquel bar al que fui con unos compañeros de la oficina tres semanas atrás. Ya con unas copas encima me quejé de la poca atención de mi novio, él sacó una servilleta y anotó esos datos, "no te vas a arrepentir, sólo di la clave y entrarás al paraíso, el chico es un dios y te aseguro que te dejará sin sentido".
ESTÁS LEYENDO
Dulce tentación ×Creek× [Adaptación]
Fanfiction{Adaptación} créditos ©Anne Hilldweller Tres simples reglas a seguir: Regla número uno: No nombres. Regla número dos: No preguntas personales. Regla número tres: No lazos afectivos. Estas son las únicas indicaciones que le da el desconocido a Twee...