Capitulo 67: Recuerdos

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Llegamos a su departamento y nos sentamos en el sillón, Tweek fue por unas sodas a la cocina y después regresó a mi lado y le conté otro poco de mi historia.

-¿De verdad nunca consideraste dedicarte a la actuación? - preguntó levantando una ceja.

- No, siempre me gustaron los negocios.

-Es una lástima, en serio que eres un gran actor, jamás me imaginé que te hubieras puesto celoso el día del partido.

- Bueno, no los senti tan intensos como en las ocasiones posteriores.

-Y yo pensando mal de Red y ni al caso.

- En ese aspecto jamás te he mentido, desde un principio te dije que sólo era mi amiga.

-Lo sé, pero, ¿cómo no querías que pensara
mal si como se llevaban?, sobre todo el día que llegamos a esa casa.

- Eso te lo contaré mañana, ahora debo irme porque ya tengo sueño, el champagne ya me está haciendo efecto.

- Quédate, te prometo que no más pruebas.

-Está bien corazón, me quedo.

Nos preparamos para dormir y de nuevo nos
acostamos abrazados. A la mañana siguiente
desperté y Tweek no estaba a mi lado, me levanté al baño y al salir ya me estaba esperando con el desayuno.

- Buenos días mi amor- dijo y me dio un beso
en los labios.

-Buenos días corazón.

- Ahora me toca consentirte, me levanté muy
temprano a prepararte el desayuno, hice magdalenas.

- Gracias, no tenias que hacerlo.

-Claro que sí, tú ya has hecho mucho por mí, es justo que yo te lo retribuya.

- Me conformo con saber que me amas como yo a ti.

-Eres tan bueno Craig, a veces siento que no te merezco.

- No digas eso, sólo tienes que controlar tus
hormonas.

- Me asusta, aunque no lo creas, ¿me tendrás
paciencia?

- Por supuesto, te amo.

-Yo te amo también y mucho.

Nos besamos por unos minutos y después nos sentamos en la cama a desayunar mientras veíamos la televisión. Después él se bañó y en tanto se vestía yo me bañé también. Cuando estuve listo lo abracé por la cintura.

-¿Qué te parecería ir a andar en bicicleta?

-Me encanta la idea, hace mucho que no lo hago, creo que ya hasta se me olvido.

-Lo que bien se aprende jamás se olvida. -Le di un beso en los labios y después salimos del departamento. Fuimos a un parque cercano donde rentan bicicletas e iniciamos un recorrido, al principio le costó un poco de trabajo, pero después hasta me ganó en una
competencia que hicimos. Ambos nos reíamos estábamos explorando una nueva faceta de nuestra relación, me encantaba que se diera cuenta que no sólo éramos compatibles en el sexo, sino en muchas otras actividades y que definitivamente no era ese el aspecto que nos. unía, a pesar de que así hubiera empezado lo nuestro.

Después compré un par de helados y nos sentamos en una banca a comerlos mientras veiamos a la gente que pasaba. Empezamos a contarnos anécdotas de nuestra infancia y nos reíamos como un par de niños, de repente se puso serio y triste, puse mi mano sobre su rostro y le acaricié su mejilla con mi dedo pulgar.

- ¿Qué te sucede corazón? - pregunté preocupado.

- Me acordé de la última vez que mis padres me llevaron a andar en bicicleta.

-¿Quieres contarme?

-Sí, tenía cinco años y apenas había aprendido a sostenerme sin las ruedas de soporte, mi papá fue a comprar unas paletas y mi mamá se distrajo porque un hombre le preguntó la hora, yo tomé demasiada velocidad y no pude frenar así que me estampé contra un árbol, me abri la ceja y me fracturé la muñeca, me puse a llorar y a pesar de eso y del dolor me di cuenta como ellos discutieron y se reprocharon el uno al otro por no estar atentos en mí, tres días después mi mamá me dijo que mi padre ya no viviría con nosotros, todavía lo recuerdo bajando las escaleras cargando una maleta, me abrazo y me aseguró que me quería y que eso no tenía nada que ver conmigo, aunque en ese momento yo pensaba que sí, las cosas ya no volvieron a ser iguales, mi mamá se volvió amargada hasta que años después conoció a su esposo actual, entonces empezó a comportarse como una adolescente y por eso decidí irme a vivir con mi papá, a quien sólo había visto cada quince días, años que vivi con ella.

Lo abracé fuertemente, él hundió su cabeza
en mi pecho y empezó a sollozar, le acaricié su espalda, me afligía tanto verlo así, no tenía idea de cómo había sido la separación de sus padres y debió haber sido terrible para él pensar que tenía la culpa, cuando en realidad había sido porque se les acabó el amor de pareja, tal vez por un mutuo descuido.

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Dulce tentación  ×Creek× [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora