Capitulo 41: Necesitados

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El sábado fui con Red al cine y después a cenar, estando en el restaurante le llamó su nuevo compañero de trabajo para invitarla
a una exposición al día siguiente, me daba gusto verla de nuevo entusiasmada con alguien y que
hubiera olvidado tan rápido a su ex,
me pregunté si era buena idea decirle
que el tipo estaba muerto y decidi
que era mejor que lo ignorará, no quería amargarle su día, sería muy
impactante para ella y lo que menos
quería era que sufriera de nuevo.

El domingo no hice prácticamente
nada, sólo leer, escuchar música y ver
la televisión, pasaron un anuncio de la línea de ropa de Tricia y de inmediato vino Tweek a mi mente, si, otra vez el hechizo estaba haciendo efecto, así que me levanté, tomé las llaves del coche y me dirigí a su departamento, necesitaba verlo aunque fuera a lo lejos, no me atrevia a llamarlo, quizá se negaria y muy en mi contra, al menos conscientemente, eso me dolería.

Llegué y me estacioné otra vez en la
acera de enfrente, no tenía idea si su
departamento daba a la calle y sólo se
veían un par con las luces encendidas.
me quedé ahí sentado decidiendo que hacer, no podía ir a buscarlo, ¿qué le diría?, ¿qué me equivoqué de departamento y no me imaginé que
él viviera ahí?, ¿qué se descompuso
mi coche y estaba buscando ayuda?,
quizá eso funcionaría si viviera en la
planta baja, pero no en el quinto piso.

Eran patéticas mis opciones y más
aún mi actitud psicópata, obsesiva,
compulsiva, ¿desde cuando yo era así?

Fui sacado de mis cavilaciones cuando un coche se estacionó afuera de su edificio y de inmediato lo reconocí, claro, ¿qué otra cosa podría hacer él en domingo que no fuera salir a pasear con su novio? Lo vi bajar y mandarle un beso con la mano y después él arrancó, me esperé a que él entrara al edificio, se veía tan hermoso con esos jeans y ese suéter amarillo y unos lentes, realmente se veía muy guapo. Movi la cabeza y me dirigi a mi departamento.

Los siguientes días transcurrieron
con la rutina de siempre, incluido
el ir a espiar a su edificio, estaba
completamente convencido que ese
hombre me había dado algo, no era
posible que me estuviera comportando de manera tan irracional, ¿qué ganaba con verlo escasos segundos? ¿por qué a pesar de estar tan cerca de él, no me atrevia a acercarme? ¿por qué temía a su rechazo? Tweek parecía una especie de droga que había probado, me había gustado y queria más, pero a la vez intentaba evitarlo, unos días tenía la suficiente fuerza para no pensar en él y otros sentia una necesidad impetuosa de estar a su lado, sí, él parecía algún tipo de adicción que tratas de dejar y no puedes.

Ese viernes no pude más, estaba afuera de su edificio y, aprovechando
que apenas me habían entregado el
movil que utilizaria en la oficina, le
marqué desde ese para que no supiera quien lo estaba llamando.

Después de tres timbrazos escuché su hermosa voz: "hola, buenas noches", me quedé mudo como vil adolescente, sin poder hacer la pregunta de rigor,

"hola, chay alguien ahí?", preguntó un tanto desconcertado y al volver a escucharlo, un suspiro me traicionó y colgué de inmediato el teléfono, entonces tuve la vaga esperanza de que supiera que era yo y me buscara. Casi veinte minutos después sonó mi movil y una sonrisa se plasmó en mi cara al ver que se trataba de él, sin planearlo resultó

-Hola - respondí pareciendo casual.

-¿Estás libre esta noche? - preguntó
casi en voz baja.

-¿Lo estás tú? - exclamé sin pensar.

-¿Acaso es un reclamo?

- De ninguna manera, sabes que así no
funciona - le mentí, conservando mi
papel de desconocido.

-Entonces, ¿nos podemos ver? - me
alegré al escuchar esa frase, él estaba
tan ansioso como yo, pero guardé silencio unos instantes para que no lo
notara.

Dulce tentación  ×Creek× [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora