Sandy
¡Qué vergüenza! ¡¿Por qué papá y Derrick hablan de esas cosas?! O sea sí, mi padre vio esa escena bochornosa, pero con qué derecho mencionan mis piernas. Me siento denigrada, papá no me respeta ni valora. No piensa en mí para ayudarlo con su trabajo y encima decide darle ese puesto al hombre con el que me encontró en la cama ¡¿En qué siglo cree que estamos?! ¡¿Y si no hubiera sido con Derrick con quien me estaba besando?! ¡¡¿Si hubiera sido un depravado, también me entregaría?!! ¡¡Cuánta indignación!! Yo siempre busco su aprobación y me hace esto ¿Dónde está el afecto? ¿Dónde está el amor?
Abro el armario y veo la cajita de mamá. Le doy cuerda, entonces se escucha la música, así que sonrío. La caja se abre y veo aquella hoja, una réplica exacta del papel que rompí en el hospital. Es el único que guardo, está bien escondido, me recuerda lo importante que es papá. La melodía deja de sonar y guardo rápido la maquinita en el mueble, la oculto bien.
Veo que una de mis trenzas se ha desarmado, así que me asusto, corro a mirarme al espejo y arreglarla lo más rápido posible. Suspiro cuando termino, luego vuelvo a sonreír al observarme al espejo.
Sí, soy una niña, así se ve una niña inocente.
Me sobresalto cuando oigo golpes en mi ventana, así que me giro. Al ver a aquellos dos, otra vez sonrío y me dirijo a hablarles.
—Hola, Becky, Arty ¿A qué juegan? —le pregunto a los niños.
—Vamos a ir al arroyo, ¿vienes? —consulta la nena.
—Va a decir que no, está limpiando la casa —se burla el pequeño.
Me río.
—Ya vas a ver. —Cruzo mi ventana y los persigo cuando salen corriendo despavoridos—. ¡Cuidado con las rocas! —les advierto cuando se dirigen al camino del río.
—¡Vamos al faro! —avisan y me detengo.
—¡Es peligroso! —les aclaro en alto.
—¡No seas gallina! —sigue con sus burlas el nene.
No debo dejarlos solos, se pueden caer, la pendiente es muy resbaladiza y rocosa. Continúo avanzando, yendo varios pasos detrás. El arroyo crece de este lado, hay viento, entonces me detengo, veo los árboles. Pienso en otra forma de no seguir y regresar a los niños.
—¡El último que llegue al final del arroyo es un huevo podrido! —grito y salgo corriendo para la otra dirección.
—¡Ah, no es justo, ya empezaste de ese lado!
Salto las rocas, intento salir lo más rápido que puedo de la cercanía del faro. Lo lamentable es que me tropiezo y pierdo una coleta de mis trenzas, el agua se la lleva, en consecuencia la persigo, nerviosa. Respiro con agitación cuando la logro agarrar, entonces me quedo quieta en el lugar. Me he empapado toda, pero la tengo. Veo las hebras de lo que fue mi trenza izquierda, está suelta, lo que me provoca un desequilibrio mental. El agua tiene sangre y me altero.
Recuerda, solo es tu imaginación.
Ato lo mejor que puedo la coleta de mi trenza, pero sin el espejo me es imposible hacerla perfecta, así que siento mis ojos humedecerse. Necesito a papá, papá tiene que arreglarme la trenza, él tiene...
Los nervios se detienen de repente, veo llegar a Derrick, él se agacha y me arregla el mechón de cabello que estaba rebelde. Mis mejillas se llenan de rubor, están tan calientes.
—Qué manía con esas trenzas, pero ya está. —Me sonríe.
—¿Sabes armarlas? —expreso anonadada, viendo la perfección de aquella hermosa forma en mi cabello, hecha con sus propias manos.
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Caballero Malvado (R#14)
RomanceSandy quiere averiguar quién es el culpable de la corrupción en su pueblo, para su mala o buena suerte es el guapo y malvado Derrick Lamarck. #PorCulpaDeUnRicoy