『Capítulo 23』

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El clima era ideal; ni muy frío ni muy cálido. Las limpias y suaves cobijas cubrían su cuerpo en su totalidad, se sentía tan cómodo en la suave, y a la vez firme, cama que no quería levantarse de su lugar. Sabía que sus amigos junto a él estaban de igual forma que él, pero realmente no tenía necesidad de abrir los ojos para comprobarlo.

La ciudad es tan ruidosa que en ocasiones llega a ser incómodo el ruido tan temprano, pero el campo era tan relajante. Había autos que pasaban desde muy temprano, pero no se comparaba con la congestión de la ciudad.

Todo era tan cómodo y relajante.

—¡ARRIBA MUCHACHOS! —El fuerte grito de dos omegas resonó a coro en toda la habitación.

—Buenos días —Saludó un sonriente y fresco Jimin junto a Kai quien estaba igual de alegre.

Los tres omegas se levantaron de golpe, incluso Yoongi se cayó de la cama sacando algunas risas de los menores.

—Santo cielo no hagan eso —Se quejó D.O caminando hacia su pequeño novio para abrazarlo con un puchero en su rostro. —Todavía tengo sueño —Enterró su carita en el cuello del menor aferrándose aún más, Kai lo abrazó de vuelta y sonrió con ternura.

—Yonnie~ — Jimin caminó hasta su pareja para levantarlo. El pobre alfa pelinegro ni siquiera había abierto bien sus ojos aún, seguía algo dormido.

—¿Qué hora es? —preguntó Taehyung preparándose mentalmente para levantarse de la cómoda cama.

—Son las cinco de la mañana —Casi se atragantó con su saliva al escucharlo. —Es demasiado tarde, ya levántense —Kai alejó a su pareja dejándole antes un beso en la frente. Ambos omegas salieron de la habitación muy sonrientes y despiertos.

—¡Bajen, ya está el desayuno! —Había gritado Jimin desde el pasillo.

Los tres amigos se miraron, todos aún estaban en estado zombi debido al sueño. Debían suponer que algo así pasaría.

—Cinco de la mañana —Repitió Yoongi con voz grave y acompañado de un bostezo largo.

El canto de los gallos comenzó a escucharse a lo lejos avisando que era momento de levantarse.

Taehyung miró por la ventana hacia los gallineros, de donde venía el agudo canto. Seguía pensando que el campo era lindo.

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—¿Ya están despiertos? —preguntó Hoseok quién acomodaba la mesa junto a su madre.

—Lo están o algo así —Dijo Jimin sentándose en una de las sillas con Kai a su lado.

Hoseok no pudo evitar soltar una risita y sonrojarse cuando escuchó aquello, pues imaginarse a Taehyung recién levantado le dio demasiada ternura.

—Ah esos muchachos son muy lindos —Habló su madre enternecida al ver a los alfas bajar por las escaleras.

Estaban algo adormilados aún, sus actitudes solamente hizo que los omegas se derritieran de ternura.

—Buenos días —Saludó Taehyung a su suegra, de manera educada.

—Buen día, pequeño —Saludo sirviendo un plato con bastante comida. El menor agradeció y se sorprendió de la cantidad en su plato. —El desayuno es la comida más importante del día, así que come todo —Sonrió y el alfa le sonrió de vuelta.

Hoseok llegaba con su plato para sentarse junto a Taehyung, quien felizmente le dejó un beso en la mejilla.

—Buen día —El omega sonrió y comenzó a desayunar junto a su alfa.

Si No Es Contigo [Vhope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora