(XXXII) Final

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Diez años después: 

― Chae ―once años, la mayor del grupo. 

― Presente. 

― Winter ―diez años y una gran capacidad de lanzar cuchillos a largas distancias. 

― Presente. 

― Yeji ―llegada mucho antes de lo esperado, la niña de seis años. 

― Presente. 

― Yuna ―solo un año menor a Yeji.

― Presente. 

― Sunoo ―de la misa edad que Yuna. 

― Presente. 

― Liz ―cuatro añitos recién cumplidos. 

― Presente. 

― Bien, están todos ―Minho guardó la lista―. ¿A qué nos subimos primero? 

― ¡Carrusel! ―gritaron los niños a coro―. Ok, carrusel será. 

― Ya llegué. ¿Cómo se portaron? 

― Bien, vamos al carrusel. 

― ¿De verdad había necesidad de rentar el parque? 

― Sí, obvio. 

― Los hermanos Lee no reparamos en gastos cuando se trata de estas preciosuras. 

― Winter, vas con Liz. 

― Sí ―la niña tomó a su hermana de la mano y subieron a la tasita. 

― Chae, tú con Sunoo ―la niña asintió y llevó a su hermano a otra tasita. 

― Chae es muy sobreprotectora con Sunoo. 

― Sí, es muy parecida a alguien que conozco. 

― Yeji. ¿Caballo o dragón? 

― Dragón. 

― Yo quiero el unicornio. 

― Muy bien mis niños bellos, vamos ―Minho ayudó a los dos últimas a subirse y se subió él también, pero en un gato. 

― Espera, esto debe quedar para la historia. 

― Sí, grábalo todo, en fin de año lo pasaremos como el video favorito del año. 

― Mamá está llamando. 

― No contestes. 

― Ahora es papá. 

― Pasa esa pendejada, yo hablo con ellos ―Felix contestó―. Buenas tardes. 

― No seas tan serio, hijo. 

― ¿Se están divirtiendo? 

― ¿Cuándo me pagas? 

― No te falta dinero. 

― Pero me gusta que la gente sea puntual; no hay dinero, no hay trabajo.

― Ya te pagué. 

― Gracias, mamá. 

― ¿Cómo están mis nietos? 

― Divirtiéndose bastante, Minho está subido en el carrusel con ellos. 

― ¿Lo están grabando? 

― Claro que sí, suegrita; no sería digno esposo de Minho si no lo grabara. 

― Salúdame al resto, Hannie querido. 

― Claro, suegro. 

― Más frío no se puede. 

― Suegrito de mi corazón entonces. 

― ¿Aún no superas que no te haya dejado comprar el vestido negro? 

― Se hubiera visto preciosa con él. 

― Mandaré que te hagan uno. 

― Gracias, suegrito amado. 

― Como jodes. 

― Y los malhablados no se les quita. 

― Podrán pasar mil años y nunca se nos quitará. 

― Bueno, nosotros ya nos despedimos, cuídense. 

― Usen bloqueador. 

― Chan, cuida a esos locos, por favor. 

― Mamá, ya somos adultos, estamos casados y tenemos hijos. Un poco de confianza no vendría nada mal. 

― No se preocupe, yo me encargo. 

― Otra de esas y me divorcio. 

― Por esto es que tu madre confía más en mí. 

― Sabes que es broma ―un cuchillo pasó entre ambos. 

― "Los estamos oyendo". 

― Es de Winter. 

― Definitivamente. 

― Bueno, los dejo, hasta el jueves. 

― Hasta el jueves. 

El grupo de niños tal vez escucharía la historia completa algún día, pero por el momento, solo las dos mayores sabían todo. 

MIRROR | minsung hyunin chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora