Eres La Luz De Mi Oscuridad

El Momento Perfecto

Annie Brown:

– Auch! – me quejé al sentir un pelotazo en mi cabeza.
– Oh! Lo siento, no fue mi intención lastimarte, es que esos niños de ropa cara me lanzaron la pelota y yo se la quería devolver, pero enserio no quería darte – se excusó la niña frente a mi masajeando mi frente.
– No te preocupes, está todo bien – le respondí.
– ¿Segura?
– Si, si, segura.
– Bueno, mi nombre es Anya y tengo seis años – dijo brindándome su mano para estrecharla.
– Yo soy Annie y también tengo seis años – agarré su mano.
– Annie se parece a Anya, creo que deberíamos ser amigas.
– ¿Amigas?
– Si, ¿no sabes lo que es una amiga?
– La verdad es que no tengo amigas, nadie nuca quiere ser mi amiga.
– Pues ya tienes una, es más tienes una mejor amiga.
– ¿Mejor amiga? – mis ojos se llenaron de un brillo especial.
– Si, desde hoy seremos las chicas An – dijo y después se carcajeó, gesto que imité a los pocos segundos.

– Y pues así fue como conocí a mi mejor amiga, que después se convirtió en una hermana para mí y la única persona capaz de entenderme – terminé de contarle a Emma.
– Wow Annie, es una historia muy bonita la verdad – respondió la doctora con una sonrisa algo tierna esta vez.
– Si, la extraño mucho – dije con nostalgia.
– Bueno no te preocupes porque sea donde sea que ella esté te está acompañando.
– Eso dicen.
– Y es así.

Estuve conversando por un largo rato con Emma. No sé por qué, pero siento que con ella puedo abrirme. La verdad es que aunque no quiera admitirlo venir al psicólogo me gusta más de lo que pensaba. Emma me dijo que para la próxima cita tendría una sorpresa para mí. Espero que sea agradable porque para ser sincera a mí no me gustan las sorpresas. Antes solían gustarme, pero ya te has podido dar cuenta yo he cambiado mucho desde aquel instante en que mi vida dejó de ser "perfecta" y no digo "perfecta" en el sentido de que era una niña mimada sino porque tenía una vida normal como cualquier otra persona, y eso para mí era perfecto.

Después de la consulta fui a la biblioteca. No me gusta estar rodeada de tanta gente como les dije, pero en la biblioteca es como estar solo, porque todas las personas viajan a sus mundos ideales y se olvidan de lo que los rodea. Estuve leyendo hasta muy tarde, se me pasó tan rápido el tiempo que la bibliotecaria tuvo que ir a avisarme que ya iba a cerrar.

Llegué a mi casa y el enorme reloj que colgaba en la pared principal marcaba las nueve y cuarenta y tres de la noche. Cómo si la hubiese llamado con mi presencia mi madre bajó las escaleras y se plantó delante de mí como un soldado.

– Annie, se puede saber para qué tienes un celular – me reprochó Anelia.
– Pos para leer y escuchar música – le respondí a pesar que eso no era lo que ella quería escuchar.
– Y también para contestar las llamadas que recibes, tanto te cuesta responderme.
– La verdad es que es muy molesto interrumpir la lectura solo para decir "si mami estoy bien" – agregué con voz de niña malcriada en la última frase.
– Annie Brown te estás pasando.
– Si no te gusta lo que digo tápate los oídos.
– Sube a tu habitación ahora mismo.
– Gracias – le pasé por el lado y subí lo más rápido que pude.

Me encerré en mi habitación luego de tomar una ducha y me sumergí en la melodía que sonaba a través de mis audífonos. Ya eran las tres de la mañana y no lograba dormirme, por lo que decidí bajar a tomar un vaso de agua.

– Francisco yo creo que lo mejor va a ser internar a Annie en un psiquiátrico, al menos hasta logré mejorar un poco – escuché que le decía Anelia a mi padre.
– No Anelia, me reuso totalmente, mi hija no se internará en ninguna parte, apenas ha ido cuatro veces al psicólogo, ¿Cómo quieres que mejore así de la nada? Y si la sigues tratando como la tratas menos aún – respondió mi padre.
– Mira Francisco, si Annie no mejora en un mes la voy a internar te guste o no.

🖤⭐🖤⭐🖤⭐🖤⭐🖤⭐🖤⭐🖤⭐

Holi! Cómo están? Espero que archi mega super duper bien.
Que les está pareciendo mi historia?, espero que les esté gustando.
No olviden que los amo un mundo y hasta un próximo capítulo
Bye
✿