Eres La Luz De Mi Oscuridad

La triste realidad

Owen Jonhson:

A veces me tiró en mi cama, como ahora y me pongo a pensar. Pienso, analizo y cuestiono todo. Como por ejemplo estoy tratando de encontrar el motivo por el cual le dije a Annie que me gusta. Ella y yo teníamos una amistad hermosa, pero yo lo tuve que arruinar. Por más que me diga que ella quiere que sigamos siendo amigos sé que no será igual. Annie es una chica especial para mí. Tuve que haber guardado mis sentimientos. Lo único que conseguí fue darle a alguien la oportunidad de hacer añicos mi corazón. Por más que piense no voy a encontrar una solución, ya lo dicho, dicho está, aunque lo intente remendar no se puede volver el tiempo hacia atrás. Mis pensamientos fueron interrumpidos por la canción High Hopes de Panic! At The Disco que salía de mi celular. Estaba recibiendo una llamada de Annie. Pensé que no tenían permitido usar celulares en el psiquiátrico.

– Hola ¿Annie? – pregunté al descolgar.
– Si, soy yo – sonó ¿feliz? – adivina qué.
– ¿Qué? – pregunté extrañado, o sea esta chica no quería ir allí y ahora está feliz, ¿se estará volviendo loca de verdad?
– Estoy en mi casa – dijo con entusiasmo...ok ya eso lo explica todo.
– ¿En serio? – interrogué contagiado por la felicidad de Annie.
– Siiii, hice a mi mamá cambiar de opinión con la carta.
– Wow, cuánto me alegro, en serio.
– Bueno...¿Cuándo nos vamos a ver?
– Pues por mi ahora mismo.
– Vamos a la pizzería cerca de la clínica.
– Ok, voy para allá.
– Tú invitas – carcajeó y colgó.

Tal vez todo siga siendo como lo fue hasta ahora. Esa es la triste realidad, que todo será igual. Annie será solo mi amiga, no algo más, pero mientras no se aleje de mí creo que estará bien. Si Annie es feliz siendo mi amiga la voy a complacer aunque no sea lo que yo quiera.

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– Holii – gritó Annie justo antes de darme un abrazo como si no nos viéramos desde hace meses, la verdad es que yo también la extrañé demasiado.
– An, te extrañé mucho – susurré en su oído mientras la apretujaba.
– Yo te extrañé el doble, no sabes lo feo que es ese el lugar.
– Pero si no llegaste ni a veinticuatro horas allí.
– Si, pero era muy feo.
– Bueno pero ya estás aquí, en lugar lindo con un chico aún más lindo. – bromeé.
– Vaya, que ego.
– Na, es broma.
– No, no lo es. – y sus ojos hicieron contacto con los míos y sentí la misma sensación que cuando casi nos besamos en el hospital.
Nos fuimos acercando cada vez más, ya solo quedaban escasos milímetros entre nosotros y justo cuando iba a pasar sonó el celular de Annie.

– Dime mamá...– se alejó un poco para escuchar bien.

Parece que el destino está en contra de que An y yo nos besemos. Aunque pensándolo bien, tal vez solo está haciendo lo correcto. Si mis labios hacen contacto con los de Annie sería muy bonito, pero solo por esos segundos. Después se volvería incómodo y...

– Ya terminé de hablar, vamos adentro – me agarró por un brazo y me arrastró al interior de la pizzería, tomamos asiento en una mesa cerca de la ventana. El mesero nos tomó la orden y se fue.
– Bueno ¿qué has hecho estos días? – preguntó Annie.
– Se puede saber por qué hablas como si hubieras pasado una eternidad internada.
– Para mí lo fue.
– Tu no estás bien de la cabeza.
– Técnicamente eso es cierto.
– Bueno si – reí un poco.
– Oye cuando salgamos de aquí me acompañas a ver a Emma.
– Si por supuesto.

Nos trajeron las pizzas y las devoramos. Estaban deliciosas. Cómo extrañaba esto. Annie y yo no salíamos juntos desde el día de la declaración. Pensé que ese sería el último día que saldríamos juntos. Cómo le prometí a Annie, al terminar fui a acompañarla a ver a Emma. Llamamos a la puerta del despacho de la psicóloga. Quien nos invitó a pasar con su angelical voz.

– Buenas tardes – saludó Annie al entrar.
– ¡Annie! – se emocionó Emma y rodeó a An en un cálido abrazo – Te dije que ibas a lograr convencer a tu mamá de que te sacarán de allí.
– Si, yo no estuve allí ni veinticuatro horas y eso fue un espanto.
– Bueno al menos te vas a seguir atendiendo conmigo¿No?
– Pues claro.
– Por cierto mañana empiezan las clases, ¿Vas a ir a tu antigua escuela o empezarás en una nueva?
– Creo que iré a una nueva.
– Por si no se han dado cuenta yo estoy aquí – interrumpí la linda charla entre Emma y mi amiga.
– Ay Owen perdón, es que ver a Annie me emocionó mucho. – se justificó la doctora.
– Tranquila era broma.

Después de varios minutos de conversación con Annie y Emma. Acompañé a la chica a la biblioteca y luego estuvimos platicando en un parque. Para ser sincero la extrañé más de lo que pensé. Tal vez ella solo quiera ser mi amiga, pero ella para mí significa mucho más. Y aunque tenga que vivir en esta triste realidad, Annie para mí siempre será la chica que le dio luz a mi oscuridad.

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Holi! Cómo están?
Espero que archi mega super duper bien.
Qué les pareció el capítulo de hoy?
Continúen siguiendo esta historia porque aún no es el final.
No olviden que los amo un mundo y hasta un próximo capítulo.
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