Capítulo 4: "Todo está bien"

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Habian pasado algunos días desde el campamento escolar, campamento en el que sucedieron unas cuantas cosas.

En primer lugar, Maeda estaba más que feliz por haber conseguido una chica a la cual pronto le propondría tener una relación.

En segundo lugar, Gokú habia caido inconsciente y estuvo prácticamente a casi nada de morir.

Y en último lugar, parecia ser que el rubio habia conseguido acercarse un poco a algunos de sus compañeros.

Las clases en la secundaria superior, Asahiyama seguian con toda normalidad. Claro que para aquellos que estuvieron en el momento exacto que Gokú sufrió ese ataque, era algo más que extraño verlo ahí nuevamente...y más con una alta probabilidad de que tal vez no haya podido estar ahí de nuevo.

Tuvo suerte, o eso es lo que ellos creian.

De todas maneras, la escuela tomó medidas, contratando a más personal en la enfermería, gente más especializada y competente de la cual ya habia.

Incluso se ofrecieron en darle a Gokú unos cuantos días de descanso, y Maeda seria el encargado de llevarle los apuntes de clase.

Apuntes que probablemente no necesitaria ya que rara vez tomaba apuntes...y eso si es que tenia un bolígrafo para hacerlo y también si llevaba algún cuaderno.

A duras penas si aprobaba cada materia, no era del todo bueno; sin embargo, eso le bastaba.

Sin importar mucho las sugerencias de sus profesores, y habiando dicho que se encontraba bien y no habia porque preocuparse, optó por seguir asistiendo.

No es como si estuviera tan mal como para faltar, además era lo mejor que podia hacer en casi todo el día.

Además de comer, dormir, entrenar y otras cosas básicas.

Obviamente se aburria en la escuela; aún asi, ya estaba acostumbrado a que sea así.

En el transcurso del primer mes solia escaparse para ir a entrenar, seguia la misma rutina. Pero, pasado un tiempo y a exigencias de su amigo castaño que no tenia amigos, decidió hacerle compañia en el instituto.

En casa de Maeda, por otra parte, estaban muy preocupados por Gokú. Tanto así, que lo mandaban al hospital para realizarse exámenes de salud.

Al rubio sonriente de ojos verdes no le gustan los hospitales en lo absoluto. De solo pensar en ello, sudaba frio y se comportaba como un niño engreido.

Esto no era novedad para nadie en casa de Maeda, donde Gokú vivia. Ellos ya lo habian visto en anteriores veces así de asustado cuando iba acompañando a Maeda y su madre a ver a su abuela.

Las visitas al hospital dejaron de ser necesarias cuando la abuela de Maeda fue dada de alta y pudo volver a casa con su familia.

Dichos chequeos en el hospital eran temprano por la mañana, por lo cual, Maeda podia acompañar con toda normalidad al rubio.

No habia inyecciones de por medio, que es a lo que Gokú más teme. Pero, de por sí la palabra "hospital" ya le daba miedo.

Y esta era su quinta visita al hospital y también la última, los exámenes habian sido muy estrictos debido a lo extraño y grave que habia sido lo sucedido con Gokú.

Claro que nadie sabia que habrian algunas complicaciones de por medio.

-- ¿Ya nos podemos ir?

Preguntaria el Son con una mirada de cachorro para tratar de convencer a su amigo castaño.

-- Acabamos de cruzar la puerta de entrada

Un quinto del todo (Gokú en Go-Toubun no Hanayome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora