*Hace dos meses*
La campana habia sonado en un día viernes, el fín de semana estaba a poco de empezar.
Por ahora habia llegado la hora del almuerzo, un momento muy esperado por los estudiantes, luego de una ardua sesión de clases durante toda la mañana. Finalmente podrian tomarse un descanso.
El salón 2-4 habia terminado sus clases satisfactoriamente hasta el momento, ahora ellos estaban en camino a la cafeteria en compañia de sus amigos.
Un chico de pelo castaño se encontraba viendo a una chica de pelo corto rosado con cierta tonalidad rojiza que estaba saliendo del aula en dirección a la cafeteria.
Ella bostezaba un poco y estiraba su cuerpo casi adormilado, cosa que a ojos de este chico de apariencia delicuencial era muy bello.
No habia duda que se sentia atraido por esta hermosa chica.
-- ¿Soñando despierto? -- preguntaria alguien parándose frente a él
El castaño levantó un poco la mirada y vió a un rubio de ojos verdes que le sonreia de manera muy amigable.
-- Solo un poco
-- ¿No tienes hambre? -- preguntaria el rubio cambiando su sonrisa a una más curiosa
-- Claro que si, estuve esperando este momento -- contestaria aquel chico poniéndose en pie
-- Pero, no tanto como yo
-- No, seguro que no, Gokú
Soltaria el chico viendo al rubio llamado Gokú mientras reia.
-- Date prisa, Maeda, tengo hambre
Maeda solo haria una sonrisa de lado mientras seguia a su amigo que iba camino a la cafeteria a paso presuro, no queria perderse su almuerzo que estaba esperando por él.
Ya en la fila para recibir su bandeja de comida, ambos discutian que deberian pedir.
Para su suerte aún habian la mayoria de platillos que uno podia escoger oara comer.
Maeda sabia muy bien que su amigo Gokú comia de forma impresionante, así que un solo platillo no seria suficiente para él.
La primera vez fue increible de ver como aquel rubio cargaba cuatro bandejas en sus brazos, es como si hiciera malabares con aquellas bandejas y ni una sola pizca de comida se le caia.
Esta vez tampoco fue la excepción, el ojiverde pidió varios platillos que fueron servidos en cuatro bandejas como siempre.
Las cocineras tenian miradas asustadas e incrédulas por notar lo mucho que comia este chico.
Algunos de los alumnos también miraban toda la escena con miradas asombradas.
¿Cómo era posible que alguien así de esbelto y delgado no engordara por comer tanto?
Y lo que es peor, muchos se quedaban sin que comer gracias a Gokú.
Por esta misma razón, muchos habian comenzado a tomar medidas contra este hecho.
Y llevaban sus propios bentos para comer, ya que Gokú arrasaba con varios platillos de la cafeteria.
Maeda no hacia más que ver como su amigo esperaba muy feliz por su comida, esta felicidad podria ser comparada con la de un niño.
Varios veian asombrados, otros asustados y algunos tenian miradas de desprecio como si la simple forma de ser de el rubio les disgutaba.
Además su mejor amigo era alguien que parecia un delincuente, ¿Cómo no pensar mal y llegar a hablar basura de ellos?
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Un quinto del todo (Gokú en Go-Toubun no Hanayome)
FanfictionPerderse en cualquier sentido puede ser muy sencillo; sin embargo, encontrar la forma de volver, es lo complicado. Él no sabe como llegó a parar en este lugar, no puede recordar, lejos de casa y sin conocer a nadie, además de tener que lidiar con un...
