Capítulo 6: El mensaje

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Bruno estaba en su cuarto recostado sobre la cama con el celular entre las manos.

Tenía abierto una conversación de mensaje, se encontraba indeciso acerca mandar el texto que había escrito hacía diez minutos, preguntándose si sería una buena idea hacerlo o no.

En cuanto Mar se había ido del campus aquella tarde Santiago le llamó la atención acerca de como la trato y las cosas que le dijo en esos momentos, por lo que le dijo que se tenía que disculpar con ella.

Era un texto simple, pero en realidad le había costado demasiado escribirlo, por lo que estaba demasiado inseguro acerca de esa situación, puesto que jamás lo había hecho, y en realidad no quería tener que hacerlo.

“Discúlpate con ella”

Esas palabras resonaban en su cabeza como si de un martilleo se tratara.

Sabia que había hecho mal, que en ese momento fue demasiado cruel y duro con ella, y que tal vez, solo tal vez, el hecho de que los expulsaran de la biblioteca, y de los lugares anteriores, había sido su culpa y que toda la frustración que tenía en aquel momento la había sacado a costa de Mar, como lo hacía usualmente.

Pero aquella vez fue diferente, pues ella se estaba controlando, estaba tratando de ser paciente, de no continuar con los insultos, pero al final termino cediendo ante sus impulsos.

Aquellos días Martina había adoptado una forma de ser distinta, solo se había dedicado a estudiar y hacer apuntes, además de aportar ideas y ser amable.

Estaba esforzándose para poder estar cerca de los dos, a pesar que no le agradaran tanto, y él solo se había enfocado en atacarla y menospreciarla.

Claro, así era como se llevaban los dos, de una manera ruda y sin filtros, sin máscaras, solo las cosas como eran, pero en ellos era normal.

No podía soportar nada de lo que ella dijera o hiciera, no encontraba una razón lógica, y eso que ya había pensado en eso muchas veces antes, pero seguía sin encontrar una respuesta lo suficientemente buena para poder justificar todo aquello.

A su mente llego el momento donde estaban fuera de la biblioteca, y también la imagen de los ojos oscuros de la chica, los cuales estaban tan cristalinos, parecía que en cualquier minuto se romperían.

En ese momento no le presto atención, pero ahora eso le carcomían los pensamientos.

Pudo apreciar como un sentimiento extraño creía dentro de él, uno que no podía identificar, estaba en su pecho y le hacía sentir que lo asfixiaba, como si le estuviera algo muy pesado haciendo presión contra esa parte. Nunca lo había sentido, pero era horrible.

Un sonido se hizo oír de su teléfono y al mismo tiempo una notificación se pudo ver en la pantalla del aparato y pudo apreciar que era un mensaje de Santiago, el cual decía:

“¿Ya se lo enviaste?

No me responde los mensajes, más te vale arreglarlo”

Aquello lo hizo sentir peor.

Opto por enviarle un emoji de una carita triste y puso el teléfono a un lado de él, dejándolo caer a un lado en la cama.

No podía encontrar el valor de mandarlo, parecía simple, pero era más complicado de lo que creía.

Había miles de razones para no enviarlo aún, pero la realidad era que tenía demasiada vergüenza como para hacerlo.

Se levantó de su cama y salió de su habitación.

No soportaba mas estar el solo en ese lugar con sus pensamientos, por lo que tomo una sudadera verde militar y su cartera, la cual metió en el bolsillo de sus pantalones negros y se dispuso a salir.

Un Lugar Lejos De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora