Capítulo 8: Familia

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Martina se levantó con pereza, dejando escapar un bostezo profundo y largo. Se dirigió hacía la cocina para poder desayunar, aún con la pijama puesta.

Eran las diez de la mañana y no había nadie en su casa. Su madre había salido temprano con sus sobrinos. Habían salido a unos cursos para infantes a los cuales los habían inscrito, por lo que no regresarían hasta la tarde.

Tendría la casa para ella sola toda la mañana, por lo que podría andar en pijama y sin arreglar, podría ver televisión y comer dulces sin que nadie la criticara y molestara.

Llego a la alacena y tomo lo necesario para comer cereal, ya que la pereza era demasiada que no le permitía cocinar nada por el momento.

Estuvo en completo silencio mientras se concentraba en engullir el desayuno, mientras que la television estaba encendida.

Cuando hubo terminado se dedico a lavar los trastes sucios que quedaban de la noche anterior, además de proceder hacer el aseo de la casa, suponia que su madre estaría demasiado cansada cuando llegara, sin contar que esa tarde tendrían una reunion familiar, por lo que le parecía buena idea apoyar con eso.

Puso su lista de reproducción, tomo la escoba y puso manos a la obra, limpiando toda la casa de arriba hacia abajo.

Despues de jugar un poco con Garfio, su perro raza Beagle, opto por descansar y holgazanear viendo la television en la sala, por lo que fue directamente al sofa y se acosto sobre el mueble, sintiendose realmente comoda.

Puso una serie y comenzo a reproducirla sin tener ningun interes en la hora o ver sus mensajes en el telefono, solo quería enfocarse en relajarse y ponerse al corriente con los capitulos que no había podido ver por falta de tiempo.

De pronto escucho que tocaron el timbre, lo que ignoro sin una pizca de culpa, pensaba que tal vez era algun vendedor que le consumiria su preciado tiempo para holgazanear en un tema que no era de su interés, por lo que no se movio del sofa.

Momentos después pudo escuchar como tocaban a la puerta de manera insistente, lo que le molesto.
¿Enserio no se daría por vencido?

Era más que obvio que no quería abrir, pero sabía que si no hacía algo esa situación seguiría, por lo que se incorporo y, a regañadientes, fue hacía la puerta, estaba realmente molesta con quien se encontraba allí.

-¿Porque tanta insistencia...?-Mar enmudeció rapidamente en cuanto vió de quien se trataba.

Bruno Caballero y Santiago Baez se encontraban en el portico, con miradas de confusión, con sus mochilas colgadas de los hombros, uno con una caja de donas y otro con vasos de cafe en las manos.

Ambos vestidos con ropa casual, pero debía admitir que se veían bien, lo que le hizo entrar en panico en cuanto recordo lo que ella estaba usando en ese momento.

-Mierda.-eso fue lo único que pudo decir Mar, antes de cerrarle la puerta en las narices de los chicos y enloquecer.

¿Que hacían ese par en su casa?

En ese instante recordo la conversación de la noche anterior con Bruno, y ella misma diciendole que hoy se juntarían en su casa para poder realizar la tarea.

Se maldijo a si misma, ¿Como había podido olvidar algo tan importante?

Trato de regular su respiración y tranquilizarse, pudo observar su reflejo en el espejo que decoraba una pared que estaba a un lado de la puerta.

Toda aquella imagen era realmente lamentable; Sus cabellos oscuros caían en diversas direcciones, dandole un aspecto opaco y maltratado, debajo de sus ojos habían manchas negras, resultado de la mascara de pestañas que no había retirado la noche anterior, y sus labios estaban manchados de chocolate por el desayuno.

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⏰ Última actualización: Apr 24, 2022 ⏰

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