7; un kumamon = disculpas de un alfa orgulloso.

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—Ese libro se ve interesante...

—Shh... Cállate que se va ha dar cuenta de que lo estamos espiando.

—Auch, pero no me pegues.

Hoseok rodó los ojos mientras que su ruidoso amigo se sobaba la sona afectada, para después, proceder a devolverle el golpe en la cabeza, claro, sin ejercer la fuerza de un verdadero golpe. Está vez fue Hoseok quien se sobó la cabeza, bueno al menos ahora estaban a mano.

Fulminó con la mirada a su mejor amigo, para después, devolver su vista a través de los estantes de aquella biblioteca para observar al castaño omega, quien no a mucha distancia se encontraba leyendo un libro que parecía ser de fantasía, pues la portada y el título insinúaban dicho género; “Donde los árboles cantan” leyó Hoseok guardando el nombre en su mente, después lo pediría prestado a la biblioteca o bien lo compraría, porque aunque no quiera admitirlo por lo menos le gustaría tener eso en común con el Omega.

Siempre leía los mismos libros que leía el omega, lo llevaba haciendo desde que supo que Yoongi también tenía dicho amor por la literatura. Aquello era un secreto que guardaba con recelo y que planeaba llevarse a la tumba.

—¿Por qué no vas de una vez? yo te acompaño —propuso Taehyung.

—Ni loco, esto es algo que tengo que hacer sin malos tercios.

—Hay —se quejo Taehyung visiblemente ofendido —, ¿entonces para qué me pediste que te ayudará a encontrarlo?

—Porque no daba con su paradero.

—Oh, tratándose de un omega al que le gusta leer... Claro, era difícil imaginar que estaba en la biblioteca.

Hoseok le advirtió con la mirada que lo golpearía si volvía a hacer un comentario sarcástico, a lo que Taehyung solo alzó las manos en señal de rendición. Claro que Hoseok ya sospechaba que se encontraba allí, pero Yoongi era muy inquieto y en todos sus intentos por atraparlo para disculparse éste siempre terminaba huyendo, por eso necesitaba a Taehyung, por si está vez tenía que recurrir a otras tácticas como atraparlo a la fuerza.

—Mira, éste es el libro que recién compraste... ¡Ups! hable demasiado alto.

Hoseok lo miro molesto para después volver su vista a dónde se debería de encontrar el Omega, su corazón latio desbocado y sus mejillas se colorearon al ser descubierto, los ojos del Omega se encontraron con los de él y tan pronto como se dió cuenta de que se trataba de él frunció el entrecejo y se puso de pie. Hoseok salió de su escondite.

—Taehyung, rápido, corre a la puerta, cierrala por fuera y no la abras hasta que yo grite patata.

—¿Con la bibliotecaria y los demás dentro? ¿Y por qué patata?

—¡Te digo que cierres la puerta!

—Pero...

Un gran Shhh se escuchó por parte de los demás.

—Ve, a-ho-ra —le dijo Hoseok entre dientes.

Taehyung se apresuró a cumplir con la orden de su mejor amigo, mientras tanto este tomo el brazo de Yoongi quien intento pasarlo de largo.

—Sueltame —gruño el omega.

—Pero quiero hablar contigo.

—No tengo nada que hablar contigo, cara de caballo.

—¡Oye!... Al menos soy un caballo guapo, no como tú, gato callejero. Jamás podrías gustarle a nadie.

—Si no guardan silencio los sacare de aquí —interrumpio la bibliotecaria con tono amenazador.

Hoseok y Yoongi se limitaron a reír nerviosamente.

—Ven... Anda.

Yoongi con resignación se dejó arrastrar por el alfa hasta estar entre la sección de romance. «Que ironía». Pensó Hoseok «Dos enemigo en la sección rosa».

Yoongi observo las estanterías con miles de historias románticas que los rodeaban, a él y a su enemigo personal, el recuerdo de su bonito oso de felpa siendo arrojado al escusado vino a su mente y con ello las ganas de ahorcar al alfa frente a él.

—Habla antes de que me arrepienta.

—Yo... —empezo Hoseok luego siguió un silencio que empezaba a impacientar al omega —. Yo... —vacilo por un momento ante la gélida mirada de Yoongi.

—Tú ¿Qué?

—Quería disculparme contigo —respondio desviando la mirada.

A Yoongi le pareció tierno, pero tan pronto como apareció ese pensamiento lo desechó.

—Te ves feo, Jung Hoseok —dijo en su lugar.

—Pues tú no estás para concurso.

—Pues tengo muchos pretendientes...

—Y yo... Agh. Dejemos de pelear. Acepta mis disculpas.

—¿Aceptar tus disculpas? Eso no me devolverá al señor piel de nieve. ¡Oye, no te rías!

—Perdon, me pareció tierno... —las mejillas del Omega se tiñeron de carmín y sus miradas conectaron. Hoseok se dió cuenta de que su lobo removía la cola muy feliz y sacudió la cabeza buscando despejar todo sentimientos raro por el Omega.

—A veces eres lindo y llegó a entender a las omegas que andan tras de ti, Jung Hoseok —dijo el omega, esta vez con total intensión.

Y sí, esa fue la cereza del pastel. Está vez Hoseok sintió como si una fuerte corriente lo recorriera de pies a cabeza. Mejor desvio la mirada de la de Yoongi.

Debía terminar con todo eso antes de que todo fuera peor.

Saco de su mochila al Kumamon y se lo tiró en la cara al omega para después, correr a la puerta y gritar; patata. Lo hizo tan fuerte que si Taehyung no le hubiera abierto para que pudiera salir la bibliotecaria lo hubiera sacado a patadas.

Mientras tanto, Yoongi se encontraba abrazando a su Kumamon y también riendo cuál niño travieso después de haber puesto nervioso a Hoseok.

Una Extraña Enemistad [HopeGa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora