U | you can stand under my umbrella
Peter Parker deseaba tener una vida normal, sin quitar el hecho en ser Spiderman y trabajar para Stark.
Para Peter todo estaba bien, su familia, Stark, los Vengadores, el ser amigo y vecino hombre araña, pero lo...
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"¿A dónde se han ido todos los hombres buenos? ¿Y en dónde están todos los dioses? ¿Dónde está el hércules de la calle para luchar contra las crecientes dificultades?''
Desde la pequeña conversación en el cuarto del mayor, Agamenón y Peter decidieron evitarse o mejor aún, ignorar la presencia del otro en su día a día. Para el joven arácnido todo iba bien, estaba reuniendo el valor suficiente para invitar a Liz al baile de bienvenida, pero esta tenía otros planes.
━Hola Agamenón ━el nombrado cerró con fuerza su casillero, provocando que la chica diera un pequeño salto─, ¿me preguntaba si te gusta ir al baile conmigo?
El mayor sacó un bufido para dirigirle una mirada, sonreír tiernamente y pronunciar la palabra 'no' para salir de ahí.
─Vaya sentido del tacto ─comentó MJ que vio todo desde lejos.
─Si no cortas la maleza de raíz volverá a crecer.
En ese momento ambos jóvenes se miraron y sacaron una risa, esta fue completamente sincera, ambos no se caían mal, para MJ el chico era todo un enigma, sentía que había algo extraño en él pero a su vez se sentía complacida con su presencia desde el decatlón académico. Por su parte, Agamenón le simpatizaba la joven, no luchaba con encajar en los estereotipos, solo mostraba quien en verdad era.
─Oye, este es mi único año aquí, ¿quieres ir al baile? podemos burlarnos de las tradiciones arcaicas y el capitalismo.
─Me gustaría ir contigo ─ambos sacaron una sonrisa verdadera.
Después de ese día, tanto MJ como Agamenón se volvieron más cercanos, sus descansos lo pasaban juntos y hablaban de bastantes temas que tenían en común. Para Peter, los días pasaron igual, ya no se preocupaba por el Buitre o por algo más de superhéroes, solo era un estudiante normal, con una vida normal que tenía una cita para el baile con la chica que le gustaba. Era como si ambos se volvieran extraños. Sin embargo, el joven zorro aún se encontraba cazando a los maleantes, más por las noches, pero solamente podía encontrar artefactos y armas extrañas.
Para Cameron, el arreglar a su único hijo para su primer baile era lo suficientemente satisfactorio para sobrevivir, acomodó sus pequeñas ondulaciones hacia atrás con un poco de gel. Las lágrimas quisieron brotar en sus ojos, estaba orgullosa. En ese momento tocaron el timbre de la entrada, al abrirla se encontraron con una joven con un bonito vestido blanco con flores amarillas.
─Que bonitos se ven, ¿les puedo tomar una fotografía? ─Cameron sostenía la cámara mientras sacaba una sonrisa, ambos adolescentes asintieron para después sentir el flash en sus rostros.
