Umbrella, 우산

𝘃𝗲𝗻𝗼𝗺 ━𝗲𝗺𝗶𝗻𝗲𝗺

"tengo ese impulso de adrenalina, y no se cuando voy a detenerme"

Peter se acariciaba el tabique de la nariz, últimamente no había podido dormir bien, incluso en esos momentos, tenía su teléfono en la mano buscando aún más.

Dos noches atrás, cerca del departamento de Peter, un asalto resultó en incendio, pero cuando el hombre araña llegó, los asaltantes estaban atados e inconscientes.

No solo eso, también una noche anterior, Peter llegaba a la escena y todo estaba en su lugar, atrapados todos, al parecer tenía un nuevo compañero en su barrio.

Pero ese era uno de sus problemas, Liz le había pedido de favor guiar al chico nuevo en toda la escuela. Si, un fastidio para Peter, tenía una gran investigación del nuevo héroe, pero no le podía decir que no a la chica.

Mientras que Agamenón disfrutaba una excelente paz, no podía negarlo, se sentía exhausto, al parecer Queens no era tan pacífico como había imaginado.

Sin embargo disfrutaba el silencio que Milo Brown le daba, al parecer su padrastro pensaba que el chico estaba nervioso por su primer día de clases, pero Agamenon era más fuerte que eso.

Por lo que cuando se estacionaron, Milo no dudó en decir unas palabras.

-Bien, aquí estamos, mira Agamenon, todos son duros, más que eres el nuevo cuando todos ya se conocen, así que, cuando alguien te moleste, míralo a los ojos, y dile, "Mi padre mide 1,96cm y pesa 118kg, piénsalo".

El menor no pudo evitar soltar una sonora carcajada, obviamente sabía defenderse, pero ver a su padrastro tratar de darle confianza sería algo que jamás cambiaría.

-Gracias.

Agamenon salió del auto para caminar entre la gente. Era para él costumbre que lo miraran, por lo que no tuvo ningún problema el atravesar y llegar a la dirección.

Peter seguía muy pegado al celular, leyendo todo lo que podía de las últimas noticas, y regresó a la normalidad cuando un chico se le puso enfrente.

Peter por un instante que pareció eterno no supo que decir, su corazón por una milésima de segundo se detuvo mirando esa piel blanca perfecta, esos ojos chocolate rasgados que te robaban el aliento en palabras cliché.

Pero lo que Peter consideraba una apreciación, Agamenon lo llamó acoso.

-Me dijeron que tú me guiarías por la escuela.

-Parker -extendió su mano para luego negar- Peter, Peter Parker.

El joven mayor estrechó su mano: -Agamenon Prokhorov.

Peter volvió a perderse, obviamente el chico tenía rasgos asiáticos, pero apellido notoriamente ruso, al igual que nombre raro, el cual jamás había escuchado.

-¿Nos vamos? -interrumpió la voz gruesa y áspera de Agamenon.

-🍒-

El tiempo le paso volando al joven Parker, no se aburría de escuchar la inteligencia de Agamenon, pero se sintió un poco intimidado cuando supo que tenían dos años de diferencia, aunque la edad es solo un número.

-Bien Peter, gracias, ¿me repites el salón de música?

El menor no pudo evitar reírse, ganándose una sonrisa mínima por parte de su mayor: -Al fondo a la derecha.

Agamenón inclinó la cabeza y comenzó a caminar por donde le dijo, Peter siguió su camino hacia su clase, donde mágicamente lo recibió el maestro.

El castaño tenía su cabeza pegada al escritorio, la mirada perdida, aunque como el buen nerd que era, nadie se fijaría si le pasara algo.

Agamenón había entrado al salón de música, en la sala sólo se encontraba un piano, nada más se colocó sus audífonos, comenzando a reproducirse la quinta sinfonía de Beethoven.

Lentamente y con seguridad comenzó torpemente a sonar las teclas del piano, hasta que la música avanzaba y sus dedos se agilizaron.

Mientras que en toda la escuela, por medio de las bocinas se escuchaba el sonido maravilloso que provenía en el salón de música. Días atrás se había hecho una presentación de la materia y las bocinas seguían prendidas, amplificando el sonido en toda la escuela.

Los alumnos no podían evitar sentirse atraídos por el sonido, al grado en que incluso los maestros salieron en dirección al sonido.

Toda la escuela se encontró con el joven de rasgos asiáticos y nuevo de la escuela, tocando mágicamente el piano.

Peter no podía creer lo que miraba, su habilidad con el piano era magnífica, jamás había escuchado algo así, hasta ese día.

Sin embargo, su maravilla se había apagado en el momento en que escuchó a Liz decir: "Es tan guapo y mayor, ¿creen que acepte salir conmigo?", por lo que inmediatamente supo que no podía competir con Agamenón, ni ser su amigo.