CAPITULO 10

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En el ascensor, Sasuke me arrinconó contra la pared, su cuerpo acercándose. Me volví hacia él, sacando mi pecho con los duros pezones clamando por atención. Sus manos se levantaron, pero las dejó caer con los puños apretados.

—Cámara, —murmuró, dando un paso atrás. Entonces me lanzó una mirada resentida como si fuera el causante de su actual incomodidad.

Como si yo no estuviera tan mal como él. ¡Si no lo tenía dentro de mí pronto, me subiría por las paredes!

Salió del ascensor. En el vestíbulo, me atrajo hacia él. Cuando salté para enredar las piernas alrededor de su cintura, me atrapó gruñendo su aprobación, con las cálidas manos agarrando mi culo.

—He pensado en ti desde que te fuiste, —dijo entre besos. —No pude concentrarme en los negocios, ni en ninguna otra cosa por dos putos días.

Gemí, absorbiendo sus palabras. ¿Eran mentiras? Confusamente, me di cuenta de que no tenía ningún motivo para mentirme. Tenía garantizando el sexo conmigo. Y hasta donde él sabía, yo no tenía absolutamente nada.

Qué... liberador. —Yo tampoco dejé de pensar en ti, Sasuke.

—Me encanta cuando me llamas así.

—Prefiero tener la boca llena de ti que de tu nombre.

Él gimió. —Me prometí a mí mismo que no te volvería a llamar. Me dije a mí mismo que no podía haber un cuerpo como el tuyo.

Contra sus labios, le dije: —Me prometí a mí mismo que iba a odiarte para siempre. Acomodándome, se dirigió al frente de la puerta y la cerró detrás de nosotros. Luego se dedicó de nuevo a besarme. De pronto estaba ardiendo fuera de control, nuestros cuerpos se movían y empujaban juntos. Cuando se separó, seguí con avidez sus labios, jadeando por más.

—¡Calma! Estoy perdiendo el control. Haces esa cosa con tu boca...

Me incliné e hice esa cosa con mi boca. Con otro gemido, usó su mano libre para rasgar la parte superior de mi ropa, y no me importó. Quería mi cuerpo desnudo, cualquier cosa con tal de conseguir sus labios de nuevo sobre mí.

Acarició mis pezones hasta que tuve las uñas clavadas en sus hombros.

Pero luego se echó hacia atrás, dando una fuerte sacudida de cabeza. —Espera, dushen'ka. Vamos a relajarnos y tomar esto lentamente. Tengo un asunto que discutir contigo.

Apenas lo escuchaba. Mis pezones estaban frotándose a través del material de su camisa, me estaba volviendo loco.

—Habla cuando estés dentro de mí. —Apreté mis piernas alrededor de él.

—No voy a follarte en el sofá de nuevo.

—¡Entonces fóllame contra la pared! Por favor, por favor, por favor...

—Maldita sea, Menma, —dijo entre dientes, escarbando en su bolsillo para agarrar otro condón.

—No quiero hacerte daño.

—No lo harás. Va a ser bueno. —Me incliné hacia delante, provocando su boca, chupando su lengua.

¿Cómo se las arregló para ponerse un condón, sostenerme y besarme al mismo tiempo? Nunca lo sabré, pero sentí la corona de su polla en mi entrada.

Cuando avanzó, tuve que amoldarme para tomarlo, pero no fue como la noche del lunes. No había dolor, simplemente exquisita plenitud mientras se hundía cada vez más profundo. Una vez que había asentado su polla en lo más profundo, lucía como si se esforzara a sí mismo para aguantar. —

"THE MASTER" [Adaptacion Sasunaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora