NUEVE MESES 嬰兒 kookmin

♡ sexto mes.

Un día quería paz.

Un día quería dormir tranquilo en su cómoda y grande cama, como siempre estirado en el medio de esta, con una remera corta que dejaba ver su vientre abultado y unos shorts cortos de color rosa que hace juego con su remera blanca de tiritas. Había terminado de limpiar, que era muy poco pero igual lo hizo aunque ni siquiera podía agacharse, y el estúpido perro de JungKook no dejaba de molestarlo o persiguiendo, tenía que enojarse y decirle que se fuera, pero nunca se iba, incluso cuando se cayó de trasero por resbalarse, se rió de sí mismo y el perro, EL PERRO SE LE ACERCÓ. No saben el grito que había dado, incluso estaba en shock, y peor es que el perro le lamió la cara y él llorando en shock, Naranja fue salvación porque el perro salió corriendo a él para ir acostarse juntos.

"Traidor." Fue lo que dijo en su mente mirando al gatito traicionero acomodado en el pecho de ese perro asqueroso. Procediendo a levantarse, volvió a reírse por haberse caído de culo pero le dolió la consecuencia. En todo el tiempo que estaba en casa sin JungKook, se ve claro que su propio gatito quiere llamar la atención del perro y para su paciencia, la consigue al instante y cuando lo hace se hace el difícil unos segundos hasta después dejar que ese perro lo mime.

"Gato ofrecido. ¡Te gustaban más mis mimitos!" Y rodaba los ojos con la presencia de aquel animal, esperaba el día en que JungKook se cansara de ese estúpido perro y por fin saliera de allí mismo. Incluso quiso mandarle mensajes a su novio, le quería contar de aquel pulgoso, pero mejor se guardó todos esos mensajes y sólo le mandó una foto de su pancita porque JungKook adoraba ver como estaba su retoño, le preguntaba si necesitaba algo o cosas así, que cursi. Lo importante es que cuando subía a su cuarto, le daba el pase a Naranja y no al perro odioso, pero siempre terminaba ladrando detrás de la puerta porque él quería entrar, y el estúpido traidor de Naranja siempre salía para estar con él, aunque el perro quisiera entrar.

Sin embargo hoy cuando subió las escaleras, se tiró en la cama a dormir, se había olvidado por completo de cerrarla por lo cansado que estaba. Se encontraba en una escena horrible, pero tierna para otros: el perro de Taehyung (no sabe cómo) se subió a la cama cuando tiene prohibido subir al primer piso, pero lo peor es que no sólo estaba en la cama, si no que su cabeza estaba apoyada en el vientre de YoonGi al final de la barriga, él no quería tocarlo, por eso se quedó callado y en silencio llorando para que se fuera.

Era de noche.

8pm según el reloj de su mesita, JungKook debía estar llegando a casa, al menos así pensó cuando la puerta se abre y pensó que quizás el perro se iría, pero no, sigue acostado. Naranja estaba al lado de su cuerpo, para ser específicos frente a la barriga hinchada de él; oyendo los pasos suaves de JungKook en las escaleras se puso las manos en el rostro no queriendo llorar más y así fue, pero tenía miedo, estaba en pánico con la presencia del perro y más ahora que estaba un poco más grande de lo que llegó a la casa.

—Amo- oh. —Dice el mayor al verle. Se quitó la mochila y se acerca rápidamente a él, sacando al perro de su posición para dejarlo en el piso y que se despertara, el castaño quiso matarse por despertarlo pero si no le daría un infarto al menor que tenía el rostro lleno de lágrimas. Al ayudarle a sentarse, se sentó y a su lado y lo abrazó para hacerle saber que no hay de qué preocuparse— shh, amor. Está todo bien ¿si?

—Sí. —Suspira— ese perro asqueroso. —susurró para que su novio no lo oyera, pero al parecer sí lo escuchó porque lo fulminó con la mirada— no dejó de seguirme en todo el día, ¡Iba y venía detrás mío! ¡Me traía las cosas que quería! ¡Ese perro en mil idiomas me dijo inútil! -miró al perro que está frente a ellos, mirándose todo inocente pero JiMin lo fulminó con la mirada.

—O... sólo quiso ayudarte, amor. —Besa su mejilla— tu pancita creció mucho y te duele mucho la espalda para estar parado, ¿Por qué no dejas que te ayude a la distancia? —preguntó.