𝐃ear 𝐓ower...¹ ꒰ ᵗᵃᵉᵍʸᵘ ꒱ ☑️

✦⋯ O８ ┈┈┈•

Los ojos de Beomgyu brillaban con fascinación por la lectura, y al momento estos pasaron a mostrar completo asombro cuándo alzó la cabeza en dirección a su compañero.

—¡¿Cómo que esas plumas que parecen orejas no lo son?!

Al escucharlo, las plumas a las que Beomgyu se refería se alzaron. Siempre creyó que eran las orejas del búho; tan lindas y algo similar a las de los conejitos. Pero según la información del libro, no es así, estas simplemente ayudaban a una mejor audición.

—Buh uhh.

—También pone que son unos depredadores excepcionales, pero nunca te he visto cazar. ¿Siquiera comes presas? Siempre acabas comiendo mis sobras...

El ave voló rápidamente hacia un punto y volvió al lado del rubio, mostrándole como en su garra había una mosca recién cazada.

—Oh, ¿entonces es por tí que nunca he visto insectos en este lugar?

Eoduun asintió, aunque Beomgyu no logró verlo porque estaba muy ilusionado por continuar con la lectura.

—"Los búhos son muy territoriales y a lo largo de toda su vida solo tendrán una sola pareja" —leyó—. ¿Una pareja? ¿No sería eso como un amor leal? ¡Muy lindo! —lo último lo exclamó agitando sus piernitas, tan emocionado como si de su propia historia de amor se tratara.

Eoduun escribió algo rápido en uno de los folios. "¿Qué tiene de lindo?" Preguntó.

—La única vez que he visto un amor real es en los libros. Por eso se me hace lindo, es como si los búhos vivieran en su propio romance ideal dónde tienen un perfecto amor correspondido, leal y duradero —explicó con notorio deseo en su tono de voz.

Podría parecer que él quisiera tener algo así, pero la realidad era que ese sueño lo tenía con sus padres, quienes no se amaban a pesar de estar unidos en sagrado matrimonio.

Desde que nació Beomgyu fue testigo del odio que se tenían. Lo demostraban a base de peleas y gritos, los cuales se daban cuando estaban solos, pues a ojos del público aparentaban un falso enamoramiento sin fundamentos.

Debido a ese ambiente, Beomgyu jamás supo lo que era un amor de verdad hasta que leyó las obras de Soule, y realmente le hubiera gustado que sus padres tuvieran un romance lindo y único, así como fantasea que tienen los búhos.

Piensa que si hubiera sido de esa forma, quizás sí estaría deseando ser rescatado para volver al palacio. Pero como no fue así,  prefiere evitar volver a vivir bajo el mismo techo que sus inestables padres.

De hecho, al tener tanto tiempo libre había veces donde Beomgyu se ponía a analizar gran parte de sus recuerdos, llegando así a ciertas conclusiones.

Por mucho que estuviera completamente alejado de la sociedad, eso no significaba que no pudiera enterarse de absolutamente nada del exterior.

Hace unos años dijo querer saber cómo estaba Daegu, y en algún punto empezó a recibir los periódicos diarios del reino cada cierto tiempo. En estos solo se ha mencionado la desaparición de Beomgyu una única vez.

"Príncipe Choi Beomgyu desaparece a manos de un malvado hechicero. Contacten con algún caballero si cuentan con información al respecto".

Ni siquiera ponía nada de una recompensa o algo, mucho menos insistieron en el tema en periódicos posteriores. Estaba claro que no se molestaban mucho por buscarlo, y a Beomgyu eso no le importaba mucho a decir verdad. Pero sí se sentía un poco mal al ver como sus propios padres no hacían prácticamente nada.

Aunque ya sabía que estos no le querían tanto como hacían parecer, tenía la esperanza de que su secuestro los haría reflexionar. Se ve que no fue así.

Y ahora que su capacidad de análisis y razonamiento ha mejorado mucho, una de las conclusiones a las que llegó es que toda esa estupidez de mantenerlo sobreprotegido por ser extremadamente hermoso solo era una excusa para criarlo a base de abusos y evitar mostrarlo al público hasta que fuera alguien 100% perfecto.

Porque sí, siempre le habían exigido una perfección que Beomgyu no podía lograr, y era cruelmente castigado por cualquier mínimo error. Pero habiendo sido un niñito inocente incapaz de pensar mal de los demás, realmente creyó la pantomima de Príncipe de Porcelana. Si bien el mote encajaba perfectamente con él, siempre fue usado de manera maliciosa para los discursos donde querían resaltar cuán débil es su cuerpo para que les aplaudieran por "protegerlo".

Beomgyu no podía negar que era débil, es un hecho obvio para él. Pero ese defecto era muy bien compensado con su ingenio, por lo que esa "protección" era completamente innecesaria.

Sin duda alguna puede admitir que ser raptado y encerrado en esa torre es lo mejor que le ha podido pasar. Técnicamente se podía decir que ahí también estaba siendo sobreprotegido al quedar atrapado en un lugar donde nadie podría ir, pero se sentía muy distinto porque al menos entre esas paredes era completamente libre. Una libertad limitada por la incapacidad de salir, pero para Beomgyu sí era una gran libertad comparado con su viejo hogar.

Además, tenía a su lado al hermoso búho de su secuestrador. Mucho mejor que el osito de peluche que solía llevar en secreto a donde quiera que iba.

—Espero que si encuentras una novia búho no me dejes completamente de lado, me sentiré muy solito si te vas por vivir con ella~ —bromeó, aunque había algo de sinceridad en sus palabras.

"Eso no va a pasar" respondió el ave, haciendo que Beomgyu riera de ternura al ver que lo escribió algo nervioso y alarmado.

El rubio lo miró con picardía y empezó a toquetearlo con el dedo para molestarlo—. Dime, ¿soy parte de tu territorio? ¿Me vas a defender si tu futura novia me picotea~?

Se supone que estaba bromeando, debía ser un momento divertido donde Eoduun acabaría frunciendo el ceño y rodando los ojos como siempre hacía cuando Beomgyu lo molestaba.

Sin embargo, nada más ver el pequeño "Sí" recién escrito en el papel, Beomgyu se sintió extrañamente conmovido.

Estaba feliz por al menos saber que alguien sí tenía auténtica preocupación por él después de todo. Porque no sabía si el hechicero tenía buenas intenciones o no, no sería el primero que finge ser bueno para luego darle una estocada por la espalda.

Eso sí, jamás podría dudar de su búho.

Beomgyu confiaba plenamente en Eoduun. Es como una familia para él, y sabe que este jamás le haría daño (sin contar las veces que lo picotea durante el aseo, pero eso es un caso aparte).