Capítulo 5

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Nota del autor: Hola! este capítulo tiene escenas +18 por lo que no me hago responsable de los menores que leerán esto igual.
Pasen por la cuenta de Instagram donde anunciaré las actualizaciones y publicaré cosas sobre los personajes e historia. @dosmates_y_unadama

La semana fue...interesante. Engullí todo lo que pude comer, mantuve al alfa torturador en su lugar, intente escapar un par de veces, pero todavía estaba muy débil. Quise pegarle al alfa, pero de nuevo estaba muy débil para eso. Me maldecí por ser débil.

La primera noche que pase en la mansión del torturador no pude dormir, estuve alerta toda la noche ¿Por qué? Pues el alfa quería dormir en su habitación, en cual yo estaba recuperándome, para no pelear quise cambiarme de habitación, pero el me detuvo diciendo estas palabras, cito "Quiero mi habitación y te quiero a ti en ella" Se gano una patada en sus partes por eso.

Obvio salí ganando y me quede en su habitación, su aroma era embriagador. ¿Por qué no dormí? Eso tiene una simple respuesta, miedo. Por mucho que me niego a aceptar que tengo miedo, lo siento fuertemente en mi interior.

Es un lugar nuevo, gente nueva, ¡me torturaron! No es algo fácil de llevar. De tanto pensarlo esa noche llegue a un acuerdo conmigo misma.

Iba a convertir la pena y el miedo en poder.

Nací siendo líder y no necesito un trono para serlo.

Los siguientes días, cuando el alfa no miraba, asesine a algunos de sus guardias, se enfado bastante, pero a mi me importaba un pepino.

Todo esto nos lleva al día de hoy. Acabo de asfixiar a un guardia intentando de escapar, pero para variar Nicholas me encuentra con las manos en la masa.

—¡Suéltalo! —me dice como un dueño a su mascota.

No lo hago, lo que hace que sus ojos rojos salgan a la luz. El guardia apenas se movía en mis brazos.

El alfa se acercó demándate y solté al guardia. No me malinterpreten, no lo solté por miedo, claro que no, lo solté cuando supe que no respiraría más.

Se acerca al cuerpo de su guardia evaluando si seguía con vida.

—Él no se lo merecía, y tú también lo sabes.

—No lo olvides Nicholas, tú lo provocaste—paso al lado de él, pero me toma del brazo deteniéndome.

—Lo sé, fue un error y estoy viviendo con las consecuencias, realmente me arrepiento y lo siento.

Claro, un "error".

Su honestidad me tomo completamente por sorpresa.

—Pero no dejare que más gente inocente muera por mi culpa—añade.

—¿Y qué harás al respecto?

Pude ver su sonrisa maliciosa por un momento cuando se convirtió en un semblante frío.

En un movimiento rápido me subió sobre su hombro y me llevo a la habitación que me estaba quedando, a su habitación. Patalee, gruñí, intente morderlo, pero nada funcionaba.

—¡Suéltame hijo de su puta madre!

—No insultes a mi madre así—su espalda vibró al hablar.

Entró a la habitación y se dirigió al mueble donde saco un par de cadenas con esposas. Muchos pensamientos pasaron por mi cabeza ¿Qué hará conmigo? ¿Para que necesita eso? ¿Abusara de mí? Y lo más importante, ¿Quién mierda tiene eso en su habitación?

Me movía como un saco de papas que no dejaba de patalear.

Enganchó un extremo de la cadena a una especie de gancho que tenia la cama bajo el colchón, que no había visto, e hizo lo mismo con el otro lado.

Dos mates y una damaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora