Después de esa patética lluvia de sentimientos en la cocina yo y el Alfa guardamos distancia, pero el ambiente no es tenso como antes.
Creo que me esta dando distancia para pensar. Vaya que he pensado, pero no he llegado a ninguna solución.
Necesitaba dejar salir a mi loba, hace mucho que no corría por el bosque.
Sabía que si salía por la puerta principal los guardias no me iban a dejar salir, por lo que salí por mi ventana ágilmente. De seguro sabrían que escape en unos minutos lo que me daba ventaja.
No planeaba escaparme, no todavía.
Me convertí en aquella loba blanca que tanto quiero y acelere el paso silenciosamente por el bosque. Me escondí de varios guardias hasta que quede fuera del territorio.
Por fin pude correr, estaba compitiendo con el viento y las hojas que llevaba. Luego, me sumergí en un profundo río que había para beber agua.
Una rama rompiéndose pude escuchar por lo que escondí mi olor de inmediato. Para mi sorpresa un pequeño conejo salió de las ramas y me relaje dejando mi olor salir.
Volví a correr frustrada por lo que pasaría. Si bien no me presentarían formalmente como Luna, por el simple hecho de estar junto a Nicholas sabrían quien soy.
No sabía cuánto había avanzado, pero no podía parar. Era tan liberador que la sensación me embriagaba. El frío viento chocaba con mi cara dejando unas lagrimas salir por la velocidad.
Escuchaba pasos de lobos corriendo atrás de mi, por lo que me senté como un buen perro educado a esperarlos.
—Luna—dice un macho que jamás había visto.
Nicholas llega junto a él.
—Solo salí a correr—digo despreocupada aunque la preocupación me estaba carcomiendo.
Pase junto al Alfa quien me miraba un poco enfadado pero relajado al encontrarme bien.
No se que pensar la verdad.
—Estas muy callada.
—No es nada
—Me lo puedes decir—dice el alfa.
—Solo estoy cansada.
Nos apresuramos al llegar a casa y rápidamente cambie a mi forma humana y me envolví con las sábanas.
Nicholas entró a la habitación y me observo con el dorso desnudo.
—Algo te pasa.
Simplemente me acomode y le di la espalda.
Pude sentir el peso de su cuerpo en el colchón. Me acaricio la nuca y acercó su cuerpo al mío.
—¿Es por la fiesta?
Su cercanía me mataba, lograba sacar mis sentimientos a flor y no me gustaba ser aquella niñita patética que llora todo el tiempo.
Me empieza a dar cariñosos besos por el cuello y oreja.
Me moví para quitarlo de encima.
Suspiro frustrado y me aprisionó con sus brazo enrollándolos en mi cadera.
—Suéltame—susurro con la voz quebrada.
—No hasta que me digas que te pasa.
Con solo pensarlo lagrimas ya caían por mis mejillas.
—¿Vez lo que me haces hacer? Me haces ser débil.
Acercó más su cuerpo en una forma de consolarme.
—Creo que si dejas de demostrarte tan dura todo el tiempo y empiezas a conectar más con tus emociones logres avanzar y ser realmente tu.
Con solo esas palabras ya me tenia sollozando en sus brazos.
—Odio cuando la gente logra leerme
—Es una mierda, pero logras verte a ti misma de otra forma.
Nos quedamos acorrucados durante toda la noche.
Un ruido me despertó a mitad de la noche.
—Nicholas—susurro, pero el ya tenía los ojos abiertos y estaba escuchando atentamente su alrededor.
—Quédate acá—dice levantándose.
Me levante tras el cubriéndome con una camisa.
—¿Qué haces?
—Ay por favor, no te hagas el macho conmigo.
Salimos caminando seguro de la habitación, ninguno dudaba de su fuerza.
—Por aquí—dice la voz de un macho.
Nos encontramos con Vincent y una mujer besándose apasionadamente contra la pared.
Maldito Vincent.
—Yo te voy a matar—dije gruñendo.
Nadie me molesta en mis horas de sueño.
Vincent nos observó con una sonrisa borracha.
Nicholas me detuvo justo cuando le iba a partir la cara.
—Vincent a tu habitación—demanda Nicholas.
—¡Vamos! tu siempre hacías esto con cualquier chica, no te hagas el santo—balbucea su beta.
Toma a la chica y nos da la espalda, pero Nicholas usa su voz de alfa.
—Sin la mujer—demanda enfadado.
No tuvieron más remedio que separarse, Vincent se fue a dormir enfadado y la mujer que apenas podía caminar de borracha se largó.
Con que Nicholas era un don Juan.
—Ya cambié, Vincent es un imbécil—dice Nicholas tomándome de la mano al ver que me quede callada.
—Y a mi que—digo un poco...¿celosa?
Empecé a avanzar hacia la habitación, pero Nicholas me tira del brazo produciendo que chocase con su desnudo dorso.
—Estas celosa mi lobita—dice pícaro en mi oído.
—¿Tuya?—me río exageradamente.
—Es verdad, todavía no te hago gemir. ¿Qué te parece si solucionamos eso?
Esta vez perdería y el lo sabía.
Me quite de su agarre y emprendí una carrera hacia la habitación. El alfa me seguía de cerca por las escaleras. Tuve que evadir guardias de turno para llegar viva a la habitación y me metí a la cama tapándome con las sábanas como si eso me pudiera proteger.
Apareció por la puerta con sus ojos inyectados en rojo.
—Estas jugando sucio—dice olfateando el lugar.
Quizás había omitido el hecho de que había soltado mi excitante aroma en la carrera de la escalera para distraerlo y ganar...detalles menores.
Se acercó subiendo a la cama como un depredador.
—Yo también puedo jugar sucio—dicho esto soltó su aroma lo que me volvió loca, estaba segura que había dejado salir mis ojos azules.
Nota del autor: Lo se, me demoré muchoooooo, pero finalmente aquí esta el capítulo 13.
La razones por las que me he demorado y por las que me cuesta mucho escribir son personales, pero dado a que ustedes me han apoyado mucho les contare...no estoy pasando por un buen momento emocional por lo que me cuesta prácticamente existir. Ojala lo entiendan! Aun así, no dejare de escribir.
Aunque me demore tendrán más capítulos.
Ahora si, díganme en los comentarios ¿Qué les parecen los personajes? ¿Aman a la abuela? ¿Qué creen que pasara? ¿Qué quieren que pase?
Gracias por la paciencia y el apoyo!!!
Con muchísimo amor y agradecimiento,
Fran.
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Dos mates y una dama
WerewolfKira es una mujer lobo alfa, quien es repoblada de su territorio por unos humanos (Quienes pensaban que era un lobo normal) Se encuentra sola en este nuevo territorio y es capturada por la manada de allí, ella esconde su olor, así no podrán oler su...