La lista de los deseos (Actualizando)

Capítulo 1

Primer deseo de la lista: Tatuaje

A los doce años Lucía conoció los tatuajes gracias a sus hermanos mayores quienes se encargaron de comprar chicles, los cuales traían papelitos con dibujos raros y se pegaban en la piel. Eran bastante feos y luego su madre tardaba horas en quitarlos.

Francisco y Emiliano - los hermanos de Lucía - Siempre fueron muy protectores con su hermana. Nunca permitían que nada ni nadie le hiciera algo y si ella pedía lo que sea no pasaban ni cinco minutos que allí estaban ellos cumpliendo los caprichos de su hermana menor. Sin duda eran los mejores hermanos que le pudo tocar.

A medida que fue creciendo Lucía supo que podía tatuarse lo que ella quisiera con tinta y que quedaría grabado en su piel para siempre así que el bichito de la curiosidad comenzó a picar en la cabeza de ella al cumplir sus 16 años.

Sus padres no estaban a favor de que se hiciera uno hasta sus 18 años pero a causa de la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba decidió que el tatuaje fuera prioridad en la lista de deseos.

Toda la familia ya sabía del diagnóstico y lo que Lucía había decidido hacer con el tiempo que le quedaba y a pesar del dolor de una noticia como esa todos la acompañarían en ese proceso.

—¡Es un rotundo no señorita! - Comentó su padre cuando Lucía les habló del primer deseo en la lista.

—Papá por si no te has enterado todavía, tu hija ya tiene 22 años y no te estoy preguntando si puedo hacerlo, voy a hacerlo - Beso la mejilla de su padre y antes de salir corriendo su padre la tomó del brazo.

—Mark te acompañará? 

—Si iré con él y Emiliano, te quedas más tranquilo?

—No mucho la verdad pero lo acepto.

Lucía río ante la negativa y se despidió para alistarse e irse con los chicos.

—Ey Lu! Mark está afuera! Te esperamos - Apareció Emiliano en su habitación avisando que ya se iban.

—¡En cinco minutos salgo!

Se despidió de sus padres prometiendo que todo había salido bien después del tatuaje.

Ambos respetan las decisiones de sus hijos pero al mismo tiempo son muy sobreprotectores pero eso no quita que ellos los amen con todo su corazón.

Lucía salió de casa como un rayo antes de que la dejaran sola. En el camino al estudio les contó su idea y no les agradaba mucho ya que Mark también sería parte del famoso tatuaje.

—Estás segura preciosa? - Le preguntó Mark con cierta duda.

—Segura sobre qué?

—Sobre tener mi nombre en tu piel...

—Mírame - Tomó sus mejillas y posó sus ojos en esos orbes azules que tanto le gustaban - Lo que sucederá no puede cambiarse y el hecho de saber que nunca más estaré con ustedes por cuestiones que escapan de mis manos y de la física, la química y el mundo entero me lleva a querer tenerlos en mi piel hasta que no quede nada de mi y sé que es duro lo que te digo pero nada me hará más feliz que llevar el nombre de la persona que más viva me ha hecho sentir durante este tiempo en mi piel.

—Sabes qué te amo verdad? 

—Lo sé y yo te amo mucho a ti también.

Lucía lo abrazó dejando que algunas lágrimas escaparan. Intentaba ser fuerte delante de todos pero sabía que tenía los días contados, así que de cierta manera todo se transforma en una nube de sentimientos que explota en los momentos más sensibles y Mark era la gran debilidad de Lucía.

Ingresaron al único estudio de tatuajes que había en la ciudad. No era tan grande pero los ventanales impecables dejaban ver todo por dentro y los diseños que se realizaban.

Lucía estaba nerviosa por el hecho de que una aguja se clavara en su piel pero al fin y al cabo el tratamiento para el cáncer también implicaba agujas así que se armó de valor pensando en que quizás no sería tan doloroso como las quimios.

—Bueno Lucía cuéntame tu idea.

—Okey pero ustedes dos - Les dijo a los chicos - No quiero que lo vean hasta que esté terminado.

Casi dos horas de trabajo después el tatuaje había quedado tal cuál ella quería. Dolió al principio pero luego su piel se fue acostumbrando y sabía que al final valdría la pena.

El tatuaje consistía en un pequeño árbol de la vida con dos pajaritos casi diminutos pero por arriba de las ramas del mismo estaba el nombre de sus padres, hermanos y Mark. Las personas más significativas de su vida y que más la habían acompañado.

—¡Ya pueden mirar! - Lucía se hizo presente en la sala donde esperaban Emiliano y Jacob.

—Es muy bonito Lu - Emiliano rozó con sus dedos el tatuaje y luego beso la frente de su hermana.

—Me encanta, gracias por hacerme parte - Mark beso los labios de Lucía y luego de pagar se dirigieron a comer hamburguesas.

Una vez en casa sus padres y Francisco esperaban expectantes el resultado y les gustó tanto que a varios se les escaparon algunas lagrimitas.

—Bueno ya pueden dejar de llorar que todavía no me he ido si? Vamos a cenar afuera, qué les parece?

—¡Me apunto! - Gritó su padre levantando la mano como un niño pequeño.

—Acepto la propuesta pero si podemos comer sushi - Propuso Francisco.

—Que así sea, amor vas con nosotros? - Preguntó a Mark que estaba perdido en sus pensamientos.

—Si preciosa no me lo perdería.

Cada uno busco sus pertenencias, se alistaron y salieron de casa.

Lucía era consciente de como se sentían a su alrededor y lo mucho que dolía tener que atravesar una situación como esa. Pero intentaba mantenerse feliz ya que se había propuesto que sus últimos días sean felices. No quería andar llorando por los rincones lamentando su final.

Finalmente había cumplido el primer deseo y estaba muy ansiosa por seguir con los demás.

Morir no es fácil y mucho menos procesarlo. Lucía parecía curada de espanto pero estaba muerta de miedo por dentro. Y a pesar de eso estaba aprendiendo el significado de vivir el día a día sabiendo que mañana quizás ya no estaría en este mundo para cumplir lo que quisiera.

Primer deseo de la lista: Cumplido.

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Hola hola!!! Bienvenidos a todos/a los que están dispuestos a conocer esta historia de ficción pero que me tiene muy contenta. 

Mi idea desde un principio es y será un historia corta en donde en cada capítulo relataremos algún deseo de Lucía y como es su vida e historia.

Ojalá les guste tanto como a mi y rían, lloren y sean felices leyendo su historia.

Saludos ♥

¡Gracias por leer!